Hombre (Homo sapiens) - Contenido educativo

El género Homo surgió hace unos 7 a 6 millones de años en África, en una época de progresiva desecación que redujo las áreas de bosques y selvas. El Homo sapiens habría aparecido en el África nororiental hace unos 450.000 años o, como mínimo, unos 400.000 años. Todos los seres humanos descienden de una misma "Eva mitocondrial", esto quiere decir que, según los rastreos del ADN mitocondrial (que sólo se transmite a través de las madres), toda la humanidad tiene una antecesora común que habría vivido en el noreste de África (entre Etiopía y Kenia) hace entre 400.000 y 450.000 años.

El hombre utiliza sólo las extremidades posteriores para desplazarse, lo que significa una gran cantidad de adaptaciones.

La pelvis se estrecha, lo que implica que el nacimiento de las crías se considere "prematuro" con relación al de otros animales no bípedos, y además se rota hacia adentro para soportar mejor el peso de los órganos.

La columna vertebral se ha curvado para soportar mejor el peso de la parte superior del cuerpo y se ha erguido casi 90 grados para situar el centro de gravedad entre los pies, aunque debido al gran peso de la cabeza, al marchar el centro de gravedad es muy inestable.

El foramen magnum, el orificio occipital por el que la médula espinal pasa del cráneo a la columna, se ha desplazado hacia la base del cráneo, permitiendo la posición completamente erguida de la cabeza.

También se han producido muchas adaptaciones en los miembros inferiores: la inclinación del fémur, la articulación casi en todas direcciones de las rodillas, el alargamiento de los pies, la pérdida de la capacidad de prehensión...

La bipedación completa conlleva la liberación de las manos y su transformación en instrumentos muy precisos gracias también al pulgar oponible, que presenta un alto grado de rotación, y a la capacidad de pronación de la muñeca.

Los ojos se sitúan en la parte frontal, permitiendo la visión estereoscópica y pancromática. Las mandíbulas no son nada fuertes y tienen dientes relativamente pequeños y poco especializados.

La característica más importante es, sin duda, el impresionante desarrollo cerebral sin parangón en todo el mundo animal, que le permite el lenguaje simbólico a través del habla con sonidos articulados, la memoria y el aprendizaje, dando una gran flexibilidad adaptativa a la especie, que de otra manera sería absolutamente vulnerable.

Viven en grupos familiares biparentales, que se relacionan con otras muchas familias, formando estructuras sociales muy complejas, que han desarrollado la capacidad de transmitir información de una generación a las siguientes por medios no biológicos, que reciben el nombre genérico de 'cultura', y cuya máxima expresión es el 'arte'.