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El robo de El Grito de Munch
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El robo del grito de Moons
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Estas últimas semanas nos hemos imaginado que éramos detectives en busca de un ladrón de obras de arte
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Hoy voy a contaros un robo de verdad, con detectives de verdad y con un final feliz
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La historia ocurrió en el norte de Europa, en un país que se llama Noruega
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La capital de Noruega se llama Oslo y allí está la Galería Nacional de Oslo.
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El robo del grito ocurrió en 1994, en tan solo 50 segundos y con la ayuda de una escalera de madera.
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Así se cometió uno de los robos más famosos del mundo del arte.
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El 12 de febrero de 1994, el ladrón trepó hasta la sala donde se encontraba el cuadro del grito,
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en la Galería Nacional de Oslo.
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Entró por una ventana y con total tranquilidad cortó el cable que sujetaba el cuadro a la pared.
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En menos de un minuto, el ladrón encapuchado bajó con la célebre obra del pintor expresionista noruego
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por la misma escalera de madera y huyó con su cómplice.
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Era las seis de la mañana y no había nadie cuidando del edificio
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porque había coincidido con los Juegos Olímpicos de invierno.
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Entonces toda la policía se encontraba allí. Fue media hora más tarde cuando dos policías que pasaban por ahí de casualidad junto al museo se sorprendían al ver la escalera apoyada sobre la fachada del edificio y la ventana abierta y alertaban a los responsables de seguridad de la galería.
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Entonces se dieron cuenta que además habían dejado una nota escrita y la nota decía lo siguiente. Muchas gracias por la mala vigilancia.
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El ladrón fue descubierto un poquito más tarde. Se llamaba Paul Enger y había planeado el robo durante cuatro años, según confesó unos años más tarde.
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Decía que no lo hizo por el dinero, no es que quisiese mucho dinero, sino que le atraía el reto y el juego.
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El popular ladrón escondió el famoso cuadro entre los tableros de la mesa del comedor
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Sobre la que sus tíos y su madre comían tarta y bebían café todas las tardes
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Según señaló Enger en su confesión
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Le divertía mucho saber que su familia merendaba sobre la pintura
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Mientras la policía buscaba el cuadro por todo el país
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Por suerte encontraron al ladrón y al cuadro tres meses más tarde
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en un hotel del sur de Oslo.
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La persona que se ve en la foto se llama Charlie Hill y es un detective de verdad.
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Este señor fue la persona que encontró al ladrón del cuadro del grito
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y lo hizo haciéndose pasar por otra persona con otro nombre, un nombre ficticio.
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Se hizo que pareciese que estaba interesado en comprar esa obra de arte
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y así consiguió averiguar dónde se encontraba
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y finalmente que detuvieran al ladrón.
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Espero que os haya gustado esta historia de este ladrón tan graciosillo.
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Ahora ya conocéis esta historia tan interesante sobre el cuadro del grito de Edward Munch.
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- Subido por:
- Maria Del Mar A.
- Licencia:
- Reconocimiento - No comercial - Compartir igual
- Visualizaciones:
- 224
- Fecha:
- 25 de mayo de 2020 - 16:33
- Visibilidad:
- Público
- Centro:
- CP INF-PRI CARMEN HERNÁNDEZ GUARCH
- Duración:
- 03′ 39″
- Relación de aspecto:
- 1.78:1
- Resolución:
- 960x540 píxeles
- Tamaño:
- 63.59 MBytes