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Pascal (5ª sesión - 1ª parte)

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Subido el 28 de noviembre de 2016 por Ctif madridsur

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Primera parte de la quinta sesión del curso "Pascal" impartida por el filósofo D. Gabriel Albiac el 24 de noviembre de 2016 en el CTIF Madrid-Sur.

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La experiencia, bueno esta vez, la experiencia de la conversión que habíamos visto, 00:00:08
que nos ha dado Pascal en el texto de una noción como el de la memorial, el 23 de noviembre de 1654, 00:00:22
marca biográficamente 00:00:33
un recorrido 00:00:41
el punto crítico 00:00:44
de un recorrido intelectual 00:00:47
que ustedes pueden 00:00:49
puntear 00:00:51
de un modo preciso 00:00:53
con dos textos 00:00:55
de carácter 00:00:58
biográfico 00:01:01
y uno estrictamente teórico. Esos tres textos serían un texto previo a la experiencia, 00:01:04
La letra se llamó de padre Pascal, fechado en 1651, utilizando siempre como referencia la edición Menard, volumen 2, páginas 851 y siguientes. 00:01:19
El texto de uso privado, el año 1660, edición Menard, volumen 4, páginas 998 y siguientes, 00:01:53
Y como articulación teórica de esos dos textos más de uso interno, de uso personal, el texto que lleva el título de la conversión del pecador, 00:02:24
que no se puede fechar con absoluta precisión 00:03:05
pero que está con seguridad escrito entre los finales de 1657 y los inicios de 1658. 00:03:20
Los tres textos nos pondrían ante lo que deberíamos tal vez caracterizar como una ontología del hombre caído, 00:03:32
como una meditación, por tanto, sobre las condiciones de la precariedad humana 00:03:47
asentados sobre acontecimientos personales, la muerte del padre 00:04:03
o el estado de enfermedad agravada de los últimos años de Pascal 00:04:15
pero buscando tanto esos textos más ocasionales cuanto el texto de construcción general, buscando los marcos de las paradojas sobre los cuales concluirá una teología de la precariedad. 00:04:22
Una teología del ser caído que sólo en el ámbito mismo de la negatividad puede encontrar los elementos a partir de los cuales plantearse su confrontación con Dios. 00:04:44
Tomemos el más antiguo de esos textos 00:05:02
El texto de 1651 00:05:08
Es en realidad una carta 00:05:15
Carta de Pascal 00:05:18
Acerca de la muerte de su padre 00:05:30
La carta aparece como redactada en común por Blaise y Jacqueline y está dirigida para 00:05:41
uso de la hermana mayor de la familia, Gilberte, y de su marido, Gilberte, no Gilberte Pascal, 00:06:13
sino Gilberte Perrier, y de su marido. En el arranque da la referencia de que esa 00:06:24
carta prolongaría una carta anterior, pero la carta anterior se nos ha perdido, así 00:06:36
que tenemos que utilizarla como un destructo. París, 17 de octubre de 1650. 00:06:42
Desparranca, que va tratando la desdicha común que se ha producido con la muerte de 00:06:57
Gil Pascal, anota esa referencia que no recuerda bien dónde acababa la carta anterior, que 00:07:04
de algún modo habría sido enviada por error 00:07:16
porque no estaba todavía acabada 00:07:18
no sé dónde acababa 00:07:20
la primera carta 00:07:22
mi hermana 00:07:24
la envió 00:07:25
sin 00:07:29
darse cuenta 00:07:29
sin apercibirse 00:07:32
de que todavía no estaba acabada 00:07:33
y es interesante 00:07:36
que indique 00:07:38
en esa rápida referencia 00:07:40
la carta perdida 00:07:42
porque verán que en tronca 00:07:43
con el segundo documento biográfico al que les hacía referencia hace un momento, 00:07:46
el Equisio de la Pía, perdón, la oración para el buen uso de las enfermedades del año 1660, 00:07:52
y es que esa primera carta perdida parece haber estado dedicado a algo que será la programática idéntica de 1660, 00:08:02
es decir, el lugar central de la enfermedad en la caracterización del sujeto cristiano. 00:08:10
Me parece, mi hermano envió la carta, creo recordar que contenía en sustancia algunas precisiones 00:08:24
acerca del mandato de Dios sobre la vida y sobre la enfermedad, que quisiera repetiros. 00:08:37
De inmediato, lo que Pascal indica es que se trata de un texto aplicado en una tradición bien definida, 00:08:56
la de la Consolatio, es un texto de la fe consolador, en el cual se va a tratar de entender 00:09:09
en qué medida el dolor mismo deba considerarse no como un mal, sino como el modo de acceso 00:09:20
a través del cual Dios nos es presente y de un modo más específico nos es presente 00:09:32
la comunicación con Cristo. 00:09:39
Comentaré a dirigiros un discurso muy consolador, lo bastante consolador para cualquiera que 00:09:46
se ha tomado la libertad de espíritu de abordar la comprensión del dolor en su momento más alto. 00:10:03
La peculiaridad de la posición del cristiano ante el dolor 00:10:15
Aparecería naturalmente mediada en la figura divina 00:10:32
No es el consuelo de un ser precario 00:10:40
No puede ser construido desde la propia subjetividad 00:10:47
Desde la propia precariedad 00:10:54
Que por definición conduce necesariamente en cuanto que finita a la muerte 00:10:57
sino que debe ser remitida a un espacio externo 00:11:03
a una entidad en la cual ni muerte ni infinitud sean comprensibles 00:11:08
lo que debemos buscar para el consuelo de nuestros males 00:11:13
no está en nosotros mismos, no está en los hombres 00:11:24
no está en nada que haya sido creado 00:11:35
sino en Dios 00:11:41
el mal no es 00:11:45
naturalmente la muerte como forma límite de ello 00:11:51
el mal no es ni un accidente 00:11:54
ni una irregularidad 00:11:59
en la condición del ser precario 00:12:02
el mal cuya forma ontológica última no se aparece 00:12:05
por la forma de la muerte no se aparece 00:12:13
por lo tanto ya veremos que es una falsa apariencia 00:12:15
es la condición de la filitis 00:12:18
la razón de ello es que todas las criaturas 00:12:22
no son la primera causa de los accidentes a los que llamamos males 00:12:28
sino que la providencia de Dios 00:12:36
al ser la única 00:12:41
y la verdadera causa 00:12:44
el arbitrio 00:12:48
perdón, el arbitrio, el arbitra 00:12:49
el árbitro y el soberano 00:12:52
es indudable que hay que recurrir directamente a la fuente 00:12:56
siendo Dios, siendo la providencia 00:13:01
el principio que rige todo 00:13:04
en realidad 00:13:06
cualquier orientación 00:13:06
cualquier comprensión 00:13:10
cualquier dación de sentido 00:13:12
a lo que sucede 00:13:14
pasa necesariamente por el 00:13:14
enfrentamiento con la realidad 00:13:17
extrañamente 00:13:18
Pascal hace 00:13:29
rápido 00:13:32
paréntesis también aquí 00:13:35
acerca de la tradición estoica 00:13:36
sin duda 00:13:39
esta es la tradición estoica, la tradición vida clásica, sin duda los filósofos, la habla de Seneca y de Sócrates, habrían tratado de establecer esa condición natural de la muerte, 00:13:46
como aquello con lo cual debe enfrentarse en la afirmación de su propia fuerza ética en el individuo humano, 00:14:08
lo que en la perspectiva cristiana que Pascal trata de exponer, 00:14:21
debería por el contrario ser situado en un ámbito de mediación. 00:14:28
No sucede lo mismo que en esa posición estoica, no sucede lo mismo cuando nos situamos en la perspectiva de Jesucristo, tal como se nos da en los libros canónicos. 00:14:34
La verdad allí aparece al descubierto 00:14:58
Y el consuelo está infaliblemente unido 00:15:05
Cristo e infaliblemente separado de la muerte 00:15:12
Consideremos pues la muerte en la verdad que el Espíritu Santo nos ha enviado 00:15:19
La perspectiva asentada por esa primacía de la mediación de Cristo en la condición humana, altera por completo el modelo clásico, piensa Pascal. 00:15:29
La muerte no aparecería ya sencillamente como un dato natural que caracteriza la posición estoica, 00:15:53
sino como una imposición establecida por la caída 00:16:06
establecida por el efecto desintegrador del pecado 00:16:17
de tal modo que la verdadera muerte en sentido propio 00:16:24
no es eso de lo que hablamos 00:16:29
al referirnos al ser querido que ha desaparecido, en este caso al Padre 00:16:32
la muerte es en sentido propio el nacimiento 00:16:40
es decir, la muerte es la caída del alma en un universo marcado por la imperfección 00:16:43
la muerte es una pena del pecado 00:16:51
impuesta al hombre para expiar su crimen 00:16:55
necesaria al hombre para purgarlo del pecado 00:17:00
y esa pura es la única que puede liberar al alma 00:17:04
de la concupiscencia de los miembros 00:17:16
sin la cual los santos no viven en este mundo 00:17:19
sabemos que la vida de los cristianos 00:17:24
es un sacrificio continuo 00:17:29
que no puede ser culminado más que por la muerte 00:17:33
La idea pues pascaliana es la de que nos enfrentemos a la presencia de la muerte como un dato oblatorio, como la ofrenda o sacrificio que se efectúa como oblación de la caída primera 00:17:37
y que en ese sentido entendamos que en sí mismo lo que llamamos muerte no es un mal, 00:18:04
sino en tanto que esa muerte sea la sumisión a la condición de víctima de lo diabólico. 00:18:16
El sujeto precario es necesariamente víctima. 00:18:31
es sacrificiar. La opción, la única opción que queda abierta ante el humano es que su 00:18:34
oblación sea oblación a Dios, por el contrario, oblación a Dios. Consideremos pues la vida 00:18:43
como un sacrificio y consideremos que los accidentes de la vida no deben hacer impresión 00:18:52
o al espíritu de los cristianos, más que en la proporción en que interrumpen o culminan ese sacrificio. 00:19:06
Desde una perspectiva de sacrificio, desde una perspectiva oratoria, 00:19:16
lo que está en juego es saber a qué se está ofrendando. 00:19:24
Por eso en sí mismo no es ni bien ni mal la condición de víctima, que es la de cualquier ser, de cualquier entidad permanentemente acosada por la muerte, 00:19:30
Sino la relación respecto de la cual se defina esa entidad llamada la muerte 00:19:54
No llamamos mal 00:20:07
No llamamos mal 00:20:10
A aquello 00:20:13
No, perdón 00:20:15
No llamamos mal más que 00:20:27
O sea, solo llamamos mal a aquello que 00:20:29
Hace a la víctima de Dios víctima del diablo 00:20:31
Y por el contrario llamamos bien 00:20:37
A aquello que hace a la víctima del diablo en Adán 00:20:41
Víctima de Dios 00:20:53
Y esa dice Pascal es la regla para juzgar la muerte 00:20:55
La muerte no es más que la definición de la condición precaria, de la condición finita del ser humano. 00:21:01
En sí misma no puede por lo tanto ser cargada valorativamente. 00:21:17
la valoración debe asentarse sobre otro principio 00:21:23
sobre si la cesión victimal 00:21:29
se efectúa en relación con el diablo 00:21:34
lo cual daría espacio de definición al mal 00:21:39
o si por el contrario se hace en relación a Dios 00:21:43
en el cual el fiel se abandona, y en ese caso la muerte aparecería precisamente como, de algún modo, la muerte de la muerte, 00:21:50
la abolición del espacio de caída en el cual reina el diablo o el mal. 00:22:01
La operación no puede, piensa Pascal, como piensa todo el ámbito del jansenismo, no puede operarse mediante una sola intervención humana. 00:22:09
humana. El hombre caído no podría, por su solo mérito, hacerse meritorio de esa victimación 00:22:34
en Dios, en la medida en que su propia limitación en la caída lo hace inhábil para asomarse 00:22:49
el absoluto. Si ese retorno al absoluto, si esa muerte a la muerte, si esa muerte a la 00:23:01
finitud es realizable, tiene que serlo por algún modo de intervención divina. No es 00:23:07
el individuo finito el que puede merecer a Dios, es en todo caso Dios quien puede graciar 00:23:16
al individuo filiado. Y puede graciarlo del extraordinario modo que metaforiza la figura 00:23:27
de Cristo. En la figura de un mediador que articula divinidad y humanidad, lo abominable 00:23:37
de la condición humana, haya una vía de tránsito hacia una purificación del propio 00:23:50
ámbito de abominación en el cual lo individual se asienta. Para esta consideración es necesario 00:24:00
recurrir a la persona de Jesucristo, pues todo lo que está en los hombres es abominable. 00:24:14
La caída, naturalmente, en la medida en que es una pérdida completa de la inicial presencia divina, 00:24:21
inhabilita para otra cosa que no sea el giro en la bomba, puesto que todo en los hombres es abominable. 00:24:32
Y como Dios considera sólo a los hombres a través del mediador Jesucristo, tampoco los hombres deberían mirarse ni a los otros ni a sí mismos, a no ser a través de Jesucristo. 00:24:41
Si Jesucristo es la mediación entre el individuo y el absoluto, lo es también entre individuo e individuo y lo es también como condición de reflexividad del individuo sobre sí. 00:25:07
Porque sólo la mediación de Jesucristo podría establecer la cura de ese filtro de pérdida de la verdad, de ese filtro de distorsión, de hundimiento en la falta, la carencia, el pecado, que induce la caída originaria. 00:25:24
no nos conocemos a nosotros mismos y no conocemos a los otros 00:25:53
más que a través del modelo de lo humano que la figura de Cristo proporcionaría 00:26:03
lo cual entre otras cosas significa que no podemos conocer nuestro sufrimiento 00:26:10
más que a través de la narración del sufrimiento de Cristo 00:26:16
si no pasamos a través de esta mediación 00:26:23
no encontraremos en nosotros más que auténticas noticias o placeres abominables, 00:26:30
pero si consideramos todas las cosas en Cristo, hallaremos un pleno consuelo, satisfacción y edificación. 00:26:42
Bien, la segunda parte de la carta inmediatamente pasa a analizar esa dimensión simbólica de la muerte de Cristo, del papel de Cristo en la reconfiguración humana. 00:26:52
Consideremos pues la muerte en Cristo 00:27:14
Y no sin Jesucristo 00:27:22
La idea para Pascal es que 00:27:26
Es esa mediación que permite proyectar 00:27:32
Nuestra propia experiencia de la muerte a través de la 00:27:40
La absolutización de la muerte en la figura de un Dios que la atraviesa, que sólo en esa proyección nos es posible afrontar la muerte como muerte de muerte. 00:27:46
Es decir, nos es posible afrontar la muerte como el final de esa muerte en vida que es la vida de los hombres desde su nacimiento, en tanto que hay criaturas marcadas por la muerte. 00:28:06
Consideremos pues la muerte en Jesucristo y no sin Jesucristo. 00:28:27
Sin Jesucristo la muerte es insentida, es la perspectiva de la nada, de la ausencia de finalidad, de posibilidad de potir un relato. 00:28:31
Consideremos pues la muerte de Jesucristo y no sin Jesucristo. Sin Jesucristo es horrible, detestable y es el horror de la naturaleza. 00:28:54
En Jesucristo, Jesucristo es exactamente lo contrario. 00:29:10
Porque tal vez lo que está anticipando, que es lo que ustedes van a ver a lo largo de los tres textos, 00:29:15
es la idea de que en Jesucristo la muerte es el fin de la muerte. 00:29:20
El momento en el cual se cierra ese ciclo sacrificial abierto con el fin. 00:29:31
En Jesucristo es completamente distinto. Es amable, santa y es la alegría del cielo. 00:29:41
Todo es dulce en Jesucristo, incluida la muerte, y es por ello por lo que ha sufrido y muerto para santificar muerte y sufrimiento. 00:30:02
Inmediatamente, Pascal trata de caracterizar los aspectos de realización de esa muerte en Jesucristo por parte del verdadero cristiano. 00:30:18
para considerar lo que es la muerte y la muerte de Jesucristo 00:30:40
hay que establecer 00:30:45
qué rango mantiene en su sacrificio continuo y sin interrupción 00:30:50
y para ello hay que observar que en los sacrificios 00:30:59
la principal parte es la muerte de la hostia 00:31:04
naturalmente el sacrificio de la misa aparece como el espacio simbólico 00:31:09
en el cual reproduciéndose la figura de Cristo en la cruz 00:31:18
el cristiano participa de la ceremonia simbólica 00:31:24
y de los méritos que derivan de esa ceremonia simbólica 00:31:29
La oblación y la santificación 00:31:36
Que preceden 00:31:40
Son disposiciones 00:31:42
Son la preparación 00:31:44
Realmente en la vida del cristiano 00:31:48
Todo el proceso 00:31:49
Sacrificial es preparatorio 00:31:51
La verdadera 00:31:54
Realización del mérito 00:31:56
Solamente puede producirse 00:31:59
Como se produce en la misa 00:32:02
Como se produce en la cruz 00:32:03
En la oblación en el momento 00:32:05
del sacrificio final de la muerte 00:32:06
la oblación y la santificación 00:32:09
que preceden son disposiciones 00:32:14
pero la dominación es la muerte 00:32:17
en la cual 00:32:21
mediante 00:32:23
nuevamente 00:32:26
la misma expresión 00:32:28
que hemos visto ya utilizada tantas veces 00:32:32
en la cual 00:32:34
mediante la neautismo 00:32:35
en la cual mediante 00:32:38
el anonadamiento de la vida 00:32:40
la aniquilación de la vida 00:32:42
la reducción a nada 00:32:44
de la vida 00:32:46
la criatura 00:32:46
rinde a Dios 00:32:50
todo el homenaje del cual es capaz 00:32:52
vuelvo a repetir para que no haya duda 00:32:54
anséamén 00:32:58
perdón 00:33:00
ansaneantés 00:33:00
ansaneantisant 00:33:02
aniquilándose 00:33:04
anulándose, reduciéndose 00:33:08
a nada ante los ojos de su majestad y adorando su soberana existencia, que es la única que 00:33:10
realmente existe. La idea sacrificial pascaliana, el concepto de salvación que de ella se 00:33:18
vida, entraña una radicalidad extrema, porque a fin de cuentas no hay posibilidad del salto 00:33:33
a Dios desde el yo, desde el mantenimiento de la propia individualidad de aquel que a 00:33:48
dios se proyecta, sino que la condición previa es ese reducirse a nada, es el saneo a Dios, 00:33:59
ese ser nada ante los ojos de la majestad divina, que no debe tomarse nunca en pascal 00:34:14
como una metáfora, sino como la combinación estricta de una vida cristiana, la muerte 00:34:23
del cristiano es la aniquilación, el anonadamiento de su yo y la reducción al absoluto. Por 00:34:29
eso, naturalmente, el sacrificio dura toda la vida. La vida es el sacrificio que prepara 00:34:41
la aniquilación. Este sacrificio ha durado toda su vida y ha sido consumado por la muerte 00:34:47
y ha sido necesario que pase Cristo, como de algún modo, 00:34:56
católicamente, el Cielo, a través de los sufrimientos para entrar en la gloria. 00:35:06
Ese modelo del sacrificio que culmina la muerte 00:35:13
es naturalmente el que aparece perfecto en Cristo, 00:35:19
que el Cristo es aquello en lo cual lo humano trasciende a lo divino 00:35:23
y es analógicamente participado en la forma de salvación de los humanos. 00:35:38
Siendo este sacrificio perfecto por la muerte de Cristo, 00:35:54
incluso consumado en su cuerpo por su restauración 00:35:59
donde la imagen de la carne del pecado es absoluta por la gloria 00:36:05
Jesucristo había culminado todo por su parte 00:36:10
lo único que quedaba era que el sacrificio fuera aceptado por Dios 00:36:14
el modelo es exactamente el que el fiel tiene que reproducir en su propia biografía 00:36:20
naturalmente en la dimensión de no absoluted que corresponde a un ser finito 00:36:32
desde el momento que entramos en la iglesia 00:36:39
que es el mundo de los fieles y en particular de los elegidos 00:36:45
en el cual Jesucristo entró a partir del momento de su encarnación 00:36:52
por un privilegio especial al Hijo único de Dios 00:36:58
desde ese momento somos ofrecidos 00:37:03
en la población, somos ofrecidos y santificados 00:37:10
este sacrificio se continúa en la vida 00:37:14
La vida, de algún modo, es el tránsito, la transposición, más bien, perdón, la transposición en el ámbito de lo finito del camino de la cruz de Cristo. 00:37:19
Este sacrificio se continúa por la vida. La vida y el sacrificio son exactamente lo mismo. 00:37:35
Y culmina, y se consuma, más bien, perdón, y se consuma en la muerte. 00:37:41
en la cual abandonando realmente el alma 00:37:47
todos los vicios y el amor de la tierra 00:37:54
cuyo contagio le infecta siempre durante toda esta vida 00:38:01
en la muerte, en el momento en el que esa infección desaparece 00:38:09
Acaba su inmolación y es recibida en el Seno de Dios 00:38:14
Recibida en el Seno de Dios, precisa exactamente el momento en el que ya no queda en ella nada de yo 00:38:20
El momento en el que el aneantismo, la aniquilación, se ha consumado 00:38:29
Contraposición, pues, entre el punto de vista pagano y el punto de vista cristiano acerca de la muerte, 00:38:35
incluido, como decir, lo más respetable para Pascal, como ya hemos visto, que es el modelo histórico. 00:38:55
No nos aflijamos, pues, como los paganos que carecen de esperanza, 00:39:03
y ahora, naturalmente, Pascal interpela a su hermana Gilbert, 00:39:09
Exacto, no hemos perdido a mi padre en el momento de su muerte, no está haciendo una metáfora, está jugando con toda literalidad. 00:39:13
No hemos perdido a mi padre en el momento de su muerte, lo habíamos perdido, por así decir, desde que entró en la iglesia por el bautismo. 00:39:23
A partir de ese momento, a partir del bautismo, él pertenecía sólo a Dios. 00:39:36
El cristiano es propiedad de un absoluto Dios del cual la vida lo separa. 00:39:49
La muerte no es otra cosa que la entrada en la verdadera vida 00:40:03
que supone la reabsorción en Dios. 00:40:09
De ahí la formulación que aparece un poco más adelante 00:40:19
y que será retomada tanto en los pensamientos como en los textos que vamos a ver a continuación. 00:40:22
Para Moj, le corps meurt à la vie mortelle. 00:40:35
En la muerte, el cuerpo muere a la vida mortal. 00:40:40
Lo que muere en la muerte es la mortalidad. 00:40:45
Y por lo tanto, para el cristiano, es decir, para aquel que ha hecho de ese trayecto hasta la muerte, el camino de sacrificio, lo que se abre es un espacio de vida que hubiera sido imposible si el propio Dios no se hubiera introducido como mediador en el sacrificio humano. 00:40:48
Pues en la muerte el cuerpo muere a su vida inmortal, en el juicio resucitará a una nueva vida, después del juicio subirá al cielo y se sentará en una nueva iglesia. 00:41:11
La muerte, el coronamiento de la beatitud del alma y el coronamiento de la beatitud del cuerpo, que es bastante más asombroso de estas formas. 00:41:29
De modo que la muerte es la coronación de la beatitud del alma, la absorción del alma de Dios. 00:41:40
Pero, segunda parte, más extraña, es también el inicio de la beatitud del cuerpo, 00:41:50
en tanto, naturalmente, no ya el cuerpo físico, sino bajo la forma del cuerpo resucitado, 00:42:02
bajo la forma del cuerpo glorioso, en el cual todas las limitaciones 00:42:11
con las que la caída marca la corporidad de un hombre mundano, están marcadas. 00:42:17
La tesis básica, como ven ustedes, es la de invertir en los términos. 00:42:27
Vivimos en la muerte y por lo tanto sólo la muerte puede arrebatarnos a esa situación 00:42:37
y proyectarnos hacia el espacio de la muerte. 00:42:45
El segundo de los textos que les proponía leer hoy trata de seguir cómo se produce ese vivir en la muerte, 00:42:49
que en el caso biográfico de Pascal es un vivir en la enfermedad prácticamente toda su existencia. 00:43:03
Perdónenme un minuto y ahora me lo sigo. 00:43:09
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Idioma/s:
es fr
Materias:
Filosofía
Autor/es:
Antonio Grande Rubio
Subido por:
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Fecha:
28 de noviembre de 2016 - 14:25
Visibilidad:
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http://ctif.madridsur.educa.madrid.org/index.php?option=com_crif_cursos&id=1040&view=uncurso&lista=default&orden=&cursoacademico=0&Itemid=54
Centro:
C.TER.INN.Y FORM CTIF MADRID-SUR
Descripción ampliada:
El mal es la condición de la finitud. La muerte es la caída del alma en la finitud mundana. Y sólo Dios puede graciar al caído. Jesucristo es la mediación entre el individuo y Dios. La idea sacrificial pascaliana tiene como condición previa la reducción del individuo a la nada. Y la muerte no es sino la muerte de la mortalidad. No es que el sujeto esté enfermo: el sujeto es la enfermedad.  
Duración:
43′ 13″
Relación de aspecto:
5:4 Es el estándar al cual pertenece la resolución 1280x1024, usado en pantallas de 17". Este estándar también es un rectángulo.
Resolución:
720x576 píxeles
Tamaño:
640.16 MBytes

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