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Una casa - Contenido educativo
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Proyecto de Francesca Aiello, merecedor de un premio extraordinario de Artes Plásticas y Diseño en la convocatoria correspondiente al curso 2019/2020
Hola, soy Francesca Aiello y me encuentro aquí en este momento para daros la bienvenida a la presentación de mi proyecto final en ilustración.
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Hablaré delante de una cámara solo el tiempo necesario para introduciros a mi proyecto, porque esto es un momento emocionante para mí.
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Me cuesta soltarlo al mundo, pero sé que ha llegado el momento de dejarlo ir.
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Este proyecto es el fruto del amor de cuatro generaciones de mujeres
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y me gusta pensarlo como un manual de instrucciones para mi hija
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para que un día pueda entenderme mejor y perdonar mis errores
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porque habrá errores
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Me gusta pensarlo como un mapa para mí
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para encontrar siempre el camino hacia mi casa
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Y me gusta pensarlo como un viaje para compartir con todas las personas que hoy están aquí.
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Un viaje personal, a veces complicado, donde no hay ningún héroe.
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Hay solo búsqueda, duda, comprensión y amor.
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Gracias y buena visión.
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En las habitaciones de una casa anteriormente llena de gente y ahora convertida en un vacío quedan preguntas sin respuesta.
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Se puede amar también cuando el amor ya no está.
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Se puede bailar en una habitación sin música cuando el amor ya no vive o cuando no se pudo vivir, cuando no se le conoce o cuando está escondido.
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Una casa es un relato autobiográfico que se desarrolla en cuatro tiempos, en los que se subceden las vidas de las protagonistas, una hija, una joven viuda, una mujer madura, una abuela.
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Cada una con su vocabulario de sentimientos, con su alfabeto declinado al femenino, en todos sus diferentes matices.
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Y femenino es el lugar donde todo esto ocurre, la casa precisamente.
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La arquitectura del proyecto se compone de cuatro álbumes ilustrados independientes, cada uno con su carácter narrativo, presentados en una única caja.
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Su estructura es como un juego de cajas chinas, donde siempre una de las puertas queda cerrada haciendo que nos preguntemos sobre el misterio que se esconderá detrás.
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Construir formalmente la arquitectura de mi proyecto ha sido como construir una casa, las paredes, las ventanas desde donde mirar y las zonas de sombras y de luz.
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Sabía que una casa tenía que ser una experiencia a compartir, buscando por esto la manera de hacer interactuar mis historias con el lector.
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Hoy os presentaré las ilustraciones definitivas y completas para el cuento 1 y 2, mientras que para el cuento 3 y 4 os presentaré sus bocetos.
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La protagonista de esta primera narración es una niña.
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en su mirada personal hacia su madre hacia el vacío que ha dejado el duelo por un padre desconocido hacia la obstinación del amor las imágenes surgen desde un fondo negro una estética primigenia que lleva en sí la dureza y la sombra de los cuentos clásicos pero no dirigida al público infantil
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las flores, las paredes, la penumbra, el frescor, el perfume, las flores, las pinturas de ella que
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ya no pinta, las flores, las puertas, las flores, la foto de él que ya no está, la bombilla,
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Los interruptores, las flores, el techo
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Las cerraduras, el radiador
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Las flores
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Le he visto pasar a mi lado miles de veces
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Cambiando las flores a la foto de aquel padre desconocido
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Sonriéndome que parecía llorar
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Todos crecíamos
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Él no cambiaba, ni sus vestidos
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Las flores huelen bien solo unos días. Después se pudren. Odio el olor de las flores.
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El particular formato con el cual se presenta esta historia no está pensado para ser observado, sino para la interacción lúdica e imaginativa. El juego de las cartas puede componer un pasillo o una arquitectura cerrada. La ausencia de texto, impreso solo en la caja que contiene las ilustraciones, deja al lector la libre interpretación de la historia.
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Por un lado sabemos que está la madre, por el otro la hija.
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Ambas dirigen su atención hacia un mueble, hacia una foto borrosa,
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y cada una con una esperanza o una curiosidad diferente.
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En este cuento se desarrolla la historia de una mujer que se queda viuda muy joven,
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con dos hijos pequeños y otra hija que está a punto de llegar.
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Quería que esta historia se moviese en un registro estético muy simple,
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más sociológico y familiar, expresado en este caso por medio del cartel.
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Una nueva familia se ha mudado al número 21 el mes pasado, llevando consigo curiosidad y escándalo.
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Ella es una mujer sola, siempre vestida de negro y con ojeras profundas.
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Vive en el quinto con sus padres y con sus dos hijos, en una vivienda social de tres dormitorios.
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No sale nunca y cuando lo hace deja su perfume en el ascensor.
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Es diferente de las otras madres que viven por aquí.
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Se maquilla, se peina, se perfuma, habla bien y es muy reservada sobre su vida con los vecinos.
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Algunos de ellos dicen que es pintora, otros que es profesora.
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Las mujeres dicen que es viuda, los hombres que es separada.
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Las primeras la miran con disimulada hostilidad, los segundos con morbo.
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La vecina de abajo la odia, quejándose a las otras mujeres de que la oye fatigar hasta la madrugada con la máquina de coser.
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Por su culpa su pobre marido no duerme bien y por la mañana se levanta tan nervioso que la pega.
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Culpa la señora de arriba de las bofetadas rápidas que le queman la cara si se olvida de echar azúcar en el café de su esposo.
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No saben las vecinas celosas, ni los vecinos intrigados, que la señora del quinto cose vestiditos rosas.
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pequeñitos como la vida que llegará en poco menos de un mes no sabe la vecina de abajo que dentro de poco ella y su marido serán despertados por un llanto nocturno
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el llanto de una niña que se llamará como su padre muerto sin saber que ella iba a llegar la estética neorealista italiana está en la contraposición del blanco y del negro los mismos tonos que encontramos en las películas de per paolo pasolini fascinado por las periferias más humildes
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El traf es simple y crudo, y la estética dominante es el contraste. Las manchas de negro, que reflejan el pozo de dolor e incestidumbre de la protagonista, encuentran un equilibrio con el gris y el blanco de la vida cotidiana, para combinarse con un único color, el rosa, símbolo de esperanza en un universo sin luz.
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Esa historia se ambienta en el momento de tregua del amanecer
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Cuando el sueño se hace más frágil y cualquier ruido puede derrumbarlo despertándonos
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Exactamente como la vida que está pasivamente viviendo la protagonista
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Este cuento habla sobre el instante apenas anterior a la toma de conciencia
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El momento que precede un terremoto
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Cuando la tierra grita, pero todavía no se mueve
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Se ha despertado como cada mañana en las sábanas de su ajuar
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Al lado del cuerpo blando e indiferente de su marido
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Ha apagado el despertador y preparado el café
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El momento solitario del desayuno es uno de sus favoritos del día
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Cuando en el silencio del alba se oye
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Solo el tintineo de la cucharita contra la cerámica de la taza
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Siempre ha sido así, excepto hoy
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Esta mañana puede oír la aguja de los segundos retumbarle en la cabeza
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El cojín de su silla la atormenta
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El olor del café
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Eran náuseas
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El respiro de su marido sopla desde la otra habitación
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Y si pudiera
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Gritaría
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¿Qué le pasa?
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Se mira al espejo de plástico en el baño
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La cara humedecida por el agua se mira otra vez
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Y no se reconoce
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Siente algo moverse dentro
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Miedo
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Pena, las mejillas se ponen rojas
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Furia, consternación
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Ha vuelto de la compra como todos los días
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Y sigue sintiéndose rara
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Como en una tierra extraña
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De repente odia este barrio que huele a cemento y orina
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Y hierba alta y viento
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De repente recuerda el olor del trigo
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Y la tierra húmeda de su primer amor
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Queda inmóvil, ahora, delante del felpudo. Las verduras de las bolsas pesan, pero no lo siente porque ha cerrado los ojos y ha vuelto al campo. Por un brevísimo instante se siente joven, enamorada.
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el abrigo no huele a polvo y frito
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y en la penumbra del rellano
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siente los abrazos que le hicieron bella
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cuando tenía 17 años
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y que anoche volvieron
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escondidos en un sueño
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traidor
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por primera vez notó
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las grietas
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la protagonista de esta última historia es una abuela
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a través de sus pasos lentos
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con sus pantuflas confortables
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y viejas se mueve dentro
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de un espacio vacío
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horriblemente silencioso
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donde la noche es un día que no se ha acabado nunca, donde el día es una interminable noche.
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Un cuento sobre los días jalonados por un tiempo ferocemente dilatado.
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Ella no contempla su propia muerte como una opción.
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Empieza cada frase al respecto con, si un día tuviera que morir,
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¿por qué imagina su fallecimiento como un accidente o una eventualidad, algo ocurrido por casualidad?
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Aún así piensa en ello cada vez con más frecuencia. De noche, sola en su cama. La casa se hizo demasiado grande, demasiado silenciosa. Todos han salido de allí para no volver nunca más.
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Aquellas manos, convertidas en una maraña de piel, antes eran firmes y ocupadas en cocinar, planchar, guiar como un director de orquesta una banda de cinco elementos.
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Ahora queda solo ella a vigilar las habitaciones vacías.
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Si un día tuviera que morir, dice, pero es que luego el día acaba y ella sigue allí, después de todo, a pesar de todos, y se vuelve niña, vuelve a tener miedo de la oscuridad, se esconde de aquella muerte traicionera debajo de montones de mantas, esa es su trinchera.
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Si tuviera que llegar su momento, que no la encuentre tan fácilmente.
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Se obstina en conservar cada habitación como cuando vivían en ella sus tres nietos y su hija muerta hace ya muchos años.
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Se obstina en rodear las fotos sonrientes de sus fantasmas con flores luminosas de plástico mediocre que ha comprado un de los chinos por pocos euros.
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Hemos llegado al final de este viaje. Para agradeceros de haberme regalado vuestro tiempo, os dejo con un regalo. Buena visión.
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¡Gracias por ver el video!
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Esta estanza no da pareja,
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pero árboles, árboles infinitos.
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Cuando tú estás cerca de mí,
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cuando tu ojo viola la luz de mi.
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y
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- Autor/es:
- Francesca Aiello
- Subido por:
- Certamenesypremios
- Licencia:
- Reconocimiento - No comercial - Sin obra derivada
- Visualizaciones:
- 96
- Fecha:
- 12 de noviembre de 2020 - 13:55
- Visibilidad:
- Público
- Centro:
- EST ADMI D.G. DE BILINGÜISMO Y CALIDAD DE LA ENSEÑANZA
- Duración:
- 16′ 17″
- Relación de aspecto:
- 1.78:1
- Resolución:
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- Tamaño:
- 308.82 MBytes