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Camuñas - Contenido educativo

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Subido el 18 de enero de 2021 por Zoraida Maritz S.

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Hola niñas y niños de infantil del Colegio Juan Gris. Ha llegado la hora del cuento. 00:00:01
Hoy os vamos a contar el cuento de Camuñas, escrito por Margarita del Mazo e ilustrado por 00:00:10
Charlotte Pardy. Había una vez un brujo que vivía en una casucha vieja que estaba al otro lado del 00:00:17
bosque, que había al otro lado de la montaña, que se alzaba al otro lado del río, que corría al otro 00:00:28
lado del pueblo, se llamaba Camuñas, porque nunca se cortaba las uñas y las tenía afiladas como 00:00:33
cuchillos. Camuñas era un brujo normal, que hacía brujerías normales con ingredientes normales, 00:00:41
lenguas de sapo, patas de mosquito, mocos de araña. En las noches de luna llena salía de casa corriendo, 00:00:49
atravesaba el bosque, subía la montaña, bajaba la montaña y de un brinco cruzaba el río para 00:00:58
llegar al pueblo. Iba a cazar niños para su despensa y le gustaban todos, gordos y flacos, 00:01:04
altos y bajos, rubios, morenos, pelirrojos. Una de aquellas noches entró en el pueblo. La luna 00:01:13
brillaba blanca y redonda como una bola de nieve. En una ventana vio a Blanca, que podía haber sido 00:01:23
una niña verde como un pimiento, pero era blanca como su nombre. Además, era astuta como un zorro 00:01:30
y lista como un búho. Miraba a la luna antes de acostarse. Camuñas afiló sus uñas y trepó como 00:01:37
un gato por el árbol que había junto a la ventana. Entre las ramas, a través de los cristales, vio a 00:01:45
la niña dormida. Hizo palanca con la uña del meñique y ¡tas! La ventana se abrió. Muy despacio, 00:01:52
con paso sigiloso, Camuña se acercó a la cama. Avanzaba encorvado con los brazos extendidos y 00:02:03
apretando los dientes. Ya muy cerca de Blanca levantó el dedo índice para atravesar su garganta 00:02:14
y de pronto ¡se le escapó un pedo! La niña se despertó, se frotó los ojos y sonriendo exclamó 00:02:22
¡Vaya, el brujo pirujo! No soy pirujo, soy camuñas, el que nunca se corta las uñas, respondió el brujo 00:02:34
indignado. No me tomes el pelo, eres pirujo. Que no, soy camuñas. No sabes lo que dices, anda, 00:02:43
mírate las narices. ¿Qué le pasa a mi nariz? Que es grande como una berenjena, la nariz del 00:02:51
brujo pirujo. Que no, que soy camuñas, ¿no quieres verme las uñas? Qué cara más dura, mira tu dentadura. 00:02:58
—¿Qué pasa con mis dientes? —Son pocos y están podridos, los dientes de Pirujo. —¡Son mis dientes! —gritó el brujo. —¡Soy camuñas! ¡No me veas las uñas! 00:03:07
—Pirujo, eres un cabezota. Mírate los ojos, que no te enteras. —¿Qué pasa con mis ojos? —Son saltones y rojos, los ojos del brujo Pirujo. 00:03:21
—¿Estás segura? —preguntó con dudas. —Yo creo que soy Camuñas. 00:03:32
Blanca insistió con paciencia. —¡No pongas cara de lelo y mírate el pelo! 00:03:40
El brujo se quitó el sombrero y casi llorando dijo. —¿Qué le pasa a mi melena? 00:03:46
—¿Qué melena? ¡Pero si son cuatro pelos! ¡Los pelos del brujo pirujo! 00:03:53
El brujo se encogió de hombros, se rascó los cuatro pelos y añadió 00:03:58
A lo mejor es verdad que soy pirujo, pero da igual, yo venía a comerte 00:04:03
¿Te has vuelto loco? dijo Blanca 00:04:09
No puedes comer niños, si lo haces te saldrán granos hasta en el ombligo 00:04:12
Brujo, pirujo, no seas pesado y vete a dormir 00:04:17
El brujo olió a Blanca y como se moría de hambre, le dio un lametazo en la cara 00:04:21
Al momento, en la punta de la lengua le salió un grano del tamaño de una aceituna 00:04:28
¡Soy pirujo! ¡Soy pirujo! 00:04:35
Gritó 00:04:37
¡Vaya petardo de brujo que no recuerda ni su nombre! 00:04:38
Con la cara desencajada, saltó por la ventana, salió del pueblo, cruzó el río de un brinco 00:04:42
Subió la montaña, bajó la montaña y atravesó el bosque para llegar a casa 00:04:47
Se fue derecho al desván y buscó algo en un viejo baún 00:04:52
¡Tenía que salir de dudas! 00:04:57
Entonces vio su nariz grande como una berenjena, sus dientes rotos y podridos, 00:05:00
sus ojos saltones y rojos y sus cuatro pelos en la cabeza. 00:05:07
—¡Vaya! ¡Soy pirujo! ¡Creía que era camuñas! 00:05:12
—¡Puf! ¡Pues tendré que cortarme las uñas! —dijo con resignación. 00:05:17
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado, porque Blanca, con ternura, fue a casa de aquel 00:05:22
brujo y le hizo la manicura. Para acabar, un consejo. No olvides mirarte de vez en cuando al espejo. 00:05:31
Autor/es:
Zoraida Salvatierra
Subido por:
Zoraida Maritz S.
Licencia:
Reconocimiento - No comercial
Visualizaciones:
130
Fecha:
18 de enero de 2021 - 20:23
Visibilidad:
Público
Centro:
CP INF-PRI JUAN GRIS
Duración:
05′ 52″
Relación de aspecto:
1.78:1
Resolución:
960x540 píxeles
Tamaño:
155.93 MBytes

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