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CUENTO MUSICAL (forte-piano) El desayuno de Enriqueta
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Enriqueta toca la flauta en la orquesta de su pueblo
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Es bastante joven, tiene siete años
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El resto de los músicos son muchísimo mayores que ella
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Algunos tienen hasta dieciséis
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Y todos, incluida Enriqueta, tocan tan bien, tan bien como si tuvieran cien
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A Enriqueta le encantan no solo los conciertos, sino también los ensayos. Pero tiene un pequeño problema. Y es que es muy dormilona.
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Muchas veces, los domingos por la mañana, se le pegan las sábanas
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Y cuando consigue abrir los ojos y saltar de la cama, ¿sabéis qué pasa?
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Que es demasiado tarde
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Demasiado tarde para desayunar y llegar a tiempo al ensayo
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Y como no se perdería un ensayo por nada del mundo, sale de casa sin desayunar
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Ni zumo, ni tostada, ni basa de leche, ni nada
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¿Y qué pasa entonces? Pues que no tiene apenas energías para soplar. Y su flauta suena tan suave, tan suave, tan suave, que casi no se oye.
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Cuando ocurre esto, el director, que la conoce muy bien, le dice...
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Enriqueta, has venido otra vez sin desayunar.
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Y en cuanto puede, hace un descanso y saca del cajón de su mesa, porque además de una batuta, el director tiene una mesa, un paquete de galletas y algunos batidos.
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Los demás músicos comen un poco. Y Enriqueta come muchísimo, porque tiene un hambre que no puede más y porque quiere tocar estupendamente bien.
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Cuando Enriqueta recupera sus fuerzas, vuelven al ensayo
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Eso sí, después de hacer un pis y enjuagarse bien la boca
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Para que no se llene la flauta de micro galletas ni salgan las notas achocolatadas
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Después de eso, la flauta de Enriqueta suena como tiene que sonar
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Bien fuerte
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Enriqueta, entonces, querría quedarse el resto del día tocando allí con los demás
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Pero tampoco hay que pasarse, ¿no os parece?
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Porque llegaría la hora de comer y estaríamos en las mismas
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Otra vez tocaría tan suave, tan suave, que no se oiría
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Y no solo le pasaría a ella, sino a todos los demás miembros de la orquesta
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Vamos, un desastre
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Como al director no le gustan nada los desastres, a su hora les dice
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Ale, hasta el próximo domingo
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Y a Enriqueta le dice, además
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Enriqueta, por favor, desayuna el próximo día antes de venir
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La semana antes del concierto, el director le ruega a Enriqueta, no una, sino muchas veces, o más, que ponga tres despertadores y que se levante pronto, y que desayune bien
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porque él no va a poder parar el concierto para sacar las galletas, porque en el escenario no va
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a estar su mesa y porque, además, el público no quiere verla comer galletas sino oírla tocar la
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flauta tan maravillosamente bien como lo hace cuando no tiene hambre. Parece un director
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razonable, ¿no? El caso es que el día del concierto todos los músicos se colocan en sus atriles con
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el auditorio absolutamente lleno. Las luces se apagan. Y, aunque no hace ningún calor, en el
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mismísimo instante en que alza su batuta para comenzar el concierto, el director empieza a
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sudar la gota gorda, pues de pronto le asalta una duda enorme, terrible, espantosa.
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Uf, ¿habrá desayunado Enriqueta?
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¿Qué os parece a vosotros?
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Para salir de dudas, escuchad el concierto.
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El concierto
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- Subido por:
- Germán M.
- Licencia:
- Reconocimiento - No comercial - Sin obra derivada
- Visualizaciones:
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- Fecha:
- 25 de mayo de 2020 - 20:39
- Visibilidad:
- Público
- Centro:
- CP INF-PRI PARQUE DE LISBOA
- Duración:
- 05′ 06″
- Relación de aspecto:
- 1.78:1
- Resolución:
- 1280x720 píxeles
- Tamaño:
- 24.96 MBytes