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Verónica Lázaro nos cuenta su obra EN Busca de la Felicidad el Día del Libro - Contenido educativo
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La autora nos visita en este día tan especial.
Hola, buenos días a todos. Vamos a leer el cuento En busca de la felicidad. Espero que me oigáis todos bien y que si al final se puede hacer alguna pregunta, pues aquí estoy, ¿vale? Para contestar.
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Bueno, pues vamos a empezar. En busca de la felicidad es un cuento de emociones que he escrito hace muy poquito y que espero que os guste a todos, a los que lo conocéis ya y a los que no.
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Empezamos, a ver que se pueda ver bien. Un buen día, el señor Ira, que estaba cansado de estar siempre enfadado, porque ya sabéis que la Ira está siempre súper enfadada, ¿verdad?
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pues llegó un día en que dijo, me he cansado de estar enfadada.
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Entonces, ¿qué es lo que hizo?
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Pues dijo, decidió preguntarle a la señora Felicidad
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cómo se sentía ella al estar siempre tan feliz.
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Entonces, cuando miró a su alrededor, miró, buscando la felicidad,
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se dio cuenta que la señora Felicidad estaba muy, muy lejos
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y ni siquiera podía oírle.
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Porque sabéis que cuando estamos enfadados,
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no estamos felices, no nos sentimos contentos, entonces la señora Felicidad estaba lejísima de la ira,
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es que la ira ni siquiera casi podía verla, entonces miró a su alrededor y cuando miró a su alrededor,
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a quien encontró, al señor Irritación, el señor Irritación estaba muy nervioso, estaba muy nervioso,
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¿sabéis lo que es cuando uno está irritado? ¿sabéis lo que es? que estamos como muy, muy, muy tensos,
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Cuando estamos muy irritados decimos, lo mismo acabo enfadado, ¿no? Entonces la irritación estaba muy cerquita del señor Irán y decidió preguntarle si sabía lo que la señora Felicidad sabía al estar siempre tan feliz.
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el señor irritación
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soltó una sonora carcajada
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y le respondió que él
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también estaba muy lejos
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de la felicidad pero que intentaría
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ayudar
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así que el señor irritación
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un poco nervioso todavía
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miró a su alrededor
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y encontró al señor alivio
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a quien decidió preguntarle
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si sabía cómo se sentía
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la señora felicidad
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al estar siempre tan feliz
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El señor alivio, ¿sabéis cómo se siente el señor alivio? ¿Lo sabéis? Aliviado, pues como cuando nos pica un mosquito y nos rascamos y en ese momento decimos, ay, ahora me encuentro un poquito mejor. O cuando mamá, papá o un hermanito nos da un beso cuando nos hemos hecho una herida y en ese momento nos sentimos aliviados.
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Pues el señor Alivio estaba más tranquilo. Él le dijo, con una pequeña risotada, dijo, yo también estoy lejos de la señora Felicidad, pero intentaré ayudarte.
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Entonces el señor Alivio, reposado, en calma, miró a su alrededor. ¿Y sabéis a quién se encontró a su lado? A la señora Serenidad.
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La señora Serenidad decidió preguntarle a la señora Serenidad
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cómo se sentiría la señora Felicidad al estar siempre tan feliz
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La señora Serenidad ya soltó una pequeña risita
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porque ya estaba más cerca de la felicidad
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y le respondió que estaba más cerca y que intentaría ayudarle
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Así que la señora Felicidad, tranquila y en paz, completamente en paz
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miró a su alrededor y ¿sabéis a quién encontró?
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a la señora gratitud
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¿Quién es la señora gratitud?
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Pues la señora gratitud
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¿Lo sabes Carlos?
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¿Qué significa?
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¿El qué?
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Es casi como la felicidad
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está muy cerca ya de la felicidad
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porque la señora gratitud
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está contenta
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porque las cosas que tiene
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con las cosas que tiene
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está muy agradecida
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y se siente contenta. Entonces ya no está tan lejos como la ira ni como la irritación y está más cerca que la serenidad.
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La señora gratitud está casi, casi, casi al lado de la felicidad. Entonces eso fue lo que le contestó.
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La señora gratitud esbozó una sonrisa, ya no se reía, ya sonreía porque no quería soltar ninguna risotada,
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ninguna carcajada, porque sabía que ella sí que se encontraba cerca de la felicidad y que iba a poder ayudarle, así que le respondió que ella sabía muy bien cómo se sentía la señora felicidad, pero que no obstante se lo iba a preguntar, se lo preguntaría, así que la señora gratitud, reflexiva y alegre, reflexiva porque estaba pensando, siempre está pensando en las cosas que está dando,
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gracias, pues gracias porque ha salido el sol, gracias porque hoy llueve y va a regar el campo y las flores,
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siempre está agradecida de las cosas, entonces para eso tiene que pensar y estar reflexiva y alegre, ¿vale?
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Y miró a su alrededor y encontró a su lado a la señora Felicidad, como decíamos antes, ¿vale?
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Ya sé que tenía a la señora Felicidad al lado, al lado, así que decidió preguntarla cómo se sentía al estar siempre tan feliz.
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Y la señora Felicidad, con una amplia sonrisa, porque la gratitud estaba ya sonriendo, pero la señora Felicidad tenía ya una sonrisa de oreja a oreja, que estaba muy, muy, muy, muy contenta.
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Le dijo que ella no sabía bien lo que era la felicidad, pero sí que sabía cómo se sentía ella. ¿Sabéis cómo se sentía? ¿No sabéis? ¿Sabéis cuándo estamos felices?
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Muy bien, eso es. Eso es, eso es. Satisfecha y contenta con ella misma. Entonces estaba muy cerquita, como hemos dicho, de la gratitud porque se parece mucho, ¿no? Estaba agradecida, estaba contenta, estaba satisfecha. Y mirad la señora Felicidad, fijaos. ¿Habéis visto todos los colores que tiene?
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Tiene un montón de colores, tiene todos los colores de todas las emociones de las que está formada. La señora felicidad no es solo un color, son muchos, ¿vale? Pues tiene un poquito de serenidad, tiene de alivio, tiene de gratitud, la señora felicidad está compuesta de muchas emociones, de muchas emociones positivas sobre todo.
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de la ira tiene muy poquito
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porque la ira no es una emoción
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positiva, es más bien una emoción negativa
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entonces la señora
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felicidad intenta acompañarse de emociones
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siempre muy positivas
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pues ahora
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la felicidad ya le ha dicho la gratitud
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como se siente, así que tienen que
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volver para atrás y explicarle
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al señor ira que es la felicidad
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porque como decíamos la felicidad
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estaba lejos de la ira y contesta
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pero la ira todavía no le puede
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escuchar, así que vamos
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a echar atrás en el camino, ¿vale?
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Entonces la señora Gratitud, muy agradecida como es ella,
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muy agradecida, se acercó a la señora Serenidad.
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¿Quién? Relajada y en paz porque la señora Serenidad está relajada
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como si estuviera en un barquito de papel.
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Entonces estaba esperando la respuesta tranquilamente
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y le contó lo que la señora Felicidad le había contestado.
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a su vez
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la señora serenidad ya sabéis que tenía
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al lado al señor alivio
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con dulzura y amabilidad
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se acercó al señor alivio
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quien también tranquilo estaba esperando
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la respuesta y le contó
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lo que la señora felicidad le había contestado
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a su vez
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el señor alivio ya sabéis
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que tenía al lado, ya tenía al lado
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al señor irritación
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que ya estaba un poquito impaciente esperando
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la respuesta, el señor alivio
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Y le contó lo que la señora Felicidad le había contestado. A su vez, el señor Irritación, que ya estaba molesto, estaba tenso, ya empezaba a estar un poquito nervioso, se acercó al señor Ira, que esperaba enojado, enojado, muy enfadado ya, es que la Ira siempre está enfadada, y estaba enojado esperando la respuesta, y le contestó lo que la señora Felicidad le había contestado.
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entonces el señor irá como estaba tan enojado estaba tan enfadado ya otra vez ni siquiera lo
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escuchaba estaba encolerizado y furioso y cuando uno está encolerizado y furioso no escucha verdad
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si estamos con mucha rabia y estamos muy nerviosos y tenemos ganas de llorar y tenemos ganas de
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gritar no escuchamos lo que nos están diciendo los demás no escuchamos nada no somos capaces de
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de ver el sol, de ver la luz, de ver las cosas bonitas que tenemos alrededor, entonces ya estaba muy enfadado y no fue capaz de escuchar, entonces ¿qué pasaba? que no fue capaz de escuchar la respuesta, porque se había cansado ya de esperar, porque era muy impaciente la ira, es muy impaciente, el señor amor que lo había visto todo, el señor amor estaba en todas las emociones, el señor amor está cuando estamos enfadados,
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A veces que nos enfadamos y es por amor. El Señor Amor está en la irritación, está en el alivio, está en la serenidad, está en la gratitud, está en la felicidad. El Señor Amor había estado con todas las emociones, lo había visto todo, todo el camino hacia la felicidad y el camino de la felicidad hacia la ira.
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Como lo había podido ver todo, entonces se dio cuenta que el señor ira nunca podría saber lo que es la felicidad. Si estamos enfadados, como decíamos al principio, nunca vamos a poder saber lo que es la felicidad.
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Así que el señor Amor dijo, ¿cómo puedo solucionar yo esto?
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Porque no queremos que el señor ira así y así y así siempre enfadado.
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Así que el señor Amor decidió que él enseñaría al señor ira lo que era la felicidad.
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¿Y sabéis qué pasó, chicos?
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¿Pensáis que la ira supo lo que es la felicidad?
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Yo creo que sí, que el Señor Amor se lo explicó, el Señor Amor le explicó lo que sentía la Señora Felicidad, consiguió explicárselo, lo que pasa que si la ira se empeña en seguir enfadada, se le va a volver a olvidar, y el Señor Amor se lo va a tener que recordar, pero para eso está ahí el Señor Amor, para recordarle a la ira, siempre que se enfade, lo que siente la felicidad, para que vaya en su busca, por eso es en busca de la felicidad, ¿vale chicos?
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dime Carlos
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si claro
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si os va a gustar
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me encantaría hacer una segunda parte
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muchas gracias
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gracias a vosotros
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a vosotros
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a vosotros chicos
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Vale.
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- Subido por:
- Cp canadareal colladovillalba
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- Fecha:
- 23 de abril de 2021 - 12:56
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- CP INF-PRI CAÑADA REAL
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