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No más Matildas - Contenido educativo
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Este libro es un cuento, una buena manera de preguntarse cómo habría sido la historia
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si las mujeres hubiesen podido hacer muchas más cosas de las que quiero.
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Lo cierto es que Matilda Estín existió. Se llamaba Milena Marín.
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Fue compañera de estudios de Albert Estín y su primera esposa.
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Y quizá su colaboradora en la teoría de la relatividad.
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Pero solo quizá la historia de las mujeres no es tan fácil de reconstruir.
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En cualquier caso, no hay manera de comprobarlo.
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No existe ningún artículo científico firmado por ella, firme en su trabajo.
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Los de Estén fueron cuidadosamente guardados y conservados.
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Los de ella, si los hubo, desaparecieron, como tantas veces ha ocurrido en el trabajo de las mujeres.
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Y así fue como Mileva Marín se convirtió en Matilde Estén.
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Enhorabuena, ha tenido usted una niña sana y preciosa.
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Fue la agridulce noticia que el ginecólogo del hospital de la pequeña ciudad de Ul
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comunicó a Hermann Einstein el 14 de marzo de 1879.
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Lo cierto es que en aquella época el deseo de la mayoría de los padres
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era que un primogénito inaugurara la saga familiar.
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Hermann Stein y Paline Koch querían ser los mejores padres posibles para la pequeña Matilda. Estaban dispuestos a motivarla, entenderla, apoyarla y escucharla.
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Aunque esto último no iba a suceder hasta pasados los primeros tres años de vida de la niña.
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Y es que Matilda tardó mucho en hablar. Algo curioso para ser alguien con tanto que decir en tantos campos posteriormente.
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Su madre, preocupada por el desarrollo de su hija, se lamentaba constantemente a su marido.
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Esta niña no es normal, no es como las demás y tanto que no era normal.
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Es posible que Einstein nunca llegase a saber lo determinante que iba a ser regalarle a Matilda su primer juguete
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Puede que no tuviera nada más a mano en casa
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Pero lo cierto es que aquella brújula con la que no pretendía más que entretener a su hija
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Iba a marcar como no podía ser de otra forma el rumbo de nuestra pequeña científica
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Matilda acaba de comprobar el poder de la atracción
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La magnética que hasta esa aguja apunta siempre en la misma dirección
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Y en la que ella iba a sentir desde ese día y para siempre
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Por entender el mundo que la rodea
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Aunque después llegaron muñecas de todo tipo
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Y con toda clase de vestidos
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Ninguna de esas fue capaz de destronar el juguete favorito de Matilda
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Jacob, el hermano mayor de Hernán Einstein
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No tardó en percatarse de la temprana vocación científica de Matilda
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Le gustaba pensar que era algo que su sobrina había heredado de él y como buen tío se encargó de cultivar en ella esa pasión con el fin de compartirla juntos.
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Así pasaban incontables tardes inventando y experimentando en el negocio familiar, la Electro Chinese Fabric JST.
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Un taller construido en su propia casa para fabricar aparatos y artilugios para suministrar a las centrales eléctricas.
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Pauline, que había sido pianista en su juventud, estaba empeñada en inculcar a Matilde a su amor por la música.
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Por eso, apuntó a su hija desde bien pequeña a clases de violín.
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Pensaba que haciendo la práctica a diario no solo le ayudaría a desarrollar su vida.
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Fuera un par de horas al día, del taller de su tío, lugar que a todas luces debería resultar hostil para cualquier niña de su edad.
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Nunca conseguirá nada en la vida, el rotundo diagnóstico del profesor Degenhardt,
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tutor de Matilda en el Instituto Lidpot de Munis, no hacía más que confirmar las sospechas de su preocupada madre.
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¿Qué le pasaba a la pequeña? ¿Por qué era así?
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no entendía que Matilda no quisiera jugar con sus amigas,
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no entendía que no quisiera conocer a muchachos de su edad.
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No entendía que prefiriese encerrarse en su cuarto
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aprendiendo cálculo infinitesimal por su propia cuenta.
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No entendía nada.
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Pero es que, objetivamente, a sus recién cumplidos 15 años
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ya no era fácil entender todo lo que le estaba empezando a pasar por la cabeza
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a la joven Matilda Estel.
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Con el objetivo de que terminase el bachiller,
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Matilda fue enviada por su familia a la Escuela Cantonal de Arau, en Suiza.
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Allí se matriculó en la Escuela Politécnica de Zurich,
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donde conoció alumnos que compartían sus inquietudes intelectuales
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y que la iniciaron en la lectura de filósofos como Spinoza,
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Hume o Kant, pero también como Mar o Adler.
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Matilda ya lo tenía todo para ser oficialmente señalada
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como un auténtico dicho raro.
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Matilda Einstein siempre quiso formar una familia.
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Y el 6 de enero de 1903 dio el primer paso casándose
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en la ciudad de Berna con Milo Marius,
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el estudiante serbio con el que compartió pupite tres años atrás
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y con el que acabaría compartiendo tres hijos,
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Biesel, Hans y Eduardo.
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Comprobó pronto que en su condición de mujer,
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ama de casa y científico, planteaba problemas casi más difíciles de resolver que los que
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la física ofrecía. Pero eso no la iba a detener en su empeño para seguir investigando
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y desarrollando sus propias teorías.
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Nadie sabía de dónde conseguía sacar tiempo esa mujer. Quizás porque no podían entender
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como ella que eso del tiempo iba a resultar algo relativo.
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Tener un sueño suele implicar tener mucho sueño.
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Y tras muchísimas noches sin dormir, Matilda iba a cumplir el sueño.
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Estaba a punto de revolucionar la física con cuatro descubrimientos que dejaría totalmente atónicos a todos sus compañeros científicos.
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A finales de 1905, toda la comunidad científica comentaba los hallazgos de la tal Matilda Eistein.
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Sus cuatro aportaciones científicas, realizadas en los que debería haberse considerado un año milagroso,
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Fueron, sin embargo, analizadas con lupo y siempre bajo sospecha.
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El efecto fotoeléctrico. En marzo de 1905, Matilda defendió una sorprendente hipótesis.
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¿Y si la luz, en lugar de ser una onda, fuera un chorro de partículas?
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Una idea que explicaría un fenómeno como el efecto fotoeléctrico y que podría dar paso a toda una revolución cuántica.
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Movimiento grubriano.
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En mayo, Matilda ponía fin al debate sobre la existencia de los átomos,
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la creencia general de que no eran más que una afición útil.
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Se vino abajo cuando Matilda demostró que el comportamiento de sus pequeñas partículas,
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que se mueven al azar alrededor en un líquido,
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se podía predecir con precisión debido a las colisiones de millones de átomos invisibles.
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Teoría de la relatividad espacial.
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Puede decir que en junio Matilda vio la luz.
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Se planteó qué ocurriría si la velocidad de esta se mantuviera constante,
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independientemente del marco de referencia,
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siendo el tiempo y el espacio relativos al observador.
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Una teoría que ponía patas arriba en el entendimiento previo de la realidad.
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La energía es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz.
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En septiembre Matilda perfeccionó su teoría,
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deduciendo que tanto la masa como la energía, una aparentemente sólida y la otra supuestamente etérea,
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eran la realidad en realidad equivalentes.
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Su relación podría expresarse en lo que se convertiría en la más polémica ecuación del momento,
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E igual mc2. La energía es igual a la masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz.
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La teoría de Matilda estaba tan adelantada a su tiempo como ella misma,
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Y es que cuando en la primera década del siglo XX una mujer se atreve a cuestionar nuestra forma de entender la realidad,
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lo normal es que quienes han configurado esa realidad se vuelvan contra ella.
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Muchos físicos de su Alemania natal intentaron desacreditar sus teorías.
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Y hasta un total de 100 autores firmaron el libro.
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100 autores contra las teorías de Matilda Einstein para desprestigiar sus investigaciones.
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Pasaron años hasta que un grupo de investigadores confirmaron finalmente las predicciones de Matilda Stein sobre el comportamiento de la luz en relación a la gravedad
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Una expedición de científicos británicos comandada por Sir Arthur Eddington se desplazó hasta Brasil para ello
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El objetivo era comprobar si se producía la distorsión gravitatoria de la luz que predecía Matilda
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Algo que solo podía observarse durante un eclipse
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ya que en un día normal el brillo del sol no permite ver la luz del resto de
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astros y funcionó y el destino quiso no sin cierta crueldad que un eclipse
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eclipsará para siempre a matilda mientras arthur eddington recibió el
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premio nobel por alumbrar con el nacimiento de la cosmología física una
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nueva era para la ciencia
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- Autor/es:
- Ampa CEIP John Lennon
- Subido por:
- Cp johnlennon fuenlabrada
- Licencia:
- Reconocimiento - Compartir igual
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- Fecha:
- 7 de marzo de 2021 - 20:50
- Visibilidad:
- Público
- Centro:
- CP INF-PRI JOHN LENNON
- Duración:
- 10′ 31″
- Relación de aspecto:
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