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Evolución fonética del latín - Contenido educativo
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Resumen de la evolución fonética del latín al castellano.
Buenas a todos y todas. Os dejo este vídeo con los fenómenos más importantes de la evolución fonética del latino al castellano.
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Vamos a tratar por un lado las vocales y por otro las consonantes. Empezamos con las vocales.
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Y dentro de las vocales vamos a hacer una diferencia entre las vocales tónicas, aquellas que llevan acento, las vocales átonas, las que no llevan acento y los diptócos.
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Vamos a empezar con las tónicas.
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Y dentro de las tónicas tenemos que hacer otra diferencia, que es entre las vocales largas y las breves.
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Recordemos que las largas duraban más que las breves
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¿Cómo reconociamos las largas?
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Porque llevan una rayita encima, el macron
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¿Y las breves?
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Porque llevan cuernecitos o no llevan nada
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Vamos con las vocales largas
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La evolución de las vocales largas en posición tónica es muy sencilla
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Una A va a dar A, ratum prado
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Una E va a dar E, a vere a ver
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Una I, da I, librum libri
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Perdón, librum libro
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Una O, da O, solum, solo
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Y ahora vamos a las vocales breves. Aquí tenemos un poquito más de cambio.
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De lutum tenemos lodo.
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Pues vamos a las vocales átonas, que estas tienen un poquito más de variación.
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Y aquí nos da igual que sean largas o breves, en casi todas las ocasiones.
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Lo que nos importa es dónde están situadas.
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Si están en sílaba inicial, en sílaba interior o en sílaba final.
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En sílaba inicial.
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Una a se mantiene como a, cantare.
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Una e, breve o larga, puede dar e o i.
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Mercatus, mercado, tenebram, tiniebla. Una I da E, plicare, plegar. Una I larga, da I, mirare, mirar. Una O larga o breve da O, dolorem, dolor. Una U breve va a dar O, cuniculum, conejo.
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Y una U larga se queda como U. Curare, curar.
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Ya que están marcadas las consonantes, perdón, las vocales afectadas.
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Vamos a ver en sílaba interior.
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En sílaba interior, las vocales en posición pretónica, es decir, aquellas vocales átonas que van delante de la sílaba tónica, van a desaparecer todas menos la A.
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Solitarium, soltero, veis que la I desaparece
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Computare, contar, la U desaparece
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Luego hay una evolución fonética diferente en el grupo consonante
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Y las vocales átonas en posición postónica
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Es decir, la vocal que está detrás de la sílaba acentuada
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También tiende a desaparecer
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Oculum, ojo
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Primero haría oculo y luego una evolución fonética que lo lleva a ojo
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Y nobilem, noble
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Y por último, dentro de las átonas, tenemos las que están en sílaba final. La A es una de las vocales más estable, también se mantiene. La E se mantiene, pero desaparece tras ciertas consonantes. Detrás de una T, que se convierte en D, por cierto, detrás de una D, de una N, de una R, de una S y de una C, desaparece.
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Por ejemplo, tenemos consulem, que daría consul, sin esa e, y dolorem, que da dolor.
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Pero sin embargo, aquí tenemos, en el ejemplo de arriba, patrem, que da padre.
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La i se convierte en e, dixi, dije.
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La o se queda como o, ploro, lloro.
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Y la u se abre a o, librum, libro.
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Pues vayamos ahora con los diptongos.
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En latín solo hay tres diptongos.
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El diptongo AE, que nos daría IE en castellano, CAELUM CIELO, AU, que da O en castellano, AURUM ORO o TAURUM TORO, y el diptongo OE, que da E, PUENAM, PENA.
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Vamos a ver las consonantes. Las consonantes simples. Bueno, también dividimos en dos grandes grupos, consonantes simples y grupos consonantes.
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Y dentro de las consonantes simples, ¿dónde están esas consonantes en la palabra? Vamos a empezar con las iniciales.
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La mayor parte se conserva. Patren, padre, rotam, rueda. Pero, por ejemplo, la F inicial pasa a H, pero no siempre. Por ejemplo, de filium tenemos hijo, de ferrum hierro, pero delante de we y algunas veces de ye también se conserva.
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¿Vale? Fonten, fuente. Feram, fiera. La I consonántica se mantiene como Y delante de la A y de la E. Por ejemplo, Iam, dat ya. Desaparece en otras posiciones. Ianuarium, tenemos enero, no tenemos llenero. Y pasa J delante de la O y de la U. De Iocum tenemos juego, de Iubenem tenemos joven.
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y la o consonante que se mantiene como v
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huibum, vivo
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venire, venir
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en el interior
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las consonantes
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sufren algún cambio más
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las oclusivas sordas, que eran la p, la t
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y el sonido k, se van a convertir en sonoras
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la p va a pasar a b
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del upum tenemos lobo
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la t va a pasar a d, de metum tenemos miedo
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y la, el sonido k, la c
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va a pasar a ga
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delicatum, delgado
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Y las oclusivas sonoras, o sea, la B, la D y la G suave, tienden a desaparecer.
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Navigare, navegara y se conserva.
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Probare, probar, pero en foedum, da feo.
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O en digitum, dedo, esa G también desaparece.
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Las nasales se conservan.
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Amare, amar o lunam, luna.
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En gallego, por ejemplo, sería lúa, porque esa N desaparece.
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Y las líquidas, la R y la L, se conservan también.
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Dolorem dolor, piram pera. La S se conserva bastante estable. La fricativa labia dental sorda, que es la F, pasa a V. Profectum provecho. En cualquier caso, la confusión entre B y V en el latín de la península fue muy temprana.
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La I consonántica, la que viene de una I latina en posición consonántica, se conserva o desaparece
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En mayoren nos da mayor, pero en peyoren vemos que ha desaparecido, porque da peor, no peyor
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Aunque lo tenemos en peyorativo
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La U consonántica se conserva como V o desaparece
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No vam, nueva, pero en rium tenemos río
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Y ahora vamos con las consonantes simples en posición final
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La M siempre desaparece salvo en monosílabos, que se convierte en N.
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Rosam, rosa.
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Cuem, quien.
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La L, la S y la R se conservan.
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Mel, miel.
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Amas, amas.
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Y la R normalmente se conserva con metátesis, es decir, se acaba en ER, va a dar la vuelta y va a ser RE.
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Como inter, entre o super, sobre.
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Muchas consonantes de las que tenemos como finales en castellano no eran finales en latín.
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Han llegado a esa posición por evolución, pero vamos a ver qué cambios han sufrido.
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La D se pierde en monosílabos.
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Fidem, fe, pedem, piel.
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La T se conserva como D.
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Saludem, salud.
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Las consonantes N, L, R, S se mantienen.
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Y la C más una E o una I se convierte en Z.
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Por ejemplo, de PAKEM tenemos PAD y de PISKEM tenemos PEZ.
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Y vamos con los grupos consonánticos, que también vamos a ver, según su situación, qué pasa con ellos.
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Grupos consonánticos en inicial, grupos consonánticos interiores y grupos consonantes dobles.
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dobles, o sea, las geminadas, las que son dos iguales. Los iniciales se conservan. Pratum,
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prado. Los grupos PL, CL y FL se convierten en L. Esto se llama palatalización. Pluviam,
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lluvia, clamare, llamar, flamam, llama. Y los grupos que comienzan por ser líquida
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generan una vocal protética o de apoyo. Speculum, espejo, escribire, escribir. Vamos a las consonantes
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geminadas, las dobles en el interior. Por lo general se simplifican de kipun cepo o de kupam
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copa, de flamman llama. La doble R se conserva, terram tierra. Y la doble L se puede conservar
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palatalizada, valem valle, igual que la E doble N, que da ñ, se palataliza igual, de canan caña.
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Y por último, vamos a los grupos consonánticos en el interior. MN, NN, GN, NI y NE palatalizan. Dan ñ, dan num daño, an num año, pug num puño o vinea, viña.
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El grupo CT y el grupo LT tras U, ULT, palatalizan en la consonante CHE, en el sonido CHE.
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ELECTUM, LECHO. FACTUM, HECHO. MULTUM, MUCHO. CULTELUM, CUCHILLO. Aquí tendremos también TECTUM, TECHO. Hay muchísimos ejemplos.
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Noctem, noche. Los grupos CL, GL y TL que proceden de una caída de una vocal postónica, normalmente de cul, gul y tul, dan J.
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Especulum, espejo, tegulam, teja, betulum, viejo. Como especulum, por ejemplo, tenemos oculum, que es ojo.
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En posición intervocálica, el grupo LI se transforma en J.
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Kiliam ceja.
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Kiliam hija.
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El grupo DI se convierte en I.
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Radio griega, perdón.
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Radium rayo.
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Y el grupo TI se convierte en CI.
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Rationem ración.
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Actionem acción.
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Y por último, el grupo MB pasa a castellano como M.
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Se simplifica lumbum lomo, plumbum plomo o palumba paloma.
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Y esto es un breve resumen de la evolución fonética del latín.
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- Idioma/s:
- Idioma/s subtítulos:
- Autor/es:
- Pedro Manuel Gutiérrez Abad
- Subido por:
- Pedro Manuel G.
- Licencia:
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- Fecha:
- 10 de agosto de 2023 - 19:26
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- Centro:
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- Duración:
- 11′ 41″
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