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La bruja Pampurrias - Contenido educativo

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Subido el 23 de abril de 2021 por Maria Teresa G.

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Pampurria era una bruja muy bruja. Bruja de arriba a abajo. Bruja de un lado a otro y bruja de dentro a fuera. 00:00:04
Tenía nariz de bruja, ojos de bruja y dedos de bruja. Tenía un sombrero negro y viejo, muy al estilo de las brujas. 00:00:16
A veces se lo cambiaba por otro viejo y negro, que era muy de bruja también. 00:00:27
Tenía una escoba voladora de bruja aparcada junto a la puerta. Una puerta de bruja, por supuesto. Tenía un caldero mágico de bruja para avisar sus pasiones secretas a fuego lento. A veces le estaba un toque mágico con su varita de bruja. 00:00:34
Tenía amigas brujas a las que visitaba en vacaciones y tenía una risa de bruja que daba escalofríos. 00:00:53
Sin embargo, había un par de cosas que no encajaban. 00:01:04
La primera era un bolso, un bolso rosa y brillante que aunque no era muy de bruja, le gustaba un montón. 00:01:09
Lo lucía con orgullo cada vez que salía a la calle. 00:01:17
Y a la segunda cosa que no terminaba de encajar era el tema de las mascotas 00:01:20
Todas sus amigas, las otras brujas, tenían una o dos o dos 00:01:28
Y además siempre estaban hablando de ellas 00:01:35
A mi gato no le gusta bañarse, pero a mí no me importa, me encanta lo mal que huele 00:01:38
Mi serpiente es tan sigilosa que apenas hace ruido 00:01:44
Pampurras había disfrutado mucho tiempo de su soledad de bruja y no quería oír hablar de bichos recorriendo su cocina ni subiéndose a su almohada para dormir la siesta. 00:01:49
Sin embargo, en los últimos meses había cambiado de opinión. 00:02:19
Tal vez un animalito le haría compañía y podrían ver juntos las pelis de miedo en la tele. 00:02:34
No le gustaba verlas solas porque le daba mucho miedo, pero mucho, mucho. 00:02:52
Decidió probar con un gato, negro sin dudarlo. 00:03:03
De día la cosa iba bien, pero por la noche el menino se afilaba las uñas en un sillón de bruja. 00:03:09
Además de destrozarlo, no la dejaba dormir. 00:03:18
Con un hechizo lo hizo desaparecer. 00:03:22
¡Uf! 00:03:26
Lo intentó con un sapo. No era negro, sino verdoso y jatarín, aunque como era muy aficionado a croar por las noches, tampoco la dejaba dormir con sus serenatas. 00:03:26
También lo hizo desaparecer con el mismo hechizo. ¡Uf! 00:03:41
Después probó con una araña, grande, peluda y muy simpática. Además le encantaban las películas de miedo, pampurrias. 00:03:44
Creía que ya había encontrado la mascota perfecta. 00:03:59
Sin embargo, muchas noches la araña sufría calambres en las patas 00:04:05
y para estirarlas se paseaba por los pies de la bruja y le hacía cosquillas entre los dedos. 00:04:11
Como no la dejaba dormir, utilizó el hechizo que ya se sabía de memoria para hacerla desaparecer. 00:04:23
Pensó que una serpiente no le podría hacer cosquillas porque no tenía patas. 00:04:32
Se buscó una muy larga y muy serpentante, pero la serpiente cogió la costumbre de dormir pegadita 00:04:38
a pampurrías, buscando su color y roncando muy fuerte justo al lado de su oreja. 00:04:51
Con orejas y bostezando, la bruja repitió el hechizo y la mascota desapareció. 00:05:00
¡Paf! 00:05:08
Casi estaba decidida a volver a su vida de bruja solitaria cuando un día volando sobre 00:05:09
su escoba vio un huevo al lado del camino. 00:05:18
Era un poco extraño un huevo allí tan solo. 00:05:21
Aparcó su escoba y buscó entre los árboles y motorrales por si encontraba algún nido, 00:05:27
pero no encontró nada y pensó que sería un huevo abandonado. 00:05:37
Con mucho cuidado metió el huevo en su bolso rosa y le construyó allí mismo un nido muy especial con lana y algodón. 00:05:44
Un nido caliente y colorido. 00:06:00
Cada día vigilaba al huevo, le limpiaba el polvo, le almohadillaba el nido, lo sacaba a pasear, 00:06:03
lo ponía cerca del caldero mágico para que no le faltase calor. 00:06:11
Cada noche antes de dejarlo junto a su cama le hacía una caricia con sus dedos de bruja. 00:06:16
Pronto le cogió mucho cariño el huevo y no se separaba del bolso rosa ni para hacer pis. 00:06:23
A menudo se preguntaba qué había dentro. 00:06:29
Podría ser un dragón. 00:06:34
Sería estupendo porque encendería el fuego del caldero y así ya no tendría que preocuparse de comprar cerillas. 00:06:35
Pero pensaba que seguramente dentro del huevo estaba creciendo un ave. 00:06:46
Tal vez fuera un búho. Sería una suerte porque como son tan listos se aprenderían de memoria sus recetas mágicas y ya no tendría que apuntarlas. 00:06:53
O podría ser un cuervo, que con sus plumas negras y su pico negro le daría a su vida un aire más misterioso. 00:07:09
o un halcón que con sus poderosas garras le traería ratas y ratones. 00:07:21
El pelo del roedor era uno de los ingredientes principales de sus pociones secretas. 00:07:28
Los días pasaban y Pampuria seguía cuidando del huevo. 00:07:36
Lo miraba y remiraba, esperando algún cambio. 00:07:42
Cada día estaba un poco más impaciente y un poco más nerviosa. 00:07:46
Las ganas de conocer a su futura mascota crecían y crecían. 00:07:52
Una mañana mientras pelaba patatas, oyó un golpecito y sintió un pequeño temblor. 00:07:57
Abrió su bolso emocionada y comprobó que en el huevo se había formado una grieta pequeña. 00:08:04
La magia estaba empezando y esta vez no era rosa suya. Se sentó en su sillón de bruja con el huevo entre las manos y se preparó para la mascherada de su mastota. 00:08:12
Poto a poto, el castarón se fue rompiendo. ¿Qué será? ¿Qué será? Se preguntaba nerviosa Pampurrias. 00:08:27
Un buen rato después apareció una travesita amarilla y despeluchada, unos ojos oscuros mirando a la bruja y un pito muy pequeño te dijo, ¡Pío! 00:08:36
Un pollito. Había nacido un pollito. ¿Qué iba a hacer ella con un pollito? 00:08:49
¿Sería una buena mascota para una bruja? Posiblemente no. 00:08:58
Pero era tan bonito y la miraba con tanta ternura que no se sentía capaz de hacerlo desaparecer. 00:09:03
Entonces lo vio claro. 00:09:13
Pampuria cambió su casa de bruja por una granja en el campo. 00:09:15
Aprendió a cuidar pollitos, gallinas, vacas y ovejas. 00:09:19
Dejó de hacer pócimas mágicas y descubrió que el queso fresco le salía aún mejor. 00:09:24
Además se sentía tan a gusto rodeada de animales que se acordó de sus antiguas mascotas. 00:09:31
Y con un contrahechizo hizo reaparecer al gato negro, al sapo verdoso, a la araña peluda 00:09:39
Y A. La serpiente serpenteante. 00:09:47
Enseguida encontraron en la granja lugares estupendos donde afilarse las uñas, croar, estirar las patas y roncar. 00:09:51
Pampurria se convirtió en una estupenda granjera de arriba a abajo, de un lado al otro y de dentro a fuera. 00:10:01
Una granjera con bolso rosa. 00:10:09
Subido por:
Maria Teresa G.
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Fecha:
23 de abril de 2021 - 19:20
Visibilidad:
Clave
Centro:
CP INF-PRI SERRACINES
Duración:
10′ 13″
Relación de aspecto:
1.78:1
Resolución:
854x480 píxeles
Tamaño:
378.62 MBytes

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