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4/4/2019 Segundo Turno Fase Final-Concurso de Narración y Recitado de Poesía
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Buenos días, me llamo Sería García de Ribés, vengo del Colegio Obispo Perelló
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y les voy a recitar la poesía de muerte de Antónito el Camborio de Federico García Lorca.
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Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir.
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Voces antiguas que cercan, voz de clavel barnil.
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Les clavó sobre las botas mordiscos de jabalí.
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En la lucha, dadas altos, jabonados, de delfín
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Bañó con sangre enemiga su corbata carmesí
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Pero eran cuatro puñales y tuvo que sucumbir
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Cuando las estrellas claman rejones al agua gris
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Cuando los herales sueñan verónicas de alelí
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Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir
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Antonio Torres Heredia, Camboria de Duracrim
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Morena de verde luna, voz de clave el baronil.
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¿Quién te ha quitado la vida cerca del Guadalquivir?
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Mis cuatro primos, heredia, hijos de Benamejí.
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Lo que nosotros no envidiaban, ya lo envidiaban en mí.
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Zapatos, color corinto, medallones de marfil.
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Y este cutis, amasado, con aceituna y jazmín.
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Ay, Antoñito el Camburio, digno de una emperatriz.
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Acuérdate de la Virgen, porque te vas a morir
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¡Ay, Federico García! ¡Llama a la Guardia Civil!
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Y a mi talle se ha quebrado como caña de maíz
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Tres golpes de sangre tuvo y se murió de perfil
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Viva moneda que nunca se volverá a repetir
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Un ángel marchoso pone su cabeza en un cojín
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Otros, de rubor cansado, encendieron un candil
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Y cuando los cuatro primos llegan a Benamejí, voces de muerte cesaron cerca del Guadalquivir.
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Si el hombre pudiera decir lo que ama, si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo como una nube en la luz,
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si como muros que se derrumban para saludar la verdad cerquido en medio, pudiera derrumbar su cuerpo dejando solo la verdad de su amor,
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la verdad de sí mismo que no se llama gloria, fortuna o ambición, sino amor o deseo,
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Yo sería aquel que imaginaba, aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
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proclama ante los hombres la verdad ignorada, la verdad de su amor verdadero.
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Libertad no conozco, sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío.
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Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
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por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
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Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
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Como leños perdidos que el mar anega libremente
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Con la libertad del amor
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La única libertad que me exalta
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La única libertad, porque muero
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Tú justificas mi existencia
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Si no te conozco, no he vivido
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Si muero sin conocerte, no muero
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Porque no he vivido
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Bueno, vamos, siguiente
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Ricardo García Seguín
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¿Qué tienes para sortear?
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A ver, ven, acércate por aquí, te digo
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La ocho, nada de la cebolla
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Siete, antoñito y tamborio
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Y cinco, a uno
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La ocho, que es la de...
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Ah, la nana de la cebolla, aún no ha salido.
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Mira, nos la inauguras.
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Buenos días, me llamo Ricardo García Siguín,
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soy alumna del Colegio San Javier.
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Voy a recitar la poesía de la nana de la cebolla,
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de Miguel Hernández.
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La cebolla es escarcha cerrada y pobre,
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escarcha de tus días y de mis noches
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hambre y cebolla
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hielo negro y escarcha grande y redonda
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en la cuna del hambre mi niño estaba
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con sangre de cebolla se amamantaba
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pero tu sangre, escarchada de azúcar
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cebolla y hambre
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una mujer morena, resuelta en luna
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se derrama hilo a hilo sobre la cuna
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Ríete niño, que te tragas la luna cuando es preciso
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Alondra de mi casa, ríete mucho
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Es tu risa en los ojos, la luz del mundo
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Ríete tanto, que en el alma al oírte
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Bata el espacio
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Tu risa me hace libre, me pone alas
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Soledades me quita, cárcel me arranca
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Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea
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Es tu risa la espada más victoriosa
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Vencedor de las flores y las alondras
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Rival del sol
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Por venir de mis huesos y de mi amor
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La carne aleteante
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Súbito el párpado
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El vivir como nunca coloreado
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Cuánto jilguero se remonta
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Aletea desde tu cuerpo
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Desperté de ser niño
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Nunca despiertes
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Triste llevo la boca
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Ríete siempre, siempre en la cuna
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Defendiendo la risa, pluma por pluma
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Ser de vuelo tan alto, tan extendido
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Que tu carne parece cielo cernido
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Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera
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Al octavo mes ríes con cinco azares
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Con cinco diminutas ferocidades
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con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes.
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Frontera de los besos serán mañana,
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cuando en la dentadura sientas un alma,
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sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro.
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Vuela niño en la doble luna del pecho.
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Él, triste de cebolla.
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Tú, satisfecho.
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No te derrumbes, no sepas lo que pasa.
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ni lo que ocurre.
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No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
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sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
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No te dejes vencer por el desaliento.
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No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
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que es casi un deber.
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No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
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No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
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Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.
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Somos seres llenos de pasión.
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La vida es desierto y oasis.
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Nos derriba, nos lastima, nos enseña.
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Nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
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Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa
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Tú puedes aportar una estrofa
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No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre
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No caigas en el peor de los errores
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El silencio, la mayoría vive en un silencio espantoso
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No te resignes, huye
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Emito mis alaridos por los techos de este mundo, dice el poeta
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Valoro la belleza de las cosas simples
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Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas
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Pero no podemos remar en contra de nosotros mismos
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Eso transforma la vida en un infierno
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Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante
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Vívela intensamente, sin mediocridad
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Piensa que en ti está el futuro
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Y encara la tarea con orgullo y sin miedo
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Aprende de quienes puedan enseñarte
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Las experiencias de quienes nos precedieron
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De nuestros poetas muertos
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Que ayudan a caminar por la vida
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La sociedad de hoy
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Somos nosotros
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Los poetas vivos
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No permitas que la vida te pase a ti
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Sin que la vivas
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de nuevo en este conjunto
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si somos seres llenos de pasión
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como dice aquí
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el capitán, mi capitán
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bueno, vamos a
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Victoria
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Comet Cambronero Hernández
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1, 2 y 5, ¿verdad?
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la dos
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la vida es sueño
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la vida es sueño
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de Pedro Calderón de la Barca
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es verdad pues reprimamos
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esta fiera condición
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esta furia, esta ambición
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por si alguna vez soñamos
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y si haremos
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pues estamos en un mundo tan singular
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que el vivir solo es soñar
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y la experiencia me enseña
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que el hombre que vive sueña
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Lo que es hasta despertar.
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Sueña al rey que es rey y vive con este engaño, mandando, disponiendo y gobernando.
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Y este aplauso que recibe, prestado en el viento escribe y en cenizas lo convierte.
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La muerte, desdicha fuerte, que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte.
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Sueña al rico en su riqueza, que más cuidados ofrece.
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Sueña al pobre que padece su miseria y su pobreza.
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sueño al que amedrear en piedra, sueño al que afonar y pretender, sueño al que agravar y ofender
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y en el mundo en conclusión todos sueñan lo que son
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aunque ninguno lo entiende
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yo sueño que estoy aquí, de estas prisiones cargado
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y sueño que en otro estado más lisonjero me vi
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que es la vida un frenesí
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que es la vida una ilusión, un asombro, una ficción
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y el mayor bien es pequeño
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que toda la vida es sueño
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y los sueños, sueños son
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A Margarita de Béil de Rubén Darío.
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Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de cel.
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Yo siento, en el alma una londa cantar, tu acento.
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Margarita, te voy a contar un cuento.
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Este era un rey que tenía, un palacio de diamantes, una tienda hecha del día,
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y un rebaño de elefantes, un kiosco de malaquita, un gran manto de tisú
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y una gentil princesita tan bonita, Margarita, tan bonita como tú.
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Una tarde la princesa vio una estrella aparecer.
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La princesa la atraviesa y la quiso ir a coger.
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La quería para hacerla decorar un prendedor, con un verso y una perla, una pluma y una flor.
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Las princesas primorosas se parecen mucho a ti.
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Cortan lirios, cortan rosas, cortan astros, son así.
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Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar,
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a cortar la blanca estrella que le hacía suspirar.
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Y siguió camino arriba, por la luna y más allá,
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mas lo malo era que ella iba sin permiso del papá.
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Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del señor,
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se miraba toda envuelta en un dulce despantón.
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Y el rey le dijo, ¿qué te has hecho? Te he buscado y no te hallé.
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¿Y qué tienes en el pecho? ¿Qué encendido se te ve?
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La princesa no mentía, y así dijo la verdad.
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Fue a cortar la estrella mía a la azul inmensidad.
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Y el rey clama, ¿no te he dicho que el azul no hay que tocar?
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¡Qué locura! ¡Qué capricho! ¡El señor se va a enojar!
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Y dice ella, no hubo intento, yo me fui, no sé por qué,
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por las olas y en el viento, por la estrella, y la corté.
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Y el papá dice enojado, un castigo has de tener, vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver.
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La princesa se entristece por su dulce flor de luz, cuando entonces aparece sonriendo en buen Jesús.
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Y así dice, en mis campiñas, esas rosas son lo que vi, son mis flores de las niñas, que al soñar piensan en mí.
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Viste el rey ropas brillantes y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar.
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La princesita está bella, pues se tiene el prendedor en el que luce, con estrella, verso, perla, pluma y flor.
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Margarita, está linda la madre, y el viento lleva esencia a su tristeza.
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Tu aliento, ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento a que un día te quise contar un cuento.
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yo cada vez que escucho este poema
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no puedo reprimirme a decirlo
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con un verso
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una perla, una pluma y una flor
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es que esa enumeración que era como
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bueno
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Gabriel Laguna
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Ergueran
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la 2, la 4 y la 10
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sepáres
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¿Has saltado?
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Sí
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No estoy aquí a correr, de verdad
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Entonces
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Tú eres
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Gabriel Laguna
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Ares, ya que está aquí
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Lo dejamos para después
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Pues Gabriel, tienes la 2, la 4 y la 10
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Gabriel
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La 10, palabras a la julia
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Otra inauguración
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Tú no puedes volver atrás
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Tú no puedes volver atrás
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Porque la vida ya te empuja
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Como un aullido interminable
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Hija mía, es mejor vivir
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Con la alegría de los hombres
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Que llorar ante el muro ciego
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¿Te sentirás acorralada?
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Te sentirás perdido sola
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Tal vez querrás no haber nacido
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Yo sé muy bien que te dirán
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Que la vida no tiene objeto
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Que es un asunto desgraciado
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Entonces, siempre
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Acuérdate de lo que un día yo escribí
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Pensando en ti como ahora pienso
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La vida es bella, ya verás
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Pero a pesar de los pesares
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Tendrás amigos, tendrás amor
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Un hombre solo, una mujer
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Así tomados de uno en uno
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Son como polvo
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no son nada, pero yo cuando te hablo a ti, cuando te escribo estas palabras,
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pincho también en otra gente, tu destino está en los demás, tu futuro es tu propia vida,
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tu dignidad es la de todos, otros esperan que resistas, que les ayude tu alegría,
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tu canción entre sus canciones, entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí
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Pensando en ti, como ahora pienso.
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Nunca te entregues y te apartes.
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Junto al camino nunca digas, no puedo más y aquí me quedo.
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Por lo demás, no hay elección.
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Y este mundo tal como es, será todo tu patrimonio.
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Perdóname, no sé decirte nada más.
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Pero tú comprende que yo aún estoy en el camino.
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Y siempre, siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti, como ahora pienso.
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Voy a recitar Redondillas de San Juan Inés de la Cruz.
00:17:57
Hombres necios que acusáis a una mujer sin razón,
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sin ver que sois de ocasión de lo mismo que culpáis.
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Si con ansias inigual solicitáis su desdén,
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¿por qué queréis que obren bien si les incitáis al mal?
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Combatís su resistencia, y luego con gravedad, decís que fue el viandad lo que hizo la diligencia.
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Parecís que iréis de nuevo, de vuestro parecer loco, el niño que pone el coco y luego le tiene miedo.
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¿Qué haréis con presunción necia?
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Hallar a la que buscáis, para pretendir a Thais y la posesión Lucrecia.
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¿Qué humor puede ser más raro que el que falto de consejo?
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Él mismo empaña el espejo y siente que en este claro, con el favor y el desdén, tenéis condición igual, quejándoos si os tratan mal, burlándoos si os quieren bien, si no tan necios andáis, que con desigual nivel, a uno culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis.
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Pues, ¿cómo estar templada en la que vuestro amor pretende
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Si la que es ingrata ofende y la que es fácil enfada?
00:19:22
Mas, entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere
00:19:26
Bien haya la que no os quiere y quejaos en hora buena
00:19:30
Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas
00:19:33
Y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas
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¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada
00:19:42
¿La que cae derrogada o el que ruega decaído?
00:19:47
¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga?
00:19:51
¿La que pica por la paga o el que paga por pecar?
00:19:55
Pues, ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis?
00:19:59
Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis.
00:20:03
Dejad de solicitar y después con más razón
00:20:08
acusaréis la afición de la que os fuere a robar.
00:20:11
Bien, con muchas armas fundo, que lidi vuestia arrogancia, pues en promesa instancia juntáis diablo, carne y mundo.
00:20:15
¡Qué cosas decía ya este poema, eh!
00:20:34
Ah, bueno, pues ahora...
00:20:39
Ares González López.
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La 2, la 5 y la 10, ¿verdad?
00:20:52
Hola, me llamo Jarez González del Colegio Alcor y voy a recitar La vida sueña de Pedro Calderón de la Barca.
00:20:55
Es verdad, pues, reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición
00:21:20
Por si alguna vez soñamos, y si haremos, pues estamos en un mundo tan singular
00:21:29
Que el vivir solo es soñar
00:21:35
Y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar
00:21:38
Sueña el rey que es rey y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando. Y este aplauso que recibe, prestando en el viento escribe y en cenizas le convierte. La muerte, desdicha fuerte.
00:21:46
Que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte
00:22:04
Sueña el rico en su riqueza que más cuidados le ofrece
00:22:10
Sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza
00:22:14
Sueña el que amedrar empieza
00:22:19
Sueña el que afana y pretende
00:22:22
Sueña el que acravia y ofende
00:22:24
Y en el mundo en conclusión todos sueñan lo que son
00:22:26
Aunque ninguno lo entiende
00:22:30
Yo sueño que estoy aquí, de estas prisiones cargadas, y sueño que en otro estado más lisonjero me vi, que es la vida un frenesí, que es la vida una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño, que toda la vida sueño, y los sueños, sueños son.
00:22:33
Ser un instante de Rafael Guillén
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La certidumbre llega como un deslumbramiento
00:23:10
Se existe por instantes de luz o de tiniebla
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Lo demás son las horas, los telones de fondo
00:23:18
El gris para el contraste, lo demás es la nada
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Es un momento, el cuerpo se deshabita y deja
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De ser la transparencia con que se ve a sí mismo
00:23:30
Se incorpora a las cosas, se hace materia ajena y podemos sentirlo desde un lugar remoto.
00:23:33
Yo recuerdo un instante en que París caía sobre mí con el peso de una estrella apagada.
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Recuerdo aquella lluvia total.
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París es triste, todo lo bello es triste, mientras exista el tiempo.
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Vivir es detenerse con el pie levantado, es perder un peldaño.
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Es canar un segundo. Cuando se mira un río pasar, no se ve el agua. Vivir es ver el agua, detener su relieve. Mi vagar se acodaba sobre el pretil de hierro del Pum de Ars.
00:24:03
De súbito centelló la vida. Sobre el sena llovía y el agua, acribillada, se hizo piedra, ceniza de endurecida lava. Nada altera su orden. Es tan solo un latido del ser que, por sorpresa, llega a ser perceptible.
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y se siente por dentro lo compacto del hierro, y somos la mirada misma que nos traspasa.
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La lucidez elige momentos imprevistos, como cuando en la sala de proyección
00:24:48
un fallo interrumpe la acción, deja una foto fija.
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Al pronto, el ritmo sigue, y sigue el hundimiento.
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La pesada silueta de luz no se cuadraba en el espacio,
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estaba instalada en alguna parte de mí.
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Era un trozo de esa total conciencia
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que hundía con su rayo la certeza absoluta.
00:25:13
Ser un instante,
00:25:18
verse inmerso entre otras cosas que son.
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Después no hay nada.
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Después el universo prosigue en el vacío
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su muerte giratoria.
00:25:30
Pero por un momento se detiene,
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viviendo
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recuerdo que llovía sobre París
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los árboles
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también eran eternos a la orilla
00:25:42
al segundo
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las aguas reanudaron su curso
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y yo, de nuevo
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las miraba sin verlas
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perderse bajo el puente
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Bueno, bueno
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como dice
00:26:21
el alumno de ahora
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la lucidez elige momentos imprevistos
00:26:25
por eso hay que recitar poemas
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porque así cuando te venga
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el momento imprevisto a estudiar la lucidez
00:26:32
pues tienes algo interesante
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que pensar
00:26:35
Bueno
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A ver, Gabriel, ya lo hemos hecho
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María Martín Morán
00:26:43
María tienes el 1, el 2 y el 7, ¿verdad?
00:26:44
A ver, a ver si quieres
00:27:00
El 1
00:27:03
El 1
00:27:16
Hola, soy María Martín Morán del Colegio Divina Pastora
00:27:20
y voy a recitar la poesía de Alma Buscarte a Semí de Santa Teresa de Jesús
00:27:28
Alma, buscarte hace en mí
00:27:33
Y a mí, buscarme hace en ti
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De tal suerte, pudo amor
00:27:42
Alma, en mí te he de tratar
00:27:47
Que ningún sabio pintor
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Supiera con tal primor
00:27:52
Tal imagen estampar
00:27:55
Fuiste por amor criada
00:27:58
hermosa, bella y así
00:28:00
en mis entrañas pintada
00:28:03
si te perdieres mi amada
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alma, buscarte has en mí
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que yo sé que te hallarás
00:28:12
en mi pecho retratada
00:28:15
y tan al vivo sacada
00:28:17
que si te ves te holgarás
00:28:20
viéndote tan bien pintada
00:28:22
y si acaso no supieres
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¿Dónde me hallarás a mí?
00:28:28
No andes de aquí para allí
00:28:31
Sino si hallarme quisieres
00:28:33
A mí buscarme a sentir
00:28:36
Porque tú eres mi aposento
00:28:39
Eres mi casa inmorada
00:28:42
Y así llamo en cualquier tiempo
00:28:45
Si hallo en tu pensamiento
00:28:48
Estar la puerta cerrada
00:28:50
Fuera de ti voy a buscarme
00:28:53
Porque para hallarme a mí
00:28:56
bastará solo llamarme
00:28:58
que atire sin tardarme
00:29:01
y a mí buscarme a sentir
00:29:03
Romance de Rosalinda
00:29:07
A las puertas del palacio
00:29:20
de una señora de bien
00:29:24
llega un lindo caballero
00:29:26
corriendo a todo correr
00:29:29
como el oro es su cabello
00:29:31
Como la nieve su tez, sus ojos como dos soles
00:29:34
Y su voz como la miel
00:29:39
Que Dios os guarde señora, caballero a vos también
00:29:41
Ofrecedme un vaso de agua, que vengo muerto de sed
00:29:46
Tan fresca como la nieve, caballeros la daré
00:29:51
Que la cogieron mis hijas al punto de amanecer
00:29:55
Son hermosas vuestras hijas, como un sol de Dios las tres
00:30:00
Decidme cómo se llaman, si en ello gusto tenéis
00:30:05
La mayor se llama Elena, la segunda Isabel
00:30:09
Y la más pequeña de ellas, Rosalinda da nombre
00:30:13
Decid a todas que salgan, que las quiero conocer
00:30:17
La mayor y la mediana, al punto aquí las tendréis
00:30:21
Rosa linda, caballero, os ruego la perdonéis. Por vergüenza y cobardía no quiere dejarse ver.
00:30:26
Lindas son las dos que veo, lindas son como un clavel, pero más linda será la que no se deja ver.
00:30:36
A la puerta del palacio de la señora de bien llegan siete caballeros.
00:30:45
Siete semanas después
00:30:51
Preguntadme, caballeros
00:30:53
Yo sabré responder
00:30:55
Tres hijas, como tres rosas
00:30:57
Nos han dicho que tenéis
00:31:00
La más pequeña de todas
00:31:02
Sin temor nos la entreguéis
00:31:04
Que en los palacios reales
00:31:06
Va a casarse con el rey
00:31:08
Bueno, bueno, ¿qué nivel de concurso tenemos?
00:31:21
Bueno, tenemos todos los que queremos cada día, cada año.
00:31:25
Natalia Nicolás Merino, ¿sí, verdad?
00:31:29
Dos, cuatro y cinco.
00:31:37
Bien, Natalia.
00:31:40
La vida es sueño, Dios ríos y aún no es músico.
00:31:41
La cinco.
00:31:45
Aún no es músico.
00:31:47
Buenos días, me llamo Natalia Nicolás Merino y vengo del Colegio Vicente Aleixandre de Móstoles.
00:31:48
Hoy voy a recitar la poesía A un Olmo Seco de Antonio Machado.
00:31:56
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido,
00:32:00
con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido.
00:32:06
El olmo centenario en la colina que lame el duero,
00:32:12
Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina
00:32:16
Al tronco carconido y polvoriento
00:32:21
No será cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera
00:32:25
Habitado de pardos ruiseñores
00:32:31
Ejército de hormigas en hilera va trepando por él
00:32:34
Y en sus entrañas hurden sus telas grises las arañas
00:32:39
Antes que te derribe olmo del duero
00:32:44
Con su hacha el leñador
00:32:48
Y el carpintero te convierta en melena de campana
00:32:50
Lanza de carro o yugo de carreta
00:32:54
Antes que rojo en el hogar
00:32:58
Mañana ardas en alguna mísera caseta
00:33:01
Al borde de un camino
00:33:05
Antes que te descuaje un torbellino
00:33:07
y tronche el soplo de las sierras blancas
00:33:11
antes que el río hasta la mar te empuje
00:33:14
por valles y barrancas.
00:33:18
Olmo, quiero anotar en mi cartera
00:33:21
la gracia de tu rama verdecida.
00:33:24
Mi corazón espera también
00:33:28
hacia la luz y hacia la vida
00:33:30
otro milagro de la primavera.
00:33:33
Ahora os voy a recitar la poesía, mi vaquerillo de José María Gabriela Igalar.
00:33:41
He dormido esta noche en el monte, con el niño que cuida mis vacas.
00:33:48
En el valle tendió para ambos, el rapaz, su raquítica manta, y se quiso quitar, pobrecito, su blusilla y hacerme almohada.
00:33:55
Era una noche solemne de junio, una noche de junio muy clara.
00:34:06
Los valles dormían, los búhos cantaban, sonaba un cencerro, rumiaban las vacas.
00:34:15
Y una luna de luz amorosa presidiendo la atmósfera diáfano inundaba los cielos tranquilos,
00:34:27
de dulzuras sedantes y cálidas.
00:34:35
¡Qué noches! ¡Qué noches! ¡Qué horas! ¡Qué auras!
00:34:39
Para hacerse de acero los cuerpos, para hacerse de oro las almas.
00:34:44
Pero el niño que sólo vivía me daba una lástima recordar
00:34:51
que en los campos desiertos tan sólo pasaba las noches de junio.
00:34:57
Rutilantes, medrosas, calladas
00:35:04
Y las húmedas noches de octubre
00:35:10
Cuando el aire menea las ramas
00:35:13
Y las noches del turbio febrero
00:35:16
Tan negras, tan bravas
00:35:19
Con lobos y cárabos, con vientos y aguas
00:35:22
Recordar que dormido pudieran pisarlo las vacas
00:35:26
Morderle en los labios horrendas tarántulas
00:35:31
Matarlo los lobos, comerlo las águilas
00:35:35
Vaquerito mío, cuán amargo era el pan que te daba
00:35:40
Yo tenía un hijito pequeño, hijo de mi alma
00:35:45
Que jamás te dejé si tu madre sobre ti no tendía sus alas
00:35:50
Y si un hombre duro le vendiera las cosas tan caras
00:35:54
Pero, ¿qué van a hablar mis amores si el niñito que cuida mis vacas también tiene padres con tiernas entrañas?
00:35:59
He pasado con él esta noche y en las horas de más honda calma me habló la conciencia, muy duras palabras
00:36:10
Y le dije que sí, que era horrible, que llorándolo el alma ya estaba
00:36:19
El niño dormía, cara al cielo con plácida calma
00:36:25
La luz de la luna, puro beso de madre le daba
00:36:31
Y el beso del padre se lo puso mi boca en su cara
00:36:36
Y le dije con voz de cariño cuando vi clarear la mañana
00:36:41
Despierte mi mozo, que ya viene el alba
00:36:47
Y hay que hacer una lumbre muy grande y un almuerzo muy rico
00:36:50
Levanta, tú te quedas luego guardando las vacas
00:36:54
Y a la noche te vas y las dejas
00:36:58
San Antonio bendito las guarda
00:37:01
Y a tu madre a la noche la dices
00:37:04
Que vaya a mi casa
00:37:07
Porque ya eres grande y te quiere aumentar la soldada
00:37:08
A ver, Claudio, tienes la rap de...
00:37:12
Claudio, tienes la 2, la 3 y la 4, ¿verdad que sí?
00:37:35
Venga, la tres, el cuento de la lechera.
00:37:38
Buenos días, soy Claudia Pina Farraces y represento al colegio Rafael Alberti de Móstoles.
00:37:46
Voy a recitar la poesía, el cuento de la lechera, de Félix María de San Maniego.
00:37:55
Llevaba en la cabeza una lechera al cántaro al mercado,
00:38:02
con aquella presteza, aquel aire sencillo, aquel agrado.
00:38:05
¿Qué iba diciendo todo el que lo advierte?
00:38:10
Yo sí que estoy contenta con mi suerte.
00:38:13
Porque no apetecía más compañía que su pensamiento,
00:38:17
que alegre le ofrecía inocentes ideas de contento.
00:38:21
Marchaba sola la feliz lechera, diciéndose entre sí de esta manera.
00:38:25
Esta leche vendida, el limpio, me dará tanto dinero
00:38:30
y con esta partida un canasto de huevos comprar quiero.
00:38:33
para sacar cien pollos que al estío me rodearán cantando el pío, pío.
00:38:37
Ten importe logrado, de tanto pollo me haré un cochino.
00:38:43
Con bellota, salvado, berza, castaña, engordarás sin tino.
00:38:48
Tanto que puede ser que yo consiga ver cómo se le arrastra la barriga.
00:38:55
Llevarélo al mercado, sacaré de él sin duda buen dinero.
00:39:02
Compraré de contado una robusta vaca y un ternero.
00:39:06
¡Que corra y salte por toda la campaña, desde el monte cercano a la cabaña!
00:39:11
Con este pensamiento enajenada brinca de manera que a su salto violento el cántaro cayó.
00:39:17
¡Pobre lechera! ¡Adiós leche, adiós huevos, adiós dinero, adiós lechón, adiós vaca y ternero!
00:39:23
Oh loca fantasía, que palacios fabricas en el viento, modera tu alegría, no sea que saltando de contento, al contemplar dichosa tu mudanza, quiebre su cantarillo la esperanza.
00:39:31
No seas ambiciosa, de mejor o más próspera fortuna, que vivirás ansiosa, sin que puedas hacerte cosa alguna.
00:39:46
No anheles impaciente el bien futuro, mira que en el presente estás seguro.
00:39:54
Ni el presente está seguro ni los deseros tampoco, ¿eh?
00:40:01
Ahora voy a recitar la poesía Tiz el árbol de Manuel Benítez Carrasco.
00:40:14
Yo soy tu amigo y te digo, por favor, no me hagas daño,
00:40:20
mas si es necesario, sea, pero solo es necesario.
00:40:27
Estoy para darte frutos, tal vez solamente pájaros
00:40:30
Sombra, si la necesitas, rumor, si te gusta el cántico
00:40:35
Algún día podré ser la ventana de tu cuarto
00:40:40
La mesa para tu pan, la mecedora, tu arado
00:40:44
La ayuda de tu jornal o el lecho de tu descanso
00:40:47
Cuando cantas una nana, yo, tu cuna, estoy cantando
00:40:51
Y a veces crujen mis ramas para acompañar al canto
00:40:56
Y tal vez, si llegas a viejo, me necesites de báculo
00:41:00
Puede ser que en los inviernos, cuando haya nieve en el campo
00:41:05
Mis brazos les den calor a los tuyos y a tus manos
00:41:10
Y yo he de ser, aunque es triste el tener que recordarlo
00:41:15
El último compañero que te llevará en sus brazos
00:41:19
Siendo más fuerte que tú y en completo desamparo
00:41:23
A los fríos del invierno y a las llamas del verano
00:41:27
Si me ofendes, no te daño
00:41:29
Al contrario, ¿cuántas veces?
00:41:32
Y eso, que te lo diga el sándalo
00:41:36
El cuchillo que me hiere, lo devuelvo perfumado
00:41:38
Que te hacen falta mis frutos
00:41:42
Yo te los doy de buen grado
00:41:45
Que te hacen falta mis ramas
00:41:47
Corta, por tanto, mis brazos
00:41:49
Que necesitas mi tronco
00:41:52
No te apenes derribarlo
00:41:54
Para tu servicio, crezco
00:41:56
Y para tu bien, me abato
00:41:58
A cambio, solo te pido
00:42:00
Por favor, no me hagas daño
00:42:03
Mas si es necesario, sea
00:42:06
Pero solo es necesario
00:42:08
Que estorbo en mi sitio
00:42:10
Piensa, antes de dar el hachazo
00:42:12
Hasta qué punto es verdad
00:42:15
Que puede estorbar un árbol
00:42:16
Tienes que cortar dos ramas
00:42:18
Por favor, no cortes cuatro
00:42:21
Que si el daño que me haces
00:42:24
Cuando es por tu bien, no es daño. Y no solo el paz lo acepto, sino que con placer lo paso.
00:42:26
El que me hace sin causa, ese sí que me hace daño.
00:42:33
Yo soy tu amigo y te digo, por favor, no me hagas daño.
00:42:37
Mas si es necesario, sea, pero solo es necesario.
00:42:42
Pedro Duque
00:42:56
Ay no, que ese es el nombre del colegio
00:43:01
Sara Rodríguez
00:43:03
Sara Rodríguez
00:43:04
Tres, cuatro y uno
00:43:09
¿Verdad?
00:43:15
Venga, Marietta
00:43:16
Tres
00:43:17
La lechera
00:43:19
Hola, soy Sara Rodríguez, vengo del Colegio Pedro Duque, voy a recitaros un poema de Feliz María de Samanio que se llama El Cuento de la Lechera, dice así.
00:43:23
Llevaba en la cabeza una lechera al cántaro al mercado, con aquella presteza, aquel aire sencillo, aquel agrado, que va diciendo a todo el que lo advierte, yo sí que estoy contenta con mi suerte.
00:43:40
Porque no apetecía más compañía que su pensamiento
00:43:53
Que alegre lo hacía, inocentes ideas de contento
00:43:57
Marchaba sola la feliz lechera, diciéndose entre sí de esta manera
00:44:01
Esta leche vendida, el limpio me dará tanto dinero
00:44:05
Y con esta partida, un canasto de huevos comprar quiero
00:44:09
Para sacar cien pollos, que al estío me rodearán cantando el pío pío
00:44:13
Del importe logrado, de tanto pollo marcaré un cochino
00:44:19
Con bellota, salvado, belsa, castaña, engordará sin tino
00:44:23
Tanto que puede ser que yo consiga ver cómo se le arrastra la barriga
00:44:28
Llevarélo al mercado, sacaré de él sin duda buen dinero
00:44:33
Compraré de contado una robusta vaca y un ternero
00:44:38
Que corre y salte toda la campaña desde el monte cercano a la cabaña
00:44:42
Con este pensamiento enajenada brinca de manera
00:44:47
Que a su salto violento el cántaro cayó, pobre lechera
00:44:51
Adiós leche, adiós huevos, adiós dinero, adiós lechón
00:44:55
Adiós vaca y ternero
00:45:00
¡Oh loca fantasía! ¡Qué palacios fabricas en el viento!
00:45:02
Modera tu alegría, no sea que saltando de contento
00:45:07
Al contemplar dichosa tu mudanza, quiebre su cantarillo la esperanza
00:45:10
No seas ambiciosa, de mejor o más próspera fortuna, que vivirás ansiosa sin que puedas hacerte cosa alguna.
00:45:15
No anheles impaciente el bien futuro, mira que en el presente estás seguro.
00:45:23
Y ahora vas a... ahora me vas a dar un pregón, ¿a que sí?
00:45:36
Sí, ahora voy a recitaros Pregón de Rafael Alberti.
00:45:41
La primavera ha venido, colgando las golondrinas un libro de cada nido.
00:45:46
La paloma equivocada hoy ya no se equivocó leyendo a la madrugada.
00:45:52
Y el saltarín gorrión saltando saltitos quiso seguir también la lección.
00:45:58
Pero el asno preocupado quiso oler el quijote comiéndoselo de un bocado.
00:46:03
El sabión de elefante a trompazos con su trompa recitó a Homero y al Dante.
00:46:10
El lobo feroz se cita con un librero y lo compra un cuento a caperucita.
00:46:17
Y aquí está lo más bonito, una pulga a un diccionario le regala pulgarcito.
00:46:23
La rosa también leyó, pero llegando la noche, ya cansada, se durmió.
00:46:31
Todos los peces quisieron también leer y al compás de las espumas leyeron.
00:46:38
Y el sol y la noche oscura pasaron toda una noche hasta el alba de lectura
00:46:43
Y hasta la pájara pinta leyó, y quiso hacer un libro, pero se manchó de tinta
00:46:49
Más alegre cantó así, pío, pío, pío, píc, verdolar y lari río, río rí, quiquiriquí
00:46:55
La donlandera de la londinera, nedirlín, nedirlán, nedirlera
00:47:04
Vivir leyendo
00:47:09
Mientras la paz en el mundo no se nos vaya muriendo
00:47:24
Paz, paz, paz para leer
00:47:29
Un libro abierto en el alba y otro en el amanecer
00:47:32
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- Fecha:
- 13 de mayo de 2019 - 10:24
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- C RECURSOS INNOVACIÓN
- Descripción ampliada:
- Concurso de Narración y Recitado de Poesía de la Comunidad de MAdrid 2019
- Duración:
- 47′ 44″
- Relación de aspecto:
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