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El Principito leído_CPEE María Soriano
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Las tutoras de PTVA y profesor de E.F. leen el cuento de El Principito para sus alumnos
Hola, ¿qué tal estáis? Ya veo que estamos todos. Víctor, Nicol, Alejandro, Trini, Aurora, Mateo, Mónica y Tania.
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No falta nadie, genial. Hoy vamos a leer algunos capítulos del libro El Principito, de Antoine Saint-Exupéry.
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Mandamos el libro completo para que las familias os animéis a leer lo que queda
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Empieza
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Cuando yo tenía 6 años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba Historias vividas una magnífica lámina
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Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera
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En el libro se afirmaba la serpiente boa se traga su presa entera sin masticarla
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Luego ya no puede moverse y duerme durante los seis meses que dura su digestión.
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Reflexioné mucho en ese momento sobre las aventuras de la jungla
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y a mi vez logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo.
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Mi dibujo número uno era de esta manera.
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Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté
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Si mi dibujo les daba miedo.
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¿Por qué habrá de asustar un sombrero? Me respondieron.
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Mi dibujo no representaba un sombrero, representaba una boa que digiere un elefante.
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Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas mayores pudieran comprender.
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Siempre estas personas tienen necesidad de explicaciones
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Mi dibujo número 2 era así
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Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas
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Ya fueran abiertas o cerradas
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Y poner mi interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática
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De esta manera a la edad de 6 años abandoné una magnífica carrera de pintor
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Había quedado desilusionado por el fracaso de mis dibujos número 1 y número 2
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Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas
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Y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones
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Tuve que elegir otro oficio y aprendí a pilotar aviones
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He volado un poco por todo el mundo y la geografía, en efecto, me ha servido de mucho
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Al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona
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Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche
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A lo largo de mi vida he tenido multitud de contactos con multitud de gente seria
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Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy de cerca
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Pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas
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Cuando me he encontrado con alguien que me parecía un poco lúcido
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lo he sometido a la experiencia de mi dibujo número uno que he conservado siempre. Quería
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saber si verdaderamente era un ser comprensivo. E invariablemente me contestaban siempre,
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es un sombrero. Me abstenía de hablarles de la serpiente boa, de la selva virgen y de las
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estrellas. Poniéndome a su altura, les hablaba del bridge, del golf, de la política y de
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corbatas. Y mi interlocutor se quedaba muy contento de conocer a un hombre tan razonable.
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Viví así, solo. Nadie con quien poder hablar verdaderamente. Hasta hace seis años tuve
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una avería en el desierto del Sáhara
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algo se había estropeado en el motor
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como no llevaba conmigo ni mecánico
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ni pasajero alguno
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me dispuse a realizar yo solo
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una reparación difícil
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era para mí una cuestión de vida o muerte
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pues apenas tenía agua de beber para ocho días
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la primera noche me dormí sobre la arena
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a unas mil millas del lugar habitado más próximo.
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Estaba más aislado que un náufrago en una balsa en medio del océano.
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Imagínese pues mi sorpresa cuando al amanecer me despertó una extraña vocecita que decía
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¡Por favor, píntame un cordero!
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¿Eh?
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¡Píntame un cordero!
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me puse en pie de un salto como herido por el rayo
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me froté los ojos, miré a mi alrededor
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vi a un extraordinario muchachito que me miraba gravemente
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hay cien que más tarde logré hacer de él
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aunque mi dibujo ciertamente es menos encantador que el modelo
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pero no es mía la culpa
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Las personas mayores me desanimaron de mi carrera de pintor a la edad de 6 años
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y no había aprendido a dibujar otra cosa que boas cerradas y boas abiertas
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Mire pues aquella aparición con los ojos redondos de admiración
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No hay que olvidar que me encontraba a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo
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Y ahora bien, el muchachito no me parecía ni perdido, ni muerto de cansancio, de hambre, de sed o de miedo.
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No tenía en absoluto la apariencia de un niño perdido en el desierto,
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a distancia del lugar habitado más próximo.
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Cuando logré por fin articular palabra, le dije
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Pero, ¿qué haces tú por aquí?
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Y él respondió entonces suavemente como algo muy importante
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Por favor, píntame un cordero
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Cuando el misterio es demasiado impresionante
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Es imposible desobedecer
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Por absurdo que aquello me pareciera
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a mil millas de distancia de todo lugar habitado y en peligro de muerte,
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saqué de mi bolsillo una hoja de papel y una pluma fuerte.
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Recordé que yo había estudiado especialmente geografía, historia, cálculo y gramática
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y le dije al muchachito, ya un poco malhumorado, que no sabía dibujar.
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—No importa —me respondió—, píntame un cordero. Como nunca había dibujado un cordero, realicé uno de los dos únicos dibujos que yo era capaz de realizar, el de la serpiente boa cerrada, y quedé estupefacto cuando oí decir al hombrecillo
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No, no, yo no quiero un elefante en una serpiente. La serpiente es muy peligrosa y el elefante ocupa mucho sitio. En mi tierra es todo muy pequeño. Necesito un cordero. Píntame un cordero.
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Dibujé un cordero, lo miró atentamente y dijo
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No, este está ya muy enfermo, haz otro
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Volví a dibujar
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Mi amigo sonrió dulcemente con indulgencia
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¿Ves? Esto no es un cordero, es un cnero, tiene cuernos
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Rehice nuevamente mi dibujo
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dibujo. Fue rechazado igual que los anteriores. Este es demasiado viejo. Quiero un cordero que
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viva mucho tiempo. Ya de paciencia y deseoso de comenzar a desmontar el motor, garrapateé
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rápidamente este dibujo. Se lo enseñé y le agregué. Esta es la caja. El cordero que quieres
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está dentro. Con gran sorpresa mía, el rostro de mi joven juez se iluminó. Así es como
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yo lo quería. ¿Crees que sea necesario mucha hierba para este cordero? ¿Por qué? Se inclinó
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hacia el dibujo y exclamó, bueno, no tan pequeño, está dormido. Y así fue como conocí al principito.
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Me costó mucho tiempo comprender de dónde venía. El principito, que me hacía muchas preguntas,
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jamás parecía oír las mías. Fueron palabras pronunciadas al azar, las que poco a poco me
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revelaron todo. Así, cuando distinguió por vez primera mi avión, no dibujaré mi avión, por
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tratarse de un dibujo demasiado complicado para mí, me preguntó, ¿qué cosa es esa? Eso no es
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una cosa, eso vuela, es un avión, mi avión. Me sentía orgulloso al decirle que volaba. Él entonces
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gritó. ¿Cómo? ¿Has caído del cielo? Sí, le dije modestamente. Ah, qué curioso. El
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principito lanzó una graciosa carcajada que me gritó mucho. Me gusta que me desgracias
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y se tomó en serio. Y añadió. Entonces, ¿tú también vienes del cielo? ¿De qué
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planeta eres tú? Divise una luz en el misterio de su presencia y le pregunté bruscamente.
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—¿Tú vienes, pues, de otro planeta?
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Pero no me respondió.
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Movía lentamente la cabeza mirando detenidamente mi avión.
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—Es cierto que encima de eso no puedes venir de lo lejos.
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Y se hundió en un ensueño durante largo tiempo.
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Luego, sacando de su bolsillo mi cordero, se avismó en la contemplación de su tesoro.
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Imagínense cómo me intrigó esta semiconfidencia sobre los otros planetas.
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Me esforcé pues en saber algo más
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¿De dónde vienes muchachito?
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¿Dónde está tu casa?
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¿Dónde quieres llevarte mi cordero?
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Después de meditar silenciosamente me respondió
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Lo bueno de la caja que me has dado
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Es que por la noche le servirá de casa
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Sin duda
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Y si eres bueno te daré también
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Una cuerda y una estaca para atarlo durante el día
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Esta proposición pareció chocar al principio
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¿Atarlo?
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¡Qué idea más rara!
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Si no lo atas, se irá quien sabe dónde y se perderá.
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Mi amigo suelto una nueva carcajada.
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¿Y dónde quieres que vaya?
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No sé, a cualquier parte.
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Derecho, camino adelante.
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Entonces el principito señaló con gravedad.
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No importa, es tan pequeña mi tierra.
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Y agregó, quizás con un poco de melancolía.
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Derecho, camino adelante.
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No se puede ir muy lejos.
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un beso para todos chicos
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esperamos que os haya gustado
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- Idioma/s:
- Autor/es:
- PTVA_CPEE María Soriano
- Subido por:
- Cpee mariasoriano madrid
- Licencia:
- Reconocimiento - No comercial - Compartir igual
- Visualizaciones:
- 140
- Fecha:
- 2 de mayo de 2020 - 23:39
- Visibilidad:
- Público
- Centro:
- CP EE MARÍA SORIANO
- Duración:
- 12′ 46″
- Relación de aspecto:
- 1.78:1
- Resolución:
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- Tamaño:
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