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Cuento Gato Negro - Contenido educativo
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Cuento Infantil
Cada noche, cuando Gato Negro era un cachorro, se sentaba junto al fuego a escuchar las historias de su abuelo,
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mientras imaginaba que algún día viviría sus propias aventuras.
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Gatito, cuando crezcas, conocerás a personas que tal vez no te querrán,
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porque creen que los gatos negros traen mala suerte.
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La mala suerte es creer que cosas malas te pueden suceder si te cruzas con un gato negro,
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si te miras a un espejo roto si se cae la sala al suelo o si pasas por debajo de una escalera pero
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tú no hagas caso a todo eso recuerda que nunca podrás gustar a todos los demás pero no debes
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dejar que eso te ponga triste tú puedes ser lo que quieras si te lo propones incluso un gato negro
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puede traer buena suerte un gato negro recordaba las palabras de su abuelo cada vez que paseaba
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por la calle y alguien gritaba o se asustaba al verlo. Él no quería asustar a nadie, él quería
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ser querido, pero estaba claro que ese no era su destino, a menos que él pudiera cambiarlo. Por eso
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Gato Negro, cuando creció, decidió hacer un viaje e ir a buscar una nueva vida. Iré a buscar a la
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dama de la mala suerte, esa señora que dicen que vive en el bosque oscuro y le pediré que cambie
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mi destino para así tener una vida muy feliz. Mientras preparaba su viaje, Gato Negro pensó
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que sería más divertido tener a un compañero de aventuras y se acordó de Salero, de quien decían
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que más bien traía mala suerte. Gato negro recorrió toda la ciudad, las casas y las
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despensas, hasta que encontró a un salero que lloraba en la cocina. Salero, no llores más,
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vente conmigo en busca de la dama de la mala suerte, para pedirle que cambie nuestro destino.
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Uy, no, no, qué miedo. Debe ser muy difícil llegar hasta allí, dijo salero tembloroso. No
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seas oso, Salero. Será una gran aventura. Salero, a pesar de tener un poco de miedo, se unió a Gato
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Negro. Al salir de la ciudad, cuando paseaban por una de las últimas calles, encontraron con una
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escalera alta, delgada y un poco anciana. Gato Negro cruzó bajo ella, pero Salero se paró en
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seco. Venga, Salero, no creerás en eso de que pasar debajo de una escalera trae mala suerte.
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Salero, dando pasos muy despacito, se atrevió a pasar bajo ella. Entonces la escalera habló. Gracias por ser valientes y no creer en las cosas malas que dicen de mí. Escalera, ¿quieres unirte a nuestra búsqueda? le invitó Gato Negro. Vamos a ver a la dama de la mala suerte, para que cambie nuestro destino.
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—¡Oh! Pues yo ya soy muy vieja, no sé si aguantaré todo el camino. —Claro que sí —contestó Gato—, pararemos cuando estés cansada y necesites descansar.
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Así fue como Gato Negro, Salero y Escalera emprendieron el camino hacia el bosque oscuro, pasando por altas montañas, por lagos profundos. Durante todo el viaje, Escalera se hizo fuerte y cogió en uno de sus peldaños a Salero para que éste descansara cuando el camino se le hacía muy pesado.
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Agradecido y feliz, Salero, salado como ninguno, contaba chistes que le hicieron reír a carcajadas
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Después de mucho caminar, por fin llegaron al bosque oscuro
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Y tras ser valientes, lo cruzaron y llegaron hasta una gran puerta
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Cuando estaban a punto de llamar, una voz les gritó
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Amigos, esperadme, voy con vosotros
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Gato negro salero y escalera vieron que llegaba corriendo un espejo muy hermoso pero que tenía el cristal roto
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Gato enseguida entendió que espejo roto también quería visitar a la dama de la mala suerte
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Así los cuatro amigos llegaron a la puerta y una mujer vestida de negro les saludó
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—Amigos, ¿qué habéis venido a hacer aquí desde tan lejos? Venimos a que cambies nuestro destino. No queremos estar toda la vida perseguidos o mal vistos por las personas a las que no les gustamos. Oh, queridos compañeros, yo no puedo cambiar vuestro destino.
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Los nuevos amigos se quedaron sorprendidos y entristecidos, pensando que su aventura no había servido para nada.
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—No os desaniméis —contestó la dama—. Solo con la valentía de haber llegado hasta aquí ya habéis empezado a cambiar vuestro destino. Solamente os daré un consejo. Puede ser que no le gustéis a todo el mundo. Lo más importante es que os queráis a vosotros mismos.
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Seguro que después aparecerá alguien con quien compartir el resto de vuestra vida.
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Entonces Gato Negro tuvo una idea.
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Dama, ¿por qué no sigues la aventura con nosotros y te conviertes en la dama de la buena suerte?
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La dama se quedó pensativa y enseguida contestó.
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¡Qué gran idea! Así lo haré. Gracias por ayudarme a cambiar mi destino.
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Mi triste vida de mala suerte se convertirá en una mucho más alegre. Gato negro, te has convertido en un auténtico felino de la buena suerte. Le contestó acariciándole. En aquel momento, Gato se acordó de lo que le decía su abuelo. Tú puedes ser lo que quieras.
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A partir de aquel momento todo cambió. Salero encontró una cocinera experta que le contrató como ayudante de cocina. Escalera halló un carpintero que cuidó de ella y la restauró para vivir muchos años más.
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Espejo Roto fue recogido por un pintor que al verse reflejado en él pintó unos cuadros muy diferentes
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Y por supuesto Gato Negro también encontró a ese alguien especial
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Una niña con un parche en el ojo que transformaría su mundo
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Pero esa es otra historia
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- Subido por:
- Mª Teresa P.
- Licencia:
- Reconocimiento - No comercial - Sin obra derivada
- Visualizaciones:
- 71
- Fecha:
- 7 de mayo de 2021 - 9:40
- Visibilidad:
- Público
- Centro:
- CP INF-PRI GARCIA LORCA
- Duración:
- 06′ 54″
- Relación de aspecto:
- 1.78:1
- Resolución:
- 1920x1080 píxeles
- Tamaño:
- 142.72 MBytes