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"Los trabajos apócrifos de Hércules" - Contenido educativo

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Subido el 4 de abril de 2022 por M.pilar L.

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Actividad realizada por los alumnos de Cultura Clásica del IES Ortega y Gasset. Curso 2021-2022

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Érase una vez un semidiós, llamado Hércules, fruto de un adulterio entre Zeus y Armena. La esposa de Zeus, llamada Hera, se enfureció terriblemente y condenó a Hércules a una demencia temporal, que hizo que asesinara a su esposa y a sus propios hijos, algo que nunca podría serle perdonado. 00:00:15
El héroe, entonces, después de consultar al oráculo de Delfos, acudió a su primo Euristeo 00:00:34
y éste le ordenó llevar a cabo doce dificilísimos trabajos 00:00:40
Tras salir victorioso de todos ellos, Euristeo, aún insatisfecho, le dijo lo siguiente 00:00:45
Aún no has merecido el perdón que reclamas, y por eso serás condenado a un decimotercer trabajo 00:00:50
Decidme cuál es y volveré triunfante. Por fin obtendré el perdón y mi libertad 00:00:56
—Serás enviado a servir a mi querida prima Maranta durante el tiempo que sea necesario, y cumplirás todos los deberes que ella te mande. 00:01:04
Rápidamente emprendió Hércules el viaje a Cristigia, la isla donde vivía Maranta. 00:01:14
Tras catorce días de travesía, se encontró con un palacio de granito, de aspecto lúgubre, rodeado de bosques oscuros, y en medio una estatua de jaspe negro con forma de mujer. 00:01:19
A medida que se aproximaba, observó que los ojos de la estatua eran rubíes de un rojo intenso. 00:01:29
Se dirigió entonces al enorme portón de madera y entró sin necesidad de llamar. 00:01:36
Después de recorrer una serie de pasillos oscuros, entró en un salón donde había un trono. 00:01:41
Allí estaba sentada Amaranta, junto a su esposa, Clesis. 00:01:46
La postura y la mirada de Amaranta desprendían ira y orgullo, e indiferente a la llegada del héroe, dijo 00:01:50
Tu primer trabajo será vaciar el mar hasta la última gota, en siete días. 00:01:56
Y a diferencia de los doce trabajos que has hecho hasta ahora, estos sí serán verdaderos desafíos. 00:02:02
Hércules acató las órdenes en silencio y empezó a pensar en cómo realizar esta tarea. 00:02:08
Tras varias horas de reflexión, decidió acudir al dios Posidón, que se escondía en una guarida submarina cerca de un templo. 00:02:14
Para invocarlo, recitó un poema ancestral. 00:02:21
En respuesta se escuchó una voz atronadora. 00:02:24
¿Qué deseas? Llamándome de una manera tan inoportuna. 00:02:27
Dios Poseidón, soberano de todos los mares, he llegado hasta aquí para solicitar tu ayuda. 00:02:32
A cambio, te regalaré una antorcha incombustible, forjada por el propio Rubea. 00:02:39
Aquí abajo nunca podrás gozar de los privilegios de una iluminación tan pura como la del fuego. 00:02:46
Y jamás podrás utilizar como arma algo tan letal como estas llamas. 00:02:52
Esta antorcha es incandescente y jamás se apagará, aunque esté bajo el agua. 00:02:58
Poseidón, agradecido por la ofrenda, se interesó en la petición de Hércules. 00:03:04
El héroe le rogó que le ayudara a vaciar por completo el agua de los siete mares 00:03:09
y que al cabo de unas horas la hiciera volver a la superficie en forma de lluvia. 00:03:12
El dios accedió de buen grado y con ayuda de su tridente suspendió las aguas del mar 00:03:17
Y cuando ya no quedaba ni una sola gota de agua en el mundo, Hércules regresó al palacio de la diosa Maranta 00:03:22
La diosa comprobó que el mar que rodeaba su isla se había convertido en un desierto profundo, casi infinito 00:03:29
Al cabo de unas horas, una fuerte tormenta restauró de nuevo los siete mares 00:03:36
Y Maranta, dispuesta a complicar aún más las cosas a Hércules, lo ordenó en un tono áspero 00:03:40
Aunque te hayas salido con la tuya esta vez, ahora te enfrentarás a algo mucho peor 00:03:46
y no seré yo quien lamente tu inevitable derrota 00:03:52
Escúchame bien, tendrás que impedir que el volcán del monte Vesubio, letal para todos, entre en erupción durante la próxima noche 00:03:55
Hércules no dijo nada y se limitó a sentir cabizbajo 00:04:04
porque ya sabía exactamente a quién debería acudir en ese momento 00:04:08
Cuando llegó al volcán, vio de lejos la entrada a la oscura fragua de Rubea, lugar donde el divino hijo de Zeus y Hera forjaba las armas para dioses y hombres. 00:04:12
Rubea lo reconoció de inmediato, y al instante dedujo que el héroe se hallaba en apuros. 00:04:22
Hércules, ¿qué es lo que te trae por aquí? 00:04:28
Mi misión es impedir que el volcán Vesubio entre en erupción esta madrugada. 00:04:32
Tú eres el único entre las fauces de la tierra que me pueda ayudar 00:04:37
Podría serlo, pero ¿a cambio de qué? 00:04:42
Respondió Rubea 00:04:46
Hace poco descubrí que Amaranta, diosa de la ruindad y la tortura 00:04:47
Posee una colección extraordinaria de rubíes en una sala secreta 00:04:52
Robaré tantos como pueda y te los traeré al terminar mi tarea 00:04:57
Con ellos podrás forjar numerosos instrumentos para ti mismo o como regalo para los dioses. 00:05:02
Rubea aceptó sin dudar la ofrenda de Hércules y durante toda la noche se dedicó a construir una muralla gigante 00:05:08
que separaría el enorme volcán del mundo exterior, estando en pie hasta que toda la lava se hiciera piedra. 00:05:15
Cumpliendo con su promesa, Hércules robó los rubíes de la sala de Amaranta. 00:05:21
Pudo hacerlo fácilmente porque en ese momento la diosa estaba exterminando cruelmente a sus esclavos. 00:05:25
Hércules, entonces, regresó a Cristigia, y se plantó victorioso frente a la diosa, vestidas con ropag hechos de piel humana. 00:05:31
—Diosa Maranta, ya he vaciado los mares y he parado un volcán. ¿Qué más tienes para mí? —dijo Hércules regodeándose. 00:05:40
—¿Te crees muy listo y muy fuerte, eh? Ahora debes cortar un millón de cebollas por la mitad, sin derramar ni una sola lágrima. 00:05:48
Para ello, colocaré dos pequeños recipientes de cristal bajo tus ojos y pegados a tu piel, que recogerán cualquier gota que caiga. 00:05:56
Deberás cumplir el trabajo antes del próximo amanecer, o si no, serás mi esclavo de por vida. 00:06:05
Comentó con voz agresiva Maranta. 00:06:11
Hércules salió dispuesto a completar su tarea. Estaba tramando un plan para conseguirlo, tal como había hecho antes. 00:06:14
Pediría ayuda a Tomatino, dios de la comida 00:06:20
Y cortaría esas cebollas como si de untar mantequilla se tratase 00:06:23
Al llegar a la casa del dios, se dirigió a este con autoridad 00:06:26
Dios Tomatino, debes ayudarme a completar una misión 00:06:30
¿Y por qué debería yo hacer eso? 00:06:34
Entonces, la conciencia de Hércules, que era conocida por todos como Norciencia, habló así 00:06:38
No te rebajes rogándole, chantajeale 00:06:43
Dios Tomatino, ayúdame, te lo ruego. Si no lo haces, acabaré con todos los peces del mundo. Ya he vaciado los mares y no tardaré en dejarte sin pescado. 00:06:46
Sucia sabandija. ¿Qué es lo que quieres, perverso piojoso? 00:06:59
Que un millón de cebollas no sean capaces de hacerme llorar. ¡Tráemelas! 00:07:03
Solo eso. Está bien. 00:07:09
Tomatino se fue para traerle a Hércules un millón de cebollas antilloros 00:07:10
Poco después, el héroe ya estaba afilando su espada y preparándose para cortarlas con máxima rapidez 00:07:16
Aunque al principio parecía fácil, cuando ya llevaba cien mil cebollas comenzó a cansarse 00:07:22
Eres un inútil, nunca conseguirás cortar tantas cebollas si te quedas parado 00:07:27
Decía Norciencia 00:07:32
¡Cállate! 00:07:34
Dijo Hércules dándose pequeños golpes en la frente 00:07:36
Con esa espada tardarás días en terminar esta tarea. 00:07:40
Entonces decidió no tirar la toalla y se le ocurrió un nuevo plan. 00:07:44
Hércules construiría un enorme cortador al que con una catapulta lanzaría cebollas de 100.000 en 100.000 00:07:48
que quedarían colocadas gracias a la ayuda de las enormes manos del dios Tomatino. 00:07:54
En cada puño cabrían sin problema 50.000 cebollas. 00:07:59
Tardó media hora en construirlo y su plan resultó magnífico. 00:08:03
magnífico. Lanzaba cien mil, luego otras cien mil, y en una hora ya había acabado. Todo fue un éxito. 00:08:06
Hércules regresó a la isla contento. Solo le quedaría una última prueba y por fin sería libre. 00:08:13
Ya he terminado mi tarea. Su voz retumbó por todas las paredes de la sala y entonces la diosa 00:08:19
Maranta salió de entre las sombras. No has derramado ni una lágrima. Déjame ver los recipientes de tus 00:08:24
ojos, dijo mientras se acercaba a él. Cuando se dio cuenta que estaban vacíos, soltó un alarido 00:08:31
desgarrador, pues no tenía ninguna esperanza de que lo fuera a lograr. Bien, tu última prueba te 00:08:37
será asignada mañana. Puedes retirarte. Así, Hércules se fue tranquilo a descansar. A la mañana 00:08:44
siguiente, inquieto, fue a buscar a la diosa. Estaba muy impaciente por saber de qué se trataría su 00:08:51
última prueba. Estoy listo. Comentó algo nervioso. Esta prueba será distinta a las demás. Después de 00:08:57
pensarlo mucho, he decidido que, para ganarte tu libertad, deberás engañar a un dios. No podía 00:09:06
imaginar la diosa Amaranta que sería ella la engañada. Hércules tenía la idea perfecta. Le 00:09:14
pediría a Écate, diosa de la mentira, que ante los ojos de Amaranta se mostrase como su amada esposa. 00:09:20
Al instante, emprendió el camino hacia la morada de la funesta diosa. 00:09:25
Disculpa por interrumpir tu valioso tiempo, pero necesito tu ayuda, diosa Hecate. 00:09:30
¿Qué es lo que quieres de una diosa como yo? Me extraña que vengas hasta mí teniendo tantas tareas que terminar, dijo Hecate con voz burlona. 00:09:37
Ya he terminado todas mis tareas. Esta es la última y la más importante. Por eso estoy aquí, comentó alzando su espada. 00:09:45
Me intrigas. Dime qué necesitas. 00:09:54
Quiero engañar a la diosa Amaranta, y para ello necesito que me transformes en su esposa. 00:09:57
¿Y qué conseguiré yo a cambio? 00:10:03
La diosa alzó una ceja, interesada por lo que Hércules le daría como recompensa. 00:10:05
Si consigo la libertad gracias a tu ayuda, te traeré las pócimas que usa Amaranta para mantenerse bella eternamente. 00:10:10
Con una gran sonrisa, de oreja a oreja, Hecate asintió ante la propuesta 00:10:19
E inmediatamente transformó a Hércules en la delicada esposa de Amaranta 00:10:24
Hola cariño 00:10:28
Dijo Hércules al entrar por la puerta 00:10:31
Por fin has vuelto, llevo días esperándote 00:10:33
Debo pedirte un favor, querida mía 00:10:37
Dime cielo, haré lo que sea por ti 00:10:39
Necesito que quites los maleficios que he podido coger en mi camino 00:10:43
Pues así lo haré 00:10:46
Amaranta comenzó a limpiar los males de Hércules, incluso el reciente hechizo de Hecate, y así vio a Amaranta como su amada se transformaba en Hércules. 00:10:48
¡Traidor! dijo gritando. 00:10:58
¡He cumplido todas mis tareas! ¡Ahora soy libre! 00:11:00
Dejando atrás la isla, Hércules le dio lo pactado a Hecate y felizmente volvió a su libertad. 00:11:04
Subido por:
M.pilar L.
Licencia:
Todos los derechos reservados
Visualizaciones:
72
Fecha:
4 de abril de 2022 - 19:20
Visibilidad:
Público
Centro:
IES ORTEGA Y GASSET
Duración:
11′ 37″
Relación de aspecto:
1.78:1
Resolución:
1920x1080 píxeles
Tamaño:
113.93 MBytes

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