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Angelita la ballena pequeñita

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Subido el 9 de mayo de 2016 por Dolores F.

120 visualizaciones

Cuento de "Angelita la ballena pequeñita"

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Esta es la historia de Angelita, la ballena de Tinitra. 00:00:05
Angelita casi no parecía una ballena. En realidad, no se parecía a ninguna otra ballena, 00:00:17
y mucho menos a su madre y a su abuela, que eran tan altas y gruesas que nada más verlas no ponían respeto. 00:00:24
Angelito hubiera deseado ser como ellas, grande, grandísima, enorme, inmensa, gigantesca, 00:00:32
pero era todo lo contrario, porque era pequeña, pequeñísima, más aún, minúscula, enana, casi diminuta. 00:00:43
Por eso, en el mar la llamaban Angelita la ballena pequeñita 00:00:56
Para remediarlo, Angelita hacía todo cuando estaba en su mano 00:01:05
Sentía los consejos de los amigos y obedecía cuando le decía a su familia 00:01:14
Así que comía sin parar todas las almas que encontraba 00:01:19
Hacía también gimnasia, a pesar de que le daba pereza y le resultaba muy caligoso 00:01:24
Pero tenía una gran fuerza de voluntad y todas las mañanas se estiraba con todo día y le debían cansarle los movimientos para crecer. 00:01:33
Un, dos, tres. 00:01:45
Un, dos, tres. 00:01:48
Un, dos, tres. 00:01:51
Y otra que volvía de nuevo. 00:01:54
Un, dos, tres. 00:01:57
Un, dos, tres. 00:01:59
Un, dos, tres. Además paseaba. Incluso cuando los demás peces descansaban, Angelita paseaba. 00:02:01
Arriba y abajo. Subía a la superficie donde el mar es verde, azul y blanco. Y luego descendía 00:02:14
a las profundidades donde se volvía oscuro y misterioso. Pero también debía descansar. 00:02:22
Todas decían que el descanso era muy importante para crecer 00:02:33
Por eso, dormía muchas horas bien arropada en una colcha de algas 00:02:38
Encima, ¿sabéis de dónde? Pues de una cama hecha de rocas 00:02:45
Pero todo era en un ir 00:02:50
Angelita continuaba siendo la misma ballena, pequeñita, a pesar de tantos sacrificios 00:03:07
Seguía viéndose muy diferente a su familia y, sobre todo, se prendía en aquel mar tan grande donde no encontraba su rincón ni su lugar. 00:03:14
Cuando pensaba en estas cosas que le sucedían, Angelita se sentía muy desgraciada y entonces se ponía a llorar. 00:03:25
Su madre y su padre la consolaban y le decían, 00:03:36
le decía, no debes llorar, debes estar muy contenta de ser una ballena y vivir en el mar. 00:03:40
Pero ella no lo entendía. No podía estar contenta mientras no pudiera comportarse como 00:03:47
las otras ballenas, ni mientras no supiera vivir en aquel mar, que era tan grande y tan 00:03:52
inmenso, a no ser que encontrara otro más pequeño que estuviera hecho a su medida. 00:03:58
Un día, su amigo el mesillón, que era muy sabio, le descubrió algo que Angelita desconocía. 00:04:04
Le contó cómo las ballenas pueden respirar dentro y fuera del agua. 00:04:16
Y nada más escucharlo, Angelita tuvo una idea. 00:04:21
Inmediatamente tomó una decisión. 00:04:25
Se marcharía del mar y buscaría un lugar más pequeño. 00:04:28
Y adecuado a su tamaño. 00:04:32
Y allí, seguro, que viviría feliz. 00:04:34
La gallina se arregló cuidadosamente, tratando de tener un buen aspecto y preparó su equipaje. 00:04:42
Luego se vestió de su familia, de los peces, de los percedes, de los calamares y de su amigo el mejillón. 00:04:51
Y se marchó del mar nadando hasta la playa. 00:05:00
Pero la playa no le gustó demasiado. 00:05:22
¿De qué le sentiría en ese puesto tan guapa si ahora estaba rebozada en arena? 00:05:25
No, no, no, no. Aquel no era un buen sitio para bebidas. 00:05:32
Luego llegó a la ciudad. 00:05:40
La ciudad la convenció plenamente. 00:05:43
Aquellos edificios eran tan bonitos y tan altos. 00:05:46
Eran tan altos que a la serita empezó a maderarse. 00:05:50
Y pronto hubiera llegado a la conclusión de que le parecían demasiado grandes, como el mar, de no ser porque le ofreció algo maravilloso que jamás supuso que pudiera sucederle. 00:05:53
A su alrededor se reunió mucha gente y alguien dijo, ¡Mmm, qué perro más grande! 00:06:17
Aquello siquiera es extraordinario 00:06:24
Nadie le había llamado nunca grande 00:06:28
Claro 00:06:31
Que tampoco nadie le había llamado nunca perro 00:06:32
Un señor cortó la discusión 00:06:35
Señores 00:06:42
Decididamente 00:06:43
Se trata de un perro ballena 00:06:45
Los otros 00:06:47
No le dejaban convencer 00:06:49
Así que ni hablar 00:06:51
En todo caso 00:06:53
Será una ballena perro 00:06:55
Y no lo contrario 00:06:56
¡Eso está claro! Entonces todo el mundo comenzó a discutir. ¡Uf! Era cierto que Angelita, por lo más de cariñosa, parecía un perro, y que incluso por su tamaño, podía ser un perro muy grande. 00:06:58
Pero, era un perro que tenía forma de ballena. Jesús se fue escondiendo en el horizonte, mientras la gente volvía a discutir. 00:07:15
¡No, no! ¡Es una ballena perro! ¡Qué va, qué va! ¡Es un perro ballena! 00:07:28
Y Angelita, contemplando el sol y escuchando aquella conversación que ya le estaba resultando ocurrida, se quedó dormida. 00:07:35
Cuando la ballena se despertó, se encontró en un lugar que a ella le parecía un mar pequeñito. 00:07:51
Pero pronto comprendió que se equivocaba. 00:07:57
Estaba dentro de una enorme copa de cristal llena de ajo, de una bonita pecera que habían preparado para él. 00:08:01
Pero allí no había peces, ni percedes, ni calabres, ni ningún exilio sábio que pudiera aconsejarlas. 00:08:10
Allí solo había gente y más gente que entraba. 00:08:25
Se paraba en el ángel de angelitas y decía aquellas palabras tan aburridas y absurdas. 00:08:29
¡Un perro ballena! 00:08:35
¡No, no! ¡Una ballena perro! 00:08:38
Y luego se marchaba por donde había venido. 00:08:41
La ballena comenzó a ponerse melascólica y triste. 00:08:44
Se aburría y echaba de menos muchas cosas que tenía en el mar. 00:08:48
La gente de la ciudad se preocupó. 00:08:53
¿Qué le sucedía a aquel extraño hermano? 00:08:56
Naturalmente, le estaban tratando como una ballena perro, y en realidad era un perro ballena y necesitaba pasear. 00:08:59
A partir de aquel día, la sacaban de paseo por la ciudad todas las tardes. 00:09:10
Aquello al principio le gustaba a Angelita, pero pronto comenzó a cansarse. 00:09:16
Además, aquellos bichos tan extraños que andaban sobre cuatro patas redondas 00:09:22
Hacían mucho ruido y corrían por las calles a toda velocidad. Y eso la asustaba muchísimo. 00:09:28
La asustaban tanto que cada vez que oía o oía alguno, se subía a cruzar donde podía. 00:09:40
Sí, sí, hasta los semáforos. Para distraerla, la llevaron a la feria. 00:09:47
Pero el resultado fue todavía peor. Se ingestó de churro y cuando se subió en la novia se mareó y vomitó. 00:09:55
Tampoco el campo dio buen resultado. Angelita tenía alergia a las flores y al aire libre y cogió un constipado de cuatro pares de narices. 00:10:06
También decidieron llevarla al cine, pero ni siquiera el cine sintió para entretenerla, porque cuando empezaba la película, se apagaban las luces y se quedaba dormida y no podía ver la película. 00:10:21
Y Angélica entonces, una noche, regresó al mar grande y a su marido. Dejó como despedida un charquito de lágrimas de ballena-perro, o tal vez de perro-ballena, como quisiera llamarla en la gente calamaña de la ciudad, pero ella necesitaba travertir a su querido marido. 00:10:40
Al verla llegar, su familia la recibió muy contenta, gritando, 00:11:11
¡Por fin ha vuelto! ¡Ha regresado feita, la ballena pequeñita! 00:11:20
Era la realidad. Continuaba siendo pequeñita, pero ella no le importaba, 00:11:25
porque sabía que todos la querían así, tal y como era ella. 00:11:32
La ballena encontró un lugar acordeado donde vivir. 00:11:40
Fue justo debajo de unas salgas, junto a una vieja amplia. 00:11:43
Y allí se construyó su casa. A ella acudían todos los días sus amigos los peces, los peceres, los calamares y el mejillón. 00:11:48
Llevaban con ellos a sus amigos, a otros peces, a otros peceres, a otros calamares, a otros mejillones. 00:12:01
Y a todos ellos Angelita le contaba sus aventuras de la ciudad donde ella había pasado unos días. 00:12:10
Sobre estas mismas aventuras preparaba un libro. Se iba a llamar Historias de Angelica, la ballena pequeñita. 00:12:22
Y debajo va a escribir con orgullo lo mismo que repite a quienes la escuchan por las tardes. Va a escribir, esa soy yo. 00:12:32
Autor/es:
Lolo Rico
Subido por:
Dolores F.
Licencia:
Reconocimiento - No comercial
Visualizaciones:
120
Fecha:
9 de mayo de 2016 - 13:40
Visibilidad:
Público
Centro:
CP INF-PRI JUAN GRIS
Duración:
13′
Relación de aspecto:
1.78:1
Resolución:
1920x1080 píxeles
Tamaño:
318.06 MBytes

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