Los miedos del capitán Cacurcias

Aquí estoy con mi lorito pirata. ¡Hola, lorito! ¡Hola! 00:00:00

¡Hombre! Pero si no sabía yo que estabais aquí. ¿Qué tal? ¿Cómo lleváis el día del libro? 00:00:06

Que sepáis que os voy a contar los miedos del Capitán Cacurcias. 00:00:12

Vamos a ver qué tiene este magnífico libro. 00:00:20

Los miedos del Capitán Cacurcias. 00:00:23

El capitán Cacurcias tiene cara de pirata. Viste como los piratas y grita ¡Bacalao! Vamos, que es un auténtico pirata. 00:00:26

El capitán Cacurcias no tenía miedo de nada. Ni a los tiburones, ni a la noche, ni a las tormentas, ni a los tiburones en una noche de tormentas. 00:00:38

Vamos, era tan atrevido que no le asustaban ni los yogures caducados, ni siquiera los besos de las chicas. 00:00:48

Era el más valiente. Hace poco tiempo, sin saber por qué, el capitán empezó a tener miedo de todo. 00:00:54

De sus zapatos duros, del picor de su casaca, de su estatura, de que la tripulación se riera de él. 00:01:04

Empezó a tener miedo de todo, hasta de su sombra. ¿Pero cómo podía tener miedo de su sombra? 00:01:10

El barco de Cacurcia se llamaba Mala Sombra que Asombra, y todos sus piratas eran muy brutos, terribles y feroces. 00:01:16

En realidad, quería mucho a su capitán, pero esto no lo podía saber nadie, porque eso nunca lo dicen los piratas. 00:01:23

Cuando se dieron cuenta de que Cacurcias tenía tanto miedo, decidieron que tenían que ayudarle. 00:01:30

Pensaron, pensaron y pensaron. 00:01:37

Y solo se les ocurrió llevarlo al barco del fantasma de los ojos azules. 00:01:40

¿Al barco de un fantasma? 00:01:45

Pues vaya ayuda tan mala, dijo Cacurcias. 00:01:47

Es que estos piratas son muy brutos. 00:01:49

Pues esa ayuda tan pocha. Son muy brutos y pensar lo que se dice pensar yo creo que no es lo suyo. 00:01:52

Le llevaron al barco y cuando Cacurcia se quedó solo en el barco ocurrió lo que tenía que ocurrir. 00:01:59

Y apareció un fantasma. Pero no uno cualquiera, no. Apareció el fantasma de los ojos azules. 00:02:05

¡Ah! ¡El fantasma! ¡El fantasma! ¡Me muero de miedo! 00:02:15

¡Ah! ¡Bú! Gritó el fantasma. 00:02:21

El pobre Cacurcias casi se hizo su nombre encima. 00:02:24

Vamos, que se hizo caca. 00:02:27

Tenía tanto miedo que no pudo ni correr. 00:02:29

El fantasma se acercaba y se acercaba 00:02:32

y el pirata se puso a temblar más que un relámpago nervioso. 00:02:33

Y cuando ya no podía aguantar más el miedo, 00:02:37

Cacurcias se paró a pensar. 00:02:40

Espera un momento. ¿Existen los fantasmas? 00:02:42

no, no existen 00:02:45

y entonces comenzó a decir en alto 00:02:47

no existen, no existen, no existen 00:02:49

y de repente el fantasma 00:02:51

desapareció 00:02:53

y se esfumó, muchas gracias por esa ayuda 00:02:54

de ese pequeño pirata 00:02:57

cuando ya empezaba a estar más tranquilo 00:02:58

después del susto, apareció algo 00:03:00

horripilante, flaco 00:03:03

y con una capa negra, blancucho 00:03:05

y con unos colmillos enormes 00:03:07

ay por favor 00:03:09

un vampiro 00:03:10

un vampiro 00:03:12

¡Nyan! ¡Nyan! gritaba el vampiro y el vampiro con su capa negra venía y se acercaba 00:03:14

y tenía un oliento horrible a ajo. ¡Ay! ¡Que me come el vampiro y el ajo! 00:03:20

Se puso tan cerca, tan cerca que el olor a ajo no lo dejaba ver. 00:03:28

Cacurcias pensó de nuevo temblando. 00:03:32

Pero vamos a ver, que estoy temblando como un barco de papel en alta mar. 00:03:34

¿Existen los vampiros? ¡No! No existen. Y comenzó a decir en alto. 00:03:38

No existen, no existen, no existen. Y entonces el vampiro se esfumó. Vaya barco más divertido. Cacurcias estaba empezando a creer que todo lo que veía era parte de su imaginación y decidió explorar el barco fantasma. 00:03:41

Pero entonces, por curioso, se encontró con algo, horroroso y horripilante. 00:03:56

Un enorme y gigantesco... 00:04:01

¡Hombre lobo! ¡No puede ser! 00:04:03

¡Ese bicho era muy feo, muy feo, muy feo! 00:04:09

Y lo peor es que estaba lleno de pulgas, lleno de pulgas. 00:04:12

El hombre perrucho se acercaba, y también las pulgas. 00:04:15

Estaba ya tan próximo a Cúrcias que incluso una le picó en el dedo gordo. 00:04:18

¡No puede ser! ¡Qué dolor! 00:04:22

El capitán se puso a pensar de nuevo, pero esta vez, con una sonrisa en los labios, 00:04:25

dijo, un momento, un momento, vamos a ver, que no existen, que los hombres lobos no existen, no existen. 00:04:29

Y el hombre lobo desapareció. 00:04:35

Cansado, contento y vacío de miedos, Cacurcias decidió irse a dormir. 00:04:40

Se preparó la cama con una sábana con ojos azules, se tapó con una capa negra y abrazó un lobito de peluche. 00:04:45

Y de esta forma, Cacurcias desde aquella noche durmió plácidamente y no volvió a tener miedo. 00:04:55

Colorín colorado, este cuento se ha acabado. 00:05:04

Y recordad, los miedos solo están en nuestras cabezas. 00:05:07

Un beso a todos y feliz día del libro. 00:05:11

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