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Cuento "Elmer"
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Hola chicos y chicas, os voy a contar el cuento de Elmer, este elefante de colores que es muy muy muy especial y muy mágico,
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igual que cada uno de nosotros somos mágicos y especiales. Espero que os guste.
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Había una vez una manada de elefantes. Había elefantes jóvenes y elefantes viejos, elefantes altos, gordos o delgados,
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Elefantes así o así, todos diferentes, pero todos felices y del mismo color
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Todos menos Elmer
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Elmer era distinto, Elmer era multicolor
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Elmer era amarillo y naranja y rojo y rosa y lila y azul y verde y negro y blanco
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Elmer no era de color elefante
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Y era precisamente Elmer el que hacía de reír a los demás elefantes.
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Unas veces a Elmer le gastaba bromas y otras veces ellos se lo gastaban a él.
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Elmer era el responsable de casi todas las sonrisas de sus compañeros de la manada.
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Una noche, Elmer no podía dormir.
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No hacía más que pensar y pensar.
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y lo que le rondaba por la cabeza era que estaba cansado de ser diferente.
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¿Dónde se ha visto un elefante de colores? se decía.
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No me extraña que se rían de mí.
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A la mañana siguiente, antes de que la manada terminara de despertarse,
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Elmer se marchó sigilosamente sin que nadie se diera cuenta.
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Llegó caminando a la selva, donde se cruzó con muchos animales.
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Todos le decían buenos días, Elmer, y Elmer siempre sonreía y respondía buenos días.
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Cuando caminó mucho y mucho, mucho, un largo camino, llegó hasta un arbusto de vallas.
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Estaba repleto de vallas de color elefante.
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Elmer cogió el arbusto con la trompa y la sacudió una por una.
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Así una y otra vez para que las vallas se desprendieran de las ramas.
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Cuando el suelo estuvo cubierto de vallas, Elmer se tumbó y empezó a rodar una y otra vez para un lado, para el otro y vuelta a empezar.
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Luego fue cogiendo racimos de vallas y fue frotándose todo el cuerpo con ellos hasta que estuvo cubierto de jugo de valla y no quedaba ni rastro de amarillo, ni de naranja, ni de rojo, ni de rosa, ni de lila, ni de azul, ni de verde, ni de negro y ni de blanco.
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Cuando terminó, Elmer tenía el aspecto de cualquier otro elefante.
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Volvió de regreso por el camino hacia la manada y volvió a encontrarse con los amigos de la selva,
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que esta vez le dijeron, buenos días señor elefante.
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No le reconocieron y Elmer sonriendo, jijijiji, le respondió, buenos días.
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Entonces, cuando llegó de nuevo a la manada donde estaban sus amigos, los elefantes, todos descansaban tranquilamente.
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Ninguno de ellos se dio cuenta de que era Elmer quien sabría paso hacia el centro de la manada.
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Al cabo de un rato, Elmer se dio cuenta de que algo raro sucedía.
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Pero el qué miró a su alrededor. La misma selva de siempre, el mismo azul de siempre, la misma nube de tormenta que iba y venía de siempre y por último los mismos elefantes de siempre.
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Elmer se los quedó mirando. Los elefantes no se movían en absoluto. Elmer nunca los había visto tan serios.
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y cuanto más miraba a aquellos elefantes serios, quietos y callados, más risa le entraba.
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¡Ja, ja, ja, ja, ja! Al final no pudo aguantarse más.
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Levantó la trompa y gritó con todas sus fuerzas, ¡Búuuu!
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¡Ay, ay, ay! ¡Ay, ay!
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Los elefantes quedaron patidifusos, pero por todas las trompas, exclamaron mientras Elmer se partía de risa.
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¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja! ¡Elmer! ¿Quién si no?
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Y todos los elefantes rompieron a reír, como nunca antes.
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Lo habían hecho. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja, ja!
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Y mientras se reían, empezó a llover.
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A medida que las gotas de lluvia caían sobre Elmer, iban dejando al descubierto sus colores.
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La lluvia ya había limpiado a Elmer por completo y los elefantes aún seguían abriéndose a él.
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Elmer, dijo un viejo elefante entre carcajadas, nos has gastado muchas bromas, pero esta ha sido la más divertida.
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Tenemos que conmemorar este día todos los años, sugirió otro.
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Será el día de Elmer. Todos los elefantes harán dibujos en la piel y Elmer se pintará de color elefante.
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Y efectivamente, todos los elefantes así lo hicieron.
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Se pintaron de colores su piel y Elmer, sin embargo, se pintó de color elefante.
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Y así un día al año se pintaban de colores, desfilaban
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Ese día, si por casualidad ves a un elefante con la piel de color elefante
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Seguro que es el mes
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Y colorín colorado, este cuento se ha acabado
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Chicos, espero que os haya gustado un montón
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Os mando muchísimos besos, muchísimo ánimo y seguro que nos vemos muy prontito
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Un beso, adiós
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- Subido por:
- Cp vicenteferrer getafe
- Licencia:
- Dominio público
- Visualizaciones:
- 165
- Fecha:
- 22 de abril de 2020 - 20:21
- Visibilidad:
- Público
- Centro:
- CP INF-PRI VICENTE FERRER
- Duración:
- 07′ 44″
- Relación de aspecto:
- 1.78:1
- Resolución:
- 1280x720 píxeles
- Tamaño:
- 155.97 MBytes
