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Tristana - Capítulo 1 - Benito Pérez Galdós

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Subido el 22 de febrero de 2023 por Marco Antonio V.

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TRISTANA POR BENITO PÉREZ GALDÓS 00:00:00
UNO 00:00:06
En el populoso barrio de Chamberí, más cerca del depósito de aguas que de cuatro caminos, 00:00:07
vivía, no a muchos años, un hidalgo de buena estampa y nombre peregrino. No aposentado 00:00:13
en casas o lariega, pues allí no las hubo nunca, sino un plebeyo cuarto de alquiler 00:00:19
de los baratitos, con ruidoso vecindario de taberna, merendero, cabrería y estrecho patio 00:00:23
interior de habitaciones numeradas. La primera vez que tuve conocimiento de tal personaje 00:00:29
y pude observar su catadura militar de antiguo cuño, algo así como una reminiscencia pictórica 00:00:35
de los tercios viejos de Flandes, díjeronme que se llamaba Don Lope de Sosa, nombre que 00:00:41
trasciende al polvo de los teatros o al romance de los que traen los librillos de retórica. 00:00:46
Y en efecto, nombrábanle así a algunos amigos maleantes. Pero él respondía por Don Lope 00:00:52
Garrido. Andando el tiempo, supe que la partida de bautismo rezaba Don Juan López Garrido. 00:00:58
Resultando que aquel sonoro Don Lope era composición del caballero, como un precioso 00:01:04
afeite aplicado a embellecer la personalidad. Y también caía en su cara enjuta, de líneas 00:01:10
firmes y nobles, tan buen acomodo hacía el nombre con la espigada tiesura del cuerpo, 00:01:15
con la nariz de caballete, con su despejada frente y sus vivísimos ojos, con el mustacho 00:01:20
entrecano y la perilla corta, tiesa y provocativa, que el sujeto no se podía llamar de otra manera, 00:01:25
o habría que matarle o decirle Don Lope. La edad del buen Hidalgo, según la cuenta que 00:01:30
hacía cuando de esto se trataba, era una cifra tan imposible de averiguar como la hora de un 00:01:36
reloj descompuesto, cuyas manecillas se obstinarán en no moverse. Se había plantado en los cuarenta y 00:01:41
nueve, como si el terror instintivo de los cincuenta le detuviesen aquel temido lindero 00:01:47
del medio siglo. Pero ni Dios mismo, con todo su poder, le podía quitar los cincuenta y siete, 00:01:52
que no por bien conservados eran menos efectivos. Vestía con toda la pulcritud y esmero que su 00:01:58
corta hacienda le permitía, siempre de chistera bien planchada, buena capa en invierno, en todo 00:02:04
tiempo guantes oscuros, elegante bastón en verano y trajes más propios de la edad verde que de la 00:02:11
madura. Fue de Lope Garrido, dicho sea para hacer boca, gran estratégico en lides de amor, y se 00:02:16
preciaba de haber asaltado más torres de virtud y rendido más plazas de honestidad que pelos tenía 00:02:23
en la cabeza. Ya gastado y para poco, no podía desmentir la pícara afición, y siempre que 00:02:28
tropezaba con mujeres bonitas, aunque no fueran bonitas, se ponía en facha, y sin mala intención 00:02:34
les dirigía miradas expresivas, que más tenían en verdad de paternales que de maliciosas, como 00:02:40
si con ellas dijera, de buen habéis escapado, pobrecitas. Agradecer a Dios el no haber nacido 00:02:46
veinte años antes. Precabeos contra los que hoy sean lo que yo fui, aunque, si me apuran, me atreveré 00:02:53
a decir que no hay en estos tiempos quien me iguale. Ya no salen jóvenes, ni menos galanes, 00:02:59
ni hombres que sepan su obligación al lado de una buena moza. Sin ninguna ocupación profesional, 00:03:04
el buen don Lope, que había gozado mejores tiempos de una regular fortuna, y no poseía 00:03:11
ya más que un usufructo en la provincia de Toledo, cobrado tirones y comermas lastimosas, 00:03:16
se pasaba la vida en ociosas y placenteras tertulias de casino, consagrando también 00:03:20
metódicamente algunos ratos a visitas de amigos, a trencas de café, y a otros centros, 00:03:26
o más bien rincones, de esparcimiento, que no hay para qué nombrar ahora. Vivía en lugar tan excéntrico 00:03:32
por la sola razón de la varatura de las casas, que aún con la gabela del tranvía, salen por muy 00:03:38
poco en aquella zona, amén del despejo, de la ventilación y de los horizontes risueños que allí 00:03:44
se disfrutan. No era ya agarrido trasnochador. Se ponía en planta a punto de las ocho, 00:03:49
y en afeitarse y acicalarse, pues cuidaba de su persona con esmero y lentitudes de hombre 00:03:55
de mundo. Se pasaban dos horitas, a la calle hasta la una, hora infalible del almuerzo frugal. Después 00:04:00
de éste, calle otra vez, hasta la comida, entre siete y ocho, no menos sombría que el almuerzo, 00:04:06
algunos días con escaseces, no bien disimuladas por las artes de cocina más elementales. 00:04:12
Lo que principalmente debe hacerse constar es que Sido el Lope era todo afabilidad y cortesía 00:04:17
fuera de casa, y en las tertulias cafeteriles o casinescas a que concurría, en su domicilio 00:04:23
sabía armanar las palabras atentas y familiares con la autoridad de amo indiscutible. Con él vivían 00:04:29
dos mujeres, criada la una, señorita en nombre la otra, confundiéndose ambas en la cocina y en los 00:04:36
rudos menesteres de la casa, sin distinción de jerarquías, con perfecto y fraternal compañerismo, 00:04:42
determinado más bien por la humillación de la señora que por ínfulas de la criada. 00:04:48
Llamábase ésta Saturna, alta y seca, de ojos negros, un pocón bruna, y por su biodel reciente 00:04:52
vestía de luto riguroso. Habiendo perdido a su marido, al bañil que se cayó del andamio en 00:05:00
las obras del banco, pudo colocar a su hijo en el hospicio, y se puso a servir, tocándole para 00:05:05
estreno la casa de Don Lope, que no era ciertamente una provincia de los reinos de Jauja. La otra, 00:05:11
que a ciertas horas tomaríais por sirvienta y a otras no, pues se sentaba a la mesa del señor 00:05:17
y le tuteaba con familiar llaneza, era joven, bonitilla, esbelta, de una blancura casi inverosímil 00:05:22
de puro alabastrina. Las mejillas en color, los negros ojos más notables por lo vibarachos y 00:05:28
luminosos que por lo grandes, las cejas increíbles, como indicadas en arco con la punta de finísimo 00:05:34
pincel, pequeñuela y roja la borriquita, de labios un tanto gruesos, orondos, reventando de sangre, 00:05:40
cual si contuvieran toda la que en el rostro faltaba, los dientes, menudos, pedacitos de 00:05:47
cuajado cristal, castaño el cabello, y no muy copioso, brillante como torzales de seda y recogido 00:05:53
con gracioso revoltijo en la coronilla. Pero lo más característico en tan singular criatura era 00:05:59
que parecía toda ella un puro armiño y el espíritu de la pulcritud, pues ni aun rebajándose a las 00:06:05
más groseras faenas domésticas se manchaba. Sus manos, de una forma perfecta, ¡qué manos!, 00:06:11
tenían misteriosa virtud, como su cuerpo y ropa, para poder decir a las capas inferiores del mundo 00:06:17
físico «la vostra miseria non mintage». Llevaba en toda su persona la impresión de un aseo intrínseco, 00:06:23
elemental, superior y anterior a cualquier contacto de cosa deseada o impura. De trapillo, zorro en 00:06:31
mano, el polvo y la basura la respetaban, y cuando se acicalaba y se ponía su bata morada con 00:06:38
rosetones blancos, el moño arribita, traspasado con horquillas de dorada cabeza, resultaba una 00:06:44
fiel imagen de dama japonesa de alto copete. ¿Pero qué más, si toda ella parecía de papel, 00:06:49
de ese papel plástico, caliente y vivo, en que aquellos inspirados orientales representa lo 00:06:55
divino y lo humano, lo cómico tirando a grave, y lo grave que hace reír? De papel nítido era su 00:07:01
rostro blanco mate, de papel su vestido, de papel sus finísimas, torneadas, incomparables manos. 00:07:07
Falta explicar el parentesco de Tristana, que por este nombre respondía a la mozuela bonita, 00:07:14
con el gran Don Lope, jefe y señor de aquel cotarro, al cual no será justo dar el nombre 00:07:20
de familia. En el vecindario, y entre las contadas personas que allí recalaban de 00:07:25
visita o por fisgonear, versiones había para todos los gustos. Por temporadas dominaban 00:07:30
éstas o las otras opiniones sobre punto tan importante. En un lapso de dos o tres meses, 00:07:36
se creyó como el Evangelio que la señorita era sobrina del señorón. Apuntó pronto, 00:07:41
generalizándose con rapidez, la tendencia a conceptuar la hija, y orejas hubo en la 00:07:46
vecindad que la oyeron decir papá, como las muñecas que hablan. Sopló un nuevo vientecillo 00:07:52
de opinión, y ya la tenéis legítima y auténtica señora de Garrido. Pasado algún tiempo, 00:07:58
ni rastros quedaban de estas vanas conjeturas, y Tristana, en opinión del pulgo circunvecino, 00:08:04
no era hija, ni sobrina, ni esposa, ni nada del gran Don Lope. No era nada, y lo era todo, 00:08:11
pues le pertenecía como una petaca, un mueble o una prenda de ropa, sin que nadie se la pudiera 00:08:17
disputar. Y ella parecía tan resignada a ser petaca, y siempre petaca. 00:08:23
Idioma/s:
es
Autor/es:
Marco Vázquez
Subido por:
Marco Antonio V.
Licencia:
Reconocimiento
Visualizaciones:
13
Fecha:
22 de febrero de 2023 - 21:14
Visibilidad:
Público
Duración:
08′ 32″
Relación de aspecto:
1.78:1
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