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CUENTO "LA OVEJITA QUE VINO A CENAR" CURSO CUENTOS Y LECTURAS EN LA PRIMERA INFANCIA - Contenido educativo

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Subido el 25 de abril de 2021 por Rosa T.

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La ovejita que vino a cenar. 00:00:00
—¡Otra vez! ¡Sopa de verduras! —se quejó el viejo lobo. 00:00:03
—¡Ojalá tuviera una ovejita! Me prepararía un buen estofado, mi comida favorita. 00:00:07
Justo entonces, ¡toc, toc! Era una ovejita. 00:00:13
—¿Puedo pasar? —dijo la ovejita. 00:00:17
—Sí, querida. Pasa, pasa. Llenas justo a tiempo para la cena —respondió el viejo lobo con tono burlón. 00:00:19
La ovejita tiritaba de frío. 00:00:26
¡Brrr! ¡Brrr! 00:00:29
¡Santo cielo! pensó el viejo lobo. 00:00:31
No puedo comerme una ovejita que esté tan helada. 00:00:33
Odio la comida fría. 00:00:35
Y la puso cerca de la chimenea para que entrara en calor. 00:00:37
El viejo lobo buscó la receta de un estofado en el libro de cocina. 00:00:41
Se le hacía la boca agua solo de pensarlo. 00:00:45
La ovejita también tenía hambre y le sonaban las tripas. 00:00:48
¡Santo cielo! pensó el viejo lobo. 00:00:52
no puedo comerme una ovejita a la que le suenan las tripas. Podría tener una indigestión. Y le dio 00:00:54
una zanahoria para que se la comiera. El rey ya no se dijo. La ovejita se zampó la zanahoria tan 00:01:01
rápido que le entró el hipo. ¡Santo cielo! pensó el viejo lobo. No puedo comerme una ovejita que 00:01:07
tenga hipo. Podría darme hipo a mí también. Pero el lobo no sabía qué hacer para que se le pasara 00:01:14
el hipo. Lo intentó lanzando a la ovejita por los aires, pero no funcionó. La levantó sujetándola 00:01:20
por los pies, pero no funcionó. Le hizo dar vueltas y más vueltas, pero tampoco funcionó. 00:01:26
El viejo lobo puso a la ovejita sobre su hombro y le dio unas palmaditas en la espalda con su 00:01:34
grande y peluda garra. La ovejita dejó de tener hipo, se acurrucó bajo el pelo del hocico del 00:01:40
lobo y al instante se quedó dormida en sus brazos. El viejo lobo tenía una sensación extraña. Era la 00:01:46
primera vez que su cena le abrazaba y de pronto perdió el apetito. La ovejita roncaba dulcemente 00:01:54
bajo su oreja, un ronquidito tras otro. ¡Santo cielo! susurró el viejo lobo. No puedo comerme 00:02:00
una ovejita que ronque. El viejo lobo se sentó en el balancín junto a la chimenea con la tierna 00:02:07
ovejita en su regazo y pensó que hacía mucho tiempo que nadie lo abrazaba. El lobo la olfateó 00:02:13
una y otra vez. Aquella ovejita olía muy, muy, pero que muy bien. ¡Oh! refunfuñó el lobo. Si me la 00:02:20
como rápidamente no pasará nada. Y cuando estaba a punto de zampársela, la ovejita se despertó y 00:02:28
le dio un gran beso. ¡Santo cielo! susurró. ¡No es justo! ¡Soy un lobo grande y malo y tú eres un 00:02:35
estofado! ¡Tofado! dijo sonriendo la ovejita y señalando al viejo lobo añadió. ¡Lobo! ¡Oh 00:02:44
señor! ¡Dame fuerza! rogó el viejo lobo. ¡Tienes que irte! El lobo abrigó bien a la ovejita y la 00:02:52
sacó fuera. ¡Ahora vete! gritó. ¡Si te quedas aquí conmigo te comeré y después los dos nos 00:02:58
arrepentiremos y cerró la puerta con un pum. Fuera estaba oscuro y hacía frío. La ovejita golpeó la 00:03:04
puerta. Dobo gritó. ¿Puedo entrar, Dobo? Pero el viejo lobo se tapó las orejas con las manos y 00:03:13
empezó a cantar hasta que ya no oyó a la ovejita. Al fin se hizo el silencio. Gracias que se ha ido, 00:03:19
pensó el lobo. Aquí, con un viejo lobo hambriento como yo, no estaba a salvo. Después se puso a 00:03:26
pensar en la ovejita, sola en la oscuridad del bosque. Quizás se ha perdido, quizás se ha 00:03:33
congelado, quizás se la han comido. ¡Oh, no! ¿Qué he hecho? Se levantó y abrió la puerta. La ovejita 00:03:38
se había ido. El viejo lobo salió a toda prisa hacia el oscuro bosque gritando, ovejita, ovejita, 00:03:45
vuelve, no te comeré, te lo prometo. Más tarde, mucho más tarde, el viejo lobo regresó a su casa 00:03:51
triste, decaído, cansado y solo. El lobo abrió la puerta y ahí junto a la chimenea estaba la 00:03:58
ovejita. Has vuelto, dijo el lobo sonriendo. ¿No tienes otro lugar al que ir? La ovejita dijo que 00:04:06
no con la cabeza. Entonces, ¿te gustaría quedarte aquí conmigo? Preguntó el lobo. La ovejita lo 00:04:12
miró fijamente. No me comerás todo, ¿verdad? Santo cielo, respondió el lobo. No puedo comerme 00:04:19
una ovejita que me necesita. Podría darme ardor de estómago. La ovejita sonrió y se lanzó a los 00:04:25
brazos del viejo lobo. ¿Tienes hambre, estofado mío? Le preguntó el lobo. ¿Te apetece un poco 00:04:32
de sopa de verduras? Es mi comida favorita. 00:04:37
Subido por:
Rosa T.
Licencia:
Reconocimiento - No comercial - Compartir igual
Visualizaciones:
90
Fecha:
25 de abril de 2021 - 13:00
Visibilidad:
Público
Centro:
IES ALFREDO KRAUS
Duración:
04′ 41″
Relación de aspecto:
1.78:1
Resolución:
1920x1080 píxeles
Tamaño:
578.90 MBytes

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