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La pequeña cerillera - Hans Christian Andersen

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Subido el 23 de febrero de 2023 por Marco Antonio V.

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LA PEQUEÑA CERILLERA por Hans Christian Andersen 00:00:00
¡Qué frío hacía! 00:00:05
Nevaba y comenzaba a oscurecer. 00:00:10
Era la última noche del año, la noche de San Silvestre. 00:00:12
Bajo aquel frío y en aquella oscuridad, pasaba por la calle una pobre niña, descalza y con 00:00:16
la cabeza descubierta. 00:00:21
Verdad es que al salir de su casa llevaba zapatillas, pero ¿de qué le sirvieron? 00:00:23
Eran unas zapatillas que su madre había llevado últimamente, y a la pequeña le venían 00:00:28
tan grandes que las perdió al cruzar corriendo la calle para librarse de dos coches que venían 00:00:33
a toda velocidad. 00:00:38
Una de las zapatillas no hubo medio de encontrarla, y la otra se la había puesto un mozalbete, 00:00:40
que dijo que la haría servir de cuna el día que tuviese hijos. 00:00:45
Y así la pobrecilla, andaba descalza con los desnudos piececitos, completamente amoratados 00:00:48
por el frío. 00:00:55
En un viejo delantal llevaba un puñado de fósforos y un paquete en una mano. 00:00:57
En todo el santo día nadie le había comprado nada, ni le había dado un mísero centavo. 00:01:02
Volvíase a su casa hambrienta y medio helada, y parecía tan abatida la pobrecilla. 00:01:07
Los copos de nieve caían sobre su largo cabello rubio, cuyos hermosos rizos le cubrían el 00:01:13
cuello. 00:01:18
Pero no estaba ella para presumir. 00:01:19
En un ángulo que formaban dos casas, una más saliente que la otra, se sentó en el 00:01:22
suelo y se acurrucó hecha un ovillo. 00:01:26
Encogía los piececitos todo lo posible, pero el frío la iba invadiendo y, por otra parte, 00:01:28
no se atrevía a volver a casa, pues no había vendido ni un fósforo ni recogido un triste 00:01:34
céntimo. 00:01:38
Su padre le pegaría, además de que en casa hacía frío también. 00:01:40
Sólo los cobijaba el tejado y el viento entraba por todas partes, pese a la paja y los trapos 00:01:44
con que habían procurado tapar las rendijas. 00:01:49
las manitas casi ateridas de frío. 00:01:53
¡Ay, un fósforo la aliviaría seguramente! 00:01:55
Si se atreviese a sacar uno solo del manojo, frotarlo contra la pared y calentarse los 00:01:59
dedos... 00:02:03
Y sacó uno, ¡ritch! 00:02:04
Cómo chispeó y cómo quemaba. 00:02:07
Dio una llama clara, cálida, como una lucecita, cuando la resguardó con la mano. 00:02:09
Una luz maravillosa. 00:02:15
Le pareció a la pequeñuela que estaba sentada junto a una gran estufa de hierro, con pies 00:02:16
y campana de latón. 00:02:21
El fuego ardía magníficamente en su interior y calentaba también. 00:02:23
La niña largó los pies para calentárselos a su vez, pero se extinguió la llama, se 00:02:27
esfumó la estufa y ella se quedó sentada, con el resto de la consumida cerilla en la 00:02:32
mano. 00:02:37
Encendió otra que, al arder y proyectar su luz sobre la pared, volvió a esta transparente 00:02:38
como si fuese de gasa, y la niña pudo ver el interior de una habitación donde estaba 00:02:43
la mesa puesta, cubierta por un blanquísimo mantel y fina porcelana. 00:02:48
Un pato asado humeaba deliciosamente, relleno de ciruelas y manzanas. 00:02:53
Y lo mejor del caso fue que el pato saltó fuera de la fuente y, anadeando por el suelo 00:02:58
con un tenedor y un cuchillo a la espalda, se dirigió hacia la pobre muchachita. 00:03:03
Pero en aquel momento se apagó el fósforo, dejando visible tan sólo la gruesa y fría 00:03:08
pared. 00:03:12
Encontró la niña una tercera cerilla, y se encontró sentada debajo de un hermosísimo 00:03:14
árbol de Navidad. 00:03:18
Era aún más alto y más bonito que el que viera la última nochebuena, a través de 00:03:20
la puerta de cristales, en casa del rico comerciante. 00:03:24
Millares de velitas ardían en las ramas verdes, y de éstas colgaban pintadas estampas, semejantes 00:03:28
a las que adornaban los escaparates. 00:03:34
La pequeña levantó los dos bracitos, y entonces se apagó el fósforo. 00:03:36
Tras las lucecitas se remontaron a lo alto, y ella se dio cuenta de que eran las rutilantes 00:03:42
estrellas del cielo. 00:03:46
Una de ellas se desprendió y trazó en el firmamento una larga estela de fuego. 00:03:48
—Alguien se está muriendo —pensó la niña, pues su abuela, la única persona que 00:03:52
la había querido, pero que estaba muerta ya, le había dicho—. 00:03:58
Cuando una estrella cae, un alma se eleva hacia Dios. 00:04:02
Frotó una nueva cerilla contra la pared. 00:04:08
Se iluminó el espacio inmediato, y apareció la anciana abuelita, radiante, dulce y cariñosa. 00:04:10
—¡Abuelita —exclamó la pequeña—, llévame contigo. 00:04:15
Sé que te irás tan bien cuando se apague el fósforo, del mismo modo que se fueron 00:04:21
la estufa, el asado y el árbol de Navidad. 00:04:25
Se apresuró a encender los fósforos que le quedaban, afanosa de no perder a su abuela. 00:04:28
Y los fósforos brillaron con luz más clara que la del pleno día. 00:04:33
Hasta la abuelita había sido tan alta y tan hermosa. 00:04:37
Tomó a la niña en el brazo, y, envueltas las dos en un gran resplandor, henchidas de 00:04:40
gozo, emprendieron el vuelo hacia las alturas, sin que la pequeña sintiera ya frío, hambre 00:04:45
ni miedo. 00:04:51
Estaban en la mansión de Dios nuestro Señor. 00:04:52
Pero en el ángulo de la casa, la fría madrugada descubrió a la chequilla, rojas las mejillas 00:04:56
y la boca sonriente. 00:05:01
Muerta, muerta de frío en la última noche del año viejo. 00:05:04
La primera mañana del nuevo año iluminó el pequeño cadáver sentado con sus fósforos. 00:05:08
Un paquetito que parecía consumido casi del todo. 00:05:13
Quiso calentarse, dijo la gente, pero nadie supo las maravillas que había visto, ni el 00:05:17
esplendor con que, en compañía de su anciana abuelita, había subido a la gloria del año 00:05:23
nuevo. 00:05:28
Idioma/s:
es
Autor/es:
Marco Vázquez
Subido por:
Marco Antonio V.
Licencia:
Reconocimiento
Visualizaciones:
108
Fecha:
23 de febrero de 2023 - 21:06
Visibilidad:
Público
Duración:
05′ 32″
Relación de aspecto:
1.78:1
Resolución:
1280x720 píxeles
Tamaño:
16.13 MBytes

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