Desde su creación en el año 2003, el colegio no ha dejado de crecer en recursos humanos, materiales y calidad educativa.

Padres, alumnos y profesores, los tres pilares que cimentan nuestra comunidad educativa, trabajamos con grandes dosis de energía por un proyecto común: la educación participativa, individualizada, integradora y solidaria de nuestros niños.

Los niños son nuestros protagonistas. Los maestros los acompañamos en su desarrollo y les ayudamos a aprender por sí mismos, consiguiendo que el colegio sea un lugar donde querer estar y querer quedarse, donde conseguir llegar al máximo de sus posibilidades.

Nos importa que nuestros niños tengan un buen nivel curricular pero también su educación social y emocional, por eso, educamos desde el corazón y por eso observamos cada pequeño aspecto de su educación.

Somos un colegio que tiende puentes entre las familias y los profesores porque confía en que juntos podemos conseguir mejorar aprendizajes y conductas, y superar situaciones emocionales difíciles.

Un colegio en el que, a lo largo del día, pasan muchas cosas intangibles, que se resuelven sabiendo mirar más allá de las conductas: con una sonrisa, con una mirada de ánimo, con un tú puedes, con un ¡lo intentamos de nuevo!