La cebra Camila

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Subido el 17 de abril de 2020 por Beatriz C.

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Hola chicos, para celebrar el día del libro yo os voy a contar el cuento de la cebra Camila 00:00:00

de la editorial Calangaca, escrito por María Núñez y Óscar Villán. 00:00:06

Así que vamos a prepararnos todos, vamos a abrir los ojos, a abrir las orejas 00:00:13

y a poner boquita de aire, porque el cuento de la cebra Camila va a comenzar. 00:00:20

Allá donde se acaba el mundo, en el país donde da la vuelta el viento, vivía una pequeña cebra llamada Camila. 00:00:30

Como en aquel lugar el viento era tan travieso, Camila tenía que andar con mucho cuidado para no perder su vestimenta. 00:00:41

Su madre le decía siempre que no saliera de casa sin calzones ni tirantes, pero Camila cada día era más grande 00:00:51

y los tirantes y los calzones ya empezaban a molestarle. 00:00:59

Camila soñaba con acostarse en la hierba, sin aquellas prendas tan ajustadas. 00:01:03

También soñaba que el viento la llevaba rodando por los campos. 00:01:08

Un día Camila salió de casa sin atender los consejos de su madre. 00:01:18

¿Y sabéis lo que pasó? 00:01:23

Pues que por arte de malos vientos dejó de ser una cebra agallada 00:01:25

y se convirtió en algo parecido, o una mula blanca con camiseta de rayas. 00:01:30

Al verse así, blanca y desarrapada, Camila se echó a llorar. 00:01:37

Camila lloró siete lágrimas de pena por las rayas perdidas. 00:01:43

Después se quedó pasmada, mirando para una serpiente que estaba mudando la camisa. 00:01:53

—¿Por qué lloras? —le preguntó la serpiente. 00:02:00

—Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido —respondió ella sollozando. 00:02:02

—Acércate, te daré un anillo para que lo pongas en la pata —dijo la serpiente, que parecía guardar muchos secretos. 00:02:11

Camila siguió caminando con un anillo en la pata y un poquito menos de pena 00:02:25

Se le cayeron seis lágrimas por las rayas que había perdido 00:02:33

Después se quedó pasmada mirando para un caracol que asomaba los cuernos al sol 00:02:38

¿Por qué lloras? le preguntó el caracol 00:02:46

—Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido —respondió ella sollozando. 00:02:49

—Acércate, me subiré a tu panza y trazaré alrededor una rayita de plata. 00:03:00

Camila siguió andando con un anillo en la pata y una raya de plata. 00:03:09

Y un poquito menos de pena. 00:03:13

Como estaba preocupada, sintió ganas de llorar y derramó otras cinco lágrimas. 00:03:17

Después se quedó pasmada contando los colores del arco iris. 00:03:22

¿Por qué lloras? le preguntó el arco iris. 00:03:26

Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido, respondió ella sollozando. 00:03:30

Acércate, te echaré un remiendo azul fresquito como una seda de primavera 00:03:38

Camila siguió andando con un anillo en la pata, una rayita de plata, un remiendo azul y un poco menos de pena 00:03:48

Salpicó cuatro lágrimas por las rayas que le faltaban 00:03:57

Después se quedó pasmada mirando a una araña que estaba tejiendo un paño 00:04:00

¿Por qué lloras? le preguntó la araña. Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido. Acércate, le dijo la araña. Tejeré para ti una puntillita de tul y tu traje será más elegante. 00:04:07

Camila volvió a ponerse en camino, con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul, una puntillita de tul y un poquito menos de pena. 00:04:28

Lloriqueó tres lágrimas por las rayas que le faltaban. 00:04:41

Después se quedó pasmada escuchando una cigarra que tocaba una hermosa melodía. 00:04:45

—¿Por qué lloras? —le preguntó la cigarra. —Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido —respondió ella sollozando. —Acércate, te daré una cuerda de mi violín y tendrás un aire musical. 00:04:51

Camila siguió andando, con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul, una cuerda de violín, una puntitita de tul y un poquito menos de pena. 00:05:06

Casi llegando a casa, se le saltaron dos lágrimas por las rayas que le faltaban. 00:05:25

Después se quedó pasmada mirando para una oca, que cojeaba de una pata porque le apretaba un botín. 00:05:30

—¿Por qué lloras? —le preguntó la oca. —Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido —respondió ella sollozando. —¡Acércate! Ataré a tu espalda el cordón de mi botín e iremos las dos mucho mejor. 00:05:36

La oca se fue feliz descalza de la pata que tenía espachurrada 00:05:54

Camila ya había andado mucho cuando por fin llegó a su casa 00:06:06

Con un anillo en la pata, una rayita de plata, un lindo remiendo azul 00:06:11

Una puntillita de tul, una cuerda de violín, un gran cordón de botín 00:06:17

Y casi nada, casi nada de pena 00:06:24

Mamá cebra estaba sentada a la puerta 00:06:26

Camila se acercó con ella con una lágrima resbalando por su mejilla. 00:06:29

—¿Dónde te habías metido? —preguntó la mamá de Camila. 00:06:36

—No te encontraba. —Es que el viento bandido... 00:06:40

—Escúchame, Camila, ya estás muy grande, así que va siendo hora de olvidar los tirantes y los calzones. 00:06:45

Pero al escurrir la lágrima que le escurría de un ojito, mamá cebra intentó consolarla. 00:06:52

No llores, he tejido con mis crines una cinta muy larga para que adornes tu melena. 00:06:58

Camila, que había crecido casi una cuarta, se puso de puntillas y le dio a su madre un gran abrazo sin calzones ni tirantes. 00:07:16

Se estiró mucho, mucho, mucho para lucirse aún más y para que su madre la viese bien, con un anillo en la pata. 00:07:25

Una rayita de plata, un lindo remiendo azul, una puntillita de tul, una cuerda de violín, un cordón de botín, una cinta en la melena y ni una gota de pena. 00:07:35

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. 00:07:54

Aplaudid si os ha gustado 00:07:59

Y colodín, colodete 00:08:01

Por la chimenea sale un 00:08:04

¡Cohete! 00:08:06