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Marcovaldo: Setas en la ciudad

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Subido el 23 de abril de 2020 por Pedro Carlos R.

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Lectura del primer capítulo de la obra Marcovaldo, del autor italiano Italo Calvino. Ilustrado por alumnos de 1º A y D de ESO del IES Valdebernardo

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Primavera, setas en la ciudad. 00:00:00
El viento que llega hasta la ciudad desde lejos trae consigo regalos inesperados, de los que sólo unos cuantos espíritus sensibles se percatan, como quienes padecen de fiebre de leno y estornudan por el polen de flores de otras tierras. 00:00:04
Un día, quién sabe desde dónde, llegó hasta la franja de tierra de una calle de ciudad una ráfaga de esporas, y se formaron setas. 00:00:19
Nadie se dio cuenta excepto el trabajador Marco Baldo 00:00:29
que cada mañana cogía el tranvía precisamente allí 00:00:33
Este Marco Baldo tenía una mirada poco adaptada a la vida de la ciudad 00:00:37
Carteles, semáforos, escaparates, rótulos luminosos, anuncios 00:00:43
por más estudiados que estuvieran para llamar la atención 00:00:48
nunca lograban captar su atención que parecía vagar en la arena del desierto 00:00:51
Mientras que una hoja que se marchitaba en una rama 00:00:56
una pluma que se enganchaba en una teja 00:01:00
nunca se le escapaban 00:01:02
no había tábano sobre el lomo de un caballo 00:01:04
boquete que no hiciera la carcoma en una mesa 00:01:06
una piel de higo aplastada en la acera 00:01:09
que Marco Baldo no notara 00:01:11
y no le llevara a reflexionar 00:01:13
descubriendo los cambios de estación 00:01:15
los deseos de su alma 00:01:18
y la miseria de su existencia 00:01:19
Así, una mañana 00:01:21
esperando el tranvía que le llevaba a la compañía Svab 00:01:25
donde era mozo 00:01:28
notó algo insólito cerca de la parada, en la franja de tierra estéril y seca que separa 00:01:29
el arbolado de la calle. En ciertos lugares, al pie de los árboles, parecían crecer unas 00:01:35
protuberancias que aquí y allá se abrían y dejaban aflorar unos redondeados cuerpos 00:01:41
subterráneos. Se agachó para atarse los zapatos y miró mejor. Eran setas, setas de 00:01:46
verdad que estaban brotando justo allí, en el corazón de la ciudad. A Marco Baldo le 00:01:52
pareció que el mundo gris y mísero que le rodeaba se había vuelto de pronto generoso en riquezas 00:01:59
ocultas y que algo se podía esperar aún de la vida, además del salario mínimo por hora, la 00:02:04
gratificación, el subsidio familiar y el plus de carestía de la vida. En su trabajo estuvo más 00:02:09
distraído que de costumbre. Pensaba que mientras él estaba allí descargando paquetes y cajas en 00:02:17
la oscuridad de la tierra, las setas, que sólo él conocía, silencioso y lentamente, maduraban su 00:02:23
pulpa porosa, asimilaban los jugos subterráneos, rompían la costra de los terrones. Bastaría una 00:02:30
noche de lluvia, se dijo, y ya estarían listas para recoger. Y no veía la hora de compartir su 00:02:37
descubrimiento con su mujer y sus seis hijos. Voy a decir algo importante, anunció durante la escasa 00:02:43
cena. La semana que viene comeremos setas. Una buena fritura, lo aseguro. Y a los niños más 00:02:50
pequeños, que no sabían qué eran las setas, les explicó con fervor la belleza de las distintas 00:02:58
especies, la delicadeza de su sabor y cómo debían cocinarse. Tanto que logró despertar el interés de 00:03:03
su mujer, Domitila, que hasta ese momento se había mantenido más bien incrédula y distraída. 00:03:10
los niños. Dinos dónde crecen. Con esta pregunta, el entusiasmo de Marco Baldo fue 00:03:20
frenado por un razonamiento suspicaz. Supongamos que les explico dónde están. Van a buscarlas 00:03:26
con su habitual pandilla de mocosos, se corre la voz en el barrio y las setas van a parar 00:03:33
a las cacerolas de otras. Así, el descubrimiento que de pronto le había colmado el corazón 00:03:39
de amor universal. Ahora se convertía en obsesión por poseer. Le cercaba un temor celoso y desconfiado. 00:03:45
El lugar donde están las setas lo sé yo y nadie más que yo, dijo a los chicos. Y ahí sí se escapa 00:03:54
una palabra. A la mañana siguiente, Marco Baldo se acercó lleno de aprensión a la parada del 00:03:59
tranvía. Se inclinó sobre la hierba y con gran alivio vio que las setas habían crecido un poco, 00:04:06
no mucho, y aún estaban cubiertas casi por completo con la tierra. Seguía en esa postura 00:04:12
cuando se dio cuenta de que había alguien detrás de él. Se levantó bruscamente y trató de aparentar 00:04:20
indiferencia. Se trataba de un barrendero que, apoyado en su escoba, lo estaba mirando. 00:04:26
Ese barrendero, en cuya jurisdicción se encontraban las setas, era un joven larguirucho y con gafas. 00:04:33
Se llamaba Amadigi y hacía tiempo que a Marco Baldo le resultaba antipático 00:04:38
Tal vez a causa de las gafas con las que escrutaba el asfalto de las calles 00:04:43
En busca de cualquier rastro de naturaleza que enseguida eliminaba a Escobazos 00:04:48
Era sábado y Marco Baldo pasó su media jornada libre 00:04:52
Paseando con aire distraído por los alrededores del lugar 00:04:56
Acechando desde lejos al barrendero 00:05:00
Vigilando las setas y haciendo cálculos del tiempo que faltaba para que crecieran 00:05:02
Durante la noche llovió. Igual que los campesinos se espabilan y saltan de alegría al oír las primeras gotas después de meses de sequía, así Marco Baldo, único en toda la ciudad, se levantó, se sentó en la cama y llamó a su familia. 00:05:07
—¡Está lloviendo! ¡Está lloviendo! Y respiró el olor a tierra mojada y musgo fresco que llegaba de fuera. Al alba, era domingo, con los niños y un cesto prestado, corrió de inmediato a los árboles. Allí estaban las setas, firmes sobre sus pies, con sus sombreros elevados sobre la tierra todavía húmeda. 00:05:22
—¡Viva! —gritaron y se lanzaron a recogerlas. —¡Papá, mira cuántas lleva aquel señor! —dijo 00:05:43
Miquelino. Y el padre, alzando la cabeza, vio de pie junto a ellos a Madigi con un cesto lleno 00:05:50
de setas bajo el brazo. —¡Ah, ustedes también las recogen! —preguntó el barrendero. —Entonces 00:05:56
se pueden comer. Yo cogí algunas, pero no sabía si me podía fiar. Más allá, en aquella calle, 00:06:02
han crecido unas todavía más grandes. Bueno, ahora que lo sé, voy a avisar a mis parientes 00:06:09
que se quedaron allí discutiendo si convenía cortarlas o dejarlas. Y se alejó a buen paso. 00:06:15
Marco Baldo se quedó sin palabras. Setas aún más grandes que no había visto. Una cosecha que ni 00:06:21
soñaba y le era arrebatada así, en sus narices. Durante un momento permaneció casi petrificado 00:06:27
por la ira, por la rabia, luego, como a veces sucede, el fuego de esas pasiones individuales 00:06:34
se transformó en un arranque de generosidad. A aquella hora había mucha gente esperando el 00:06:41
tranvía, con paraguas colgados del brazo, porque el tiempo continuaba húmedo e inestable. 00:06:47
—¡Eh! ¿Les apetece una sabrosa fritura de setas esta noche? —gritó Marco Baldo a la gente que se 00:06:53
golpaba en la parada. —¡Han crecido setas aquí, en la calle, todos detrás de mí! ¡Hay para todos! 00:06:59
Y salió tras los pasos de Amadigi, seguido por un montón de gente. Encontraron setas para todos y, 00:07:06
a falta de cestos, las metieron en los paraguas abiertos. Alguien dijo, —¡Sería bonito hacer 00:07:13
una comida todos juntos! Pero en vez de eso, cada cual se llevó sus setas y se fue a su casa. 00:07:19
Pero se volvieron a ver muy pronto 00:07:26
De hecho, esa misma noche 00:07:29
En el mismo pasillo del hospital 00:07:31
Después del lavado de estómago que los había salvado a todos de la intoxicación 00:07:33
Nada grave 00:07:37
Porque la cantidad de setas que habían comido era bastante pequeña 00:07:38
Marco Baldo y Amadigi tenían camas cercanas 00:07:43
Y se miraban de reojo 00:07:47
Valoración:
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Idioma/s:
es
Autor/es:
Pedro Rojo Alique
Subido por:
Pedro Carlos R.
Licencia:
Reconocimiento - No comercial - Compartir igual
Visualizaciones:
207
Fecha:
23 de abril de 2020 - 9:34
Visibilidad:
Público
Centro:
IES VALDEBERNARDO
Duración:
08′ 06″
Relación de aspecto:
4:3 Hasta 2009 fue el estándar utilizado en la televisión PAL; muchas pantallas de ordenador y televisores usan este estándar, erróneamente llamado cuadrado, cuando en la realidad es rectangular o wide.
Resolución:
1440x1080 píxeles
Tamaño:
136.99 MBytes

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